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Apoyan la reforma para atraer talento

El lunes, el presidente Obama inició otro de sus controversiales proyectos de reforma en Estados Unidos. 

Ante una multitud en Las Vegas, una región predominantemente latina que ganó en las elecciones pasadas, el presidente prometió cambios a millones de latinos que viven de manera ilegal en Estados Unidos. 

Anuncios como los anteriores han sido comunes en la vida política de Estados Unidos, aunque muchos argumentan que esta vez es diferente.

Las grandes de la tecnología que han entrado al debate migratorio, como Google, Microsoft, Adobe e Intel abogan por un sistema más flexible de contratación
Las empresas enfocadas en la innovación abogan por esta reforma, pues han tenido que frenar proyectos al dejar ir a sus empleados extranjeros cuando terminan sus visas de trabajo

El lunes, el presidente Obama inició otro de sus controversiales proyectos de reforma en Estados Unidos. 

Ante una multitud en Las Vegas, una región predominantemente latina que ganó en las elecciones pasadas, el presidente prometió cambios a millones de latinos que viven de manera ilegal en Estados Unidos. 

Anuncios como los anteriores han sido comunes en la vida política de Estados Unidos, aunque muchos argumentan que esta vez es diferente.

Más allá de las presiones políticas y sociales, que sin duda son muchas, yacen también otros intereses que podrían entrar en la ecuación.

Cientos de empresas, y algunas de las más grandes del mundo, han estado solicitando al gobierno que al menos relaje sus restricciones a la inmigración. 

Sin fronteras

Las empresas enfocadas en la innovación han sido las que más abogan por esta reforma, pues argumentan que no hay suficiente talento para llenar sus puestos de trabajo. 

Los ingenieros mejor calificados que acuden a las universidades en Estados Unidos terminan regresándose a sus países de origen ante el costo y la dificultad de obtener una visa de trabajo. 

Según las leyes en vigencia, hay un límite de 9 mil 800 visas por año por país. 

En total, hay un límite de 65 mil visas regulares por año, más unas 20 mil para estudiantes que han recibido una maestría o doctorado de una universidad en el país.

Ello significa que para una empresa resulta casi imposible contratar a uno de los millones de ingenieros chinos que están altamente capacitados. 

Además, en cada ocasión que se solicita una visa, es necesario explicar a detalle la razón por la cual un extranjero puede tener el empleo, pero no un estadounidense.  

Las empresas también deben comprobar que intentaron llenar el puesto con talento local, por lo que terminan publicando en el periódico y páginas de Internet la vacante, aun y cuando saben que nadie podrá llenarlo.

El arreglo ha incrementado los costos, pero también ha frenado la innovación en muchas de las empresas emblemáticas de Estados Unidos.

En el 2009, Google gastó 4.5 millones de dólares solamente en visas, y hasta mantiene a un “equipo de movilidad global” de tiempo completo para ayudar a sus empleados con los burocráticos procesos de visas. 

Otro ejemplo es Microsoft, que se ha visto en la necesidad de frenar proyectos y ha comenzado discretamente a tratar de cambiar la actitud en Washington. 

En septiembre del año pasado, Brad Smith, vicepresidente ejecutivo de Microsoft, viajó a Washington D.C. para conversar con expertos en un foro del Brookings Institute, uno de los centros de investigación más influyentes de la capital. 

En la conferencia se abundó sobre la seria amenaza para el liderazgo estadounidense que representa el déficit de talento. 

Actualmente hay 6 mil puestos para ingenieros altamente capacitados que la empresa no ha podido llenar. 

La desesperación es tal que la multinacional incluso ha ofrecido al Congreso pagar hasta 10 mil dólares por visa adicional.   

El sistema bizantino de migración estadounidense, que genera costos cuantiosos para las empresas, difiere sustancialmente de otros países industrializados.

Por ejemplo, en Australia y Canadá, los candidatos para visas son aceptados en base a un sistema de puntos, donde la educación cuenta bastante. 

La perspectiva macro

Además de las empresas, otros influyentes centros de investigación han abogado más convincentemente a favor de una reforma migratoria.

Cato Institute, de corte liberal y con fuerte influencia entre republicanos, ha argumentado que los programas de trabajadores temporales en agricultura son tan caros y burocráticos que no se usan y afectan a la competitividad del campo.

El centro ha ido más allá a exponer las fallas en sistemas de verificación de empleados legales y mayor seguridad en la frontera.

De acuerdo con especialistas de la institución, mayor movilidad de trabajo, es decir leyes más flexibles para contratar a extranjeros, podría ser altamente beneficioso para el país en el largo plazo. 

Buenas noticias…
 para algunos

Si bien el Congreso, Obama y las empresas parecen estar todos de acuerdo en reformar el sistema migratorio, esto no significa necesariamente mejores oportunidades para los ilegales que ya residen en el país.

La presión por parte de las empresas se ha limitado casi en su totalidad a trabajadores altamente calificados. 

Las grandes de la tecnología que han entrado al debate migratorio, como Google, Microsoft, Adobe e Intel abogan por un sistema más flexible de contratación, pero no amnistía para quienes ya viven ahí. 

Es decir, el arreglo final podría parecerse más a los modelos de otros países industrializados, que ofrecen visas para atraer talento.

Las empresas generalmente se han alejado del polémico tema de los indocumentados que ya residen dentro de Estados Unidos. 

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