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Blindaje a prueba

Desde la “crisis del tequila” a principios de la década de los 90, México ha tenido la precaución de no recaer en una recesión. Sin embargo, aunque el capital en manos de extranjeros ha seguido aumentando, el riesgo no es inminente. 

En el año 2012 la inversión en manos extranjeras llegó a una postura de 472 mil millones de dólares, lo equivalente al 40.1 por ciento del PIB total. 

$472,000
millones de dólares es la posición de inversión extranjera neta
Los factores que dan confianza en el blindaje de la economía mexicana ante una posible salida de capital son los niveles aceptables en la línea de crédito del fondo monetario internacional, la inversión de portafolio y reservas internacionales

Desde la “crisis del tequila” a principios de la década de los 90, México ha tenido la precaución de no recaer en una recesión. Sin embargo, aunque el capital en manos de extranjeros ha seguido aumentando, el riesgo no es inminente. 

En el año 2012 la inversión en manos extranjeras llegó a una postura de 472 mil millones de dólares, lo equivalente al 40.1 por ciento del PIB total. 

Aunque esto pueda parecer preocupante, el reporte analítico de Business Monitor International (BMI) apunta a que no hay riesgo inminente a tener una nueva crisis de balanza de pagos. 

Parte del problema en el que nos encontramos, el cual subraya BMI, es el hecho de que el flujo de portafolios representa el 57.5 por ciento de los pasivos de México. Lo cual implica vulnerabilidad del financiamiento externo ante posibles partidas de inversionistas.

Sin embargo, a pesar de que la inversión en capital en manos de extranjeros ha crecido a pasos rápidos, no parece ser una serie de inversiones especulativas que no sean sustentables en un largo plazo.

Mejor armadura

Como se ha celebrado en la prensa internacional, algunos aspectos macroeconómicos favorables han hecho de México un país atractivo para la inversión. 

El primer tema que resalta BMI es la fuerza que ha venido ganando el peso mexicano, y cómo ha sido un activo atractivo para los inversionistas que mantienen dinero en esta moneda. 

Solo en lo que va de este año el peso se ha apreciado en un 5.36 por ciento respecto al dólar americano. Esto le ha dado confianza a los inversionistas. 

Aunado a esto, mencionan que desde hace tiempo, los reportes de esta organización sobre nuestro país apuntan a un crecimiento en la industria manufacturero. Esto ligado con un crecimiento en el consumo. 

En conjunto, estos factores y el buen control de la deuda pública federal han propiciado los flujos de inversión hacia nuestro país. 

A diferencia de lo que ocurrió a finales del siglo pasado, parece que no han sido flujos especulativos hacia México; en este sentido, el aumento esperado del crecimiento puede respaldar el capital foráneo. 

Así que en caso de que exista una salida de capital, se espera que sea de manera gradual y no una corrida que podría poner en problemas graves al país. 

El segundo tema del que habla BMI, que no tiene que ver directamente con indicadores macroeconómicos, es lo que se espera que ocurra con la Inversión Extranjera Directa (IED). 

En los próximos años se prevé que haya un aumento en el flujo de inversión al país y una moderación en la salida. 

Por último, el tema de las reservas internacionales es otro eje importante en el “blindaje” de alguna posible crisis de balanza de pagos que podamos tener. 

Aunque hace un par de semanas hubo una disminución en las reservas internacionales, todavía están en altos niveles históricos, en más de 166 mil millones de pesos. 

Esto ha sido uno de los temas que Agustín Carstens, gobernador del Banco Central, indica como parte de un blindaje a la economía, en caso de que algo llegue a suceder. 

Uno de los detonantes de la crisis de 1994 fue la caída de dichas reservas. Solamente durante este año se redujeron de 27 mil millones de pesos a 6 mil millones. Con la cantidad que tenemos ahora, una caída no debería terminar en un problema mayor.

BMI habla también de la línea de crédito que tenemos con el FMI de 73 mil millones de dólares. Estas dos redes de apoyo pueden servir al país en caso de que haya una salida abrupta de capital. 

El riesgo del peso

Además del miedo de la salida de capital, el tema del peso es importante en estrategias del Banco de México.

En caso de que el peso siga apreciándose y por tanto el tipo de cambio respecto al dólar siga bajando, puede haber presiones inflacionarias. 

Y como precisamente el último dato de inflación mostró una tasa de 0.73 por ciento del mes de febrero a  marzo, lo cual implica una tasa anualizada de 4.5. Lo cual ya está por encima del objetivo inflacionario del Banco Central.

Esto es una señal de que posiblemente habrá medidas de política monetaria para controlar la inflación. 

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