Campeones en la bolsa
Los equipos deportivos de diferentes ligas apuestan por entrar al mercado accionario para ser más rentables y ganar prestigio ante sus millones de seguidores en todo el mundo, al tiempo de que amasan cuantiosas fortunas
Nayeli Meza y Viviana BranLos deportes anotan goles en los negocios. Los clubes deportivos encontraron en el mercado de valores una valiosa oportunidad para expandir sus horizontes fuera de la cancha y al mismo tiempo atraer a inversionistas apasionados de algún equipo o jugador.
El futbol, beisbol, basquetbol y americano son industrias masivas, pero hasta hace unos años estaban cerradas para sus fanáticos. Sin embargo, la llegada de varios equipos a la bolsa de valores les permitió acercarse a sus seguidores y al mismo tiempo ser más rentables.
Aunque el futbol es el rey en el mercado bursátil, otras ligas deportivas cotizan desde hace años en las bolsas de todo el mundo, incluido México.
La National Football League (NFL); National Basketball Association (NBA); Major League Baseball (MLB), así como la National Hockey League (NHL) tienen equipos en el mercado bursátil o son propiedad de empresas que cotizan en la bolsa.
El economista Juan Carlos Ramírez, considera que en la actualidad el deporte se divide en dos sentimientos: el amor a la camiseta y los negocios, aunque el segundo factor ha cobrado mayor relevancia en los últimos años.
El primer club que salió al mercado fue el Tottenham Hotspur en 1983. Casi 20 años más tarde, en 2002, la pasión por el deporte llevó a los inversionistas a crear el índice STOXX Europe Football, que en la actualidad lo integran 20 equipos de futbol europeos y dos entidades deportivas.
En los últimos dos años, el índice ha crecido 35 por ciento, aunque en 2018 sufrió una serie de altibajos ocasionados por varios factores en el mercado europeo.
El equipo más valioso dentro del STOXX Europe Football es la Juventus de Turín con una capitalización de mercado de mil 450 millones de euros.
Balón millonario
El futbol en todo el mundo es una industria que deja ganancias millonarias, tan solo en México este deporte genera ingresos televisivos, entradas al estadio, venta de productos, patrocinios, venta de camisetas, valuación de sus marcas, además de los beneficios que obtienen por ser parte de empresas que ya cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Bolsa Institucional de Valores (BIVA).
Para poder entrar al mercado accionario, como regla principal se requiere que los interesados presenten sus estados financieros en auditados, con la finalidad de evitar actos de corrupción.
Todo lo anterior debido a que en 2015, se puso en duda el ejercicio de este deporte a nivel mundial, al darse conocer casos ilícitos al interior de la FIFA, el organismo más importante de futbol a nivel internacional.
Francisco San José Cabestany, catedrático de Mercadotecnia Deportiva de la Escuela de Ciencias del Deporte de la Universidad Anáhuac argumenta que a pesar de que algunos equipos por irregularidades han sido multados por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), resultaría atractiva su participación dentro de la bolsa.
“La imagen del futbol mexicano podría limpiarse. El país busca que las cosas sean transparentes y se termine la oscuridad en cuanto al tema de corrupción, sería bueno que los equipos se aventuren a compartir sus números y que los aficionados también puedan ser accionistas”, detalla el catedrático.
Los equipos de futbol mexicanos han perdido transparencia ya que se han detectado irregularidades como: evasiones al fisco, doble contabilidad, lavado de dinero, corrupción y malos manejos de directivos y promotores.
La liga mexicana de futbol es una de las que paga los mejores salarios a nivel Latinoamérica, algunos jugadores ganan cerca de 3 millones de dólares anuales. Si los equipos salieran al mercado a captar recursos realizarían mejores inversiones tanto en futbolistas de mejor nivel, como en infraestructura y mercadotecnia.
Aun cuando el deporte se ha visto envuelto en diversos escándalos, Michel Chaín, especialista en temas económicos y de gobierno, considera que el talón de Aquiles de los equipos es que pueden ser exitosos dentro del terreno deportivo, pero en el mundo bursátil las cosas no siempre son tan sencillas.
Sin interés
El futbol es una de las industrias del entretenimiento más rentables. A diferencia de muchos equipos de futbol a nivel internacional, en México todavía no hay alguno que se haya atrevido a dar el paso para cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Uno de los clubes deportivos mejor cotizados de la liga mexicana es Chivas, que está valuado en 297.1 millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes.
En diciembre del año pasado, Grupo Omnilife-Chivas, que encabeza Jorge Vergara y cuyo CEO es José Luis Higuera Barberi, anunció sus intenciones de entrar al mercado bursátil, sin embargo, hasta ahora la noticia ha sido un rumor y solo se ha quedado en la intención de hacerlo público.
Higera Barberi aseguró que aunque aún no hay una fecha específica para que esto se concrete, ya se encuentran preparando una campaña de posicionamiento a nivel nacional e internacional.
Por otra parte, el resto de los equipos de futbol mexicano no ha externado ningún tipo interés hacía la bolsa, y aunque muchos mexicanos estarían dispuestos a invertir y a ganar con sus jugadores favoritos, este panorama aún se vislumbra muy lejano.
Otro de los equipos que podría tener oportunidad dentro del mercado es el América, que pertenece a Emilio Azcárraga, dueño de Televisa, una de las televisoras más importantes en Latinoamérica, con un valor de 174.8 millones de dólares.
Al menos en el caso de estos dos equipos, si Chivas no entra a la bolsa, es más difícil y hay menor posibilidad para el América.
El patronato que maneja al equipo de Pumas y el cual está valuado en 125.3 millones de dólares, tampoco está muy interesado en participar, sobre todo porque es una empresa privada la que se encuentra detrás de su manejo.
Si Cruz Azul como una empresa de cementos no esta listada en la bolsa a pesar de que sus competidores si lo hacen, es muy poco probable que estén interesados en poner a la venta las acciones del equipo, las cuales en la actualidad tienen un valor de 78.1 millones de dólares.
Francisco San José Cabestany expone que lo complicado de que un equipo de futbol entre a la bolsa radica en que a diferencia de las empresas tradicionales que ante cualquier obstáculo mantienen su equilibrio, las acciones que tienen que ver con este deporte son volátiles y extremistas pues las subidas son demasiado altas y las caídas profundas.