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Alertan contra emergentes

En el periodo posterior a la crisis del 2008, los mercados emergentes fueron las estrellas de los mercados financieros, ofreciendo rendimientos envidiables contra las debilitadas economías desarrolladas. Gracias a esto, aproximadamente 2.9 billones de dólares fluyeron hacia estas economías entre el 2009 y el 2013.

Pero hoy las cosas han cambiado, y los mercados emergentes de países como el BRIC (Brasil, Rusia, India, China), Turquía, y México, entre otros, han perdido su brillo. 

24%
el aumento, en el 2013, del MSCI World Index, que abarca los mercados accionarios de 23 economías desarrolladas
En acciones, bonos, o divisas los mercados emergentes han decepcionado a los inversionistas internacionales en el último año
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En el periodo posterior a la crisis del 2008, los mercados emergentes fueron las estrellas de los mercados financieros, ofreciendo rendimientos envidiables contra las debilitadas economías desarrolladas. Gracias a esto, aproximadamente 2.9 billones de dólares fluyeron hacia estas economías entre el 2009 y el 2013.

Pero hoy las cosas han cambiado, y los mercados emergentes de países como el BRIC (Brasil, Rusia, India, China), Turquía, y México, entre otros, han perdido su brillo. 

Los mayores bancos de Wall Street, como Goldman Sachs y JPMorgan Chase, ahora prevén que después de un desempeño decepcionante en el 2013 los mercados emergentes sigan con una tendencia negativa durante este año. Ya sea en el mercado accionario, de bonos o de divisas, la recomendación es clara: huyan de los emergentes.

Bloomberg reporta que Goldman Sachs está recomendando a sus clientes reducir en un tercio sus inversiones en mercados emergentes, citando una predicción de “significativamente bajo rendimiento” para las acciones, bonos y monedas de estos países durante los próximos 10 años. 

Por su parte, JPMorgan Chase ha indicado que prevé que en este año el rendimiento de los bonos de los mercados emergentes sean tan solo un décimo del rendimiento promedio que estos han mostrado del 2004 a la fecha. 

Además, Morgan Stanley estima que monedas como el real brasileño, la lira turca y el rublo ruso continuarán cayendo después de haberse depreciado hasta 17 por ciento frente al dólar en el 2013.

Las causas de este cambio en las fortunas colectivas de los mercados emergentes son diversas y complejas. Una de las principales razones es la recuperación económica de las economías desarrolladas de Norteamérica y Europa.

Aunque posterior a la crisis financiera los mercados emergentes fueron un importante refugio para los inversionistas, las señales de recuperación en las economías desarrolladas y los indicadores económicos decepcionantes en las emergentes han instigado fugas de capital en los países en desarrollo.

Otro factor importante ha sido el recorte en el programa de estímulo monetario de la Reserva Federal (Fed), el banco central de los Estados Unidos. El recorte gradual del estímulo ha enviado la señal a los mercados de que las tasas de interés en las economías desarrolladas no tardarán mucho en subir, volviéndolas atractivas de nuevo y golpeando a los mercados emergentes con fugas de capital y una significativa depreciación de sus monedas frente al dólar.

Pierden el atractivo

Por donde se busque, en acciones, bonos, o divisas, los mercados emergentes han decepcionado a los inversionistas internacionales en el último año. 

En los mercados accionarios, el Índice de Mercados Emergentes de MSCI, que cubre más de 800 acciones en 21 países, cayó 5 por ciento en el 2013, y lleva una pérdida de casi el 3 por ciento en lo que va del 2014. 

En comparación, el índice de MSCI correspondiente a los mercados desarrollados mostró un aumento de 24 por ciento en 2013. Bloomberg reporta que este es el peor desempeño para las acciones de mercados emergentes frente a las de países desarrollados en 15 años.

En cuanto a deuda, el año pasado los bonos de países en desarrollo mostraron sus mayores pérdidas desde el 2002, con una caída de 6.3 por ciento para los inversionistas. Estos bonos se han visto presionados debido a la salida de los inversionistas, con fugas de capital que rebasan los 13 mil millones de dólares en 2013, y esto ha resultado en mayores costos de financiamiento para estos países, en promedio alcanzando tasas de casi el 7 por ciento.

The Wall Street Journal reporta que los especialistas ahora apuntan que en el 2013 el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense avanzó más lentamente que el rendimiento de la deuda de mercados emergentes, lo cual ha exacerbado los retos fiscales y de financiamiento para los gobiernos y empresas de los países en desarrollo.

En cuanto a divisas, países vulnerables como Brasil, India y Sudáfrica, entre otros, han sufrido fuertes depreciaciones de sus monedas frente al dólar. Esto ha resultado en una inflación acelerada y en un reto formidable para sus bancos centrales, que no pueden proteger su moneda sin arriesgarse a frenar más el crecimiento económico de sus países.

La incertidumbre política

Por si el desempeño económico y rendimiento financiero decepcionante no fueran suficiente, los analistas también apuntan que la inestabilidad política es un reto que en el 2014 podría descarrilar a diversos países en desarrollo. 

Durante este año, 23 mercados emergentes, incluyendo a Brasil, Turquía e India, sostendrán elecciones, lo cual resulta en mayor incertidumbre sobre el curso que tomará su política nacional y aumenta la volatilidad de sus mercados.

En medio de estas circunstancias, México ha emergido como uno de los mercados emergentes más estables y con mayor potencial a los ojos de los inversionistas extranjeros. Aunque el peso perdió casi 1.5 por ciento de su valor frente al dólar en el 2013, se apreció 14 por ciento frente al real brasileño. 

En parte, esta percepción internacional tiene que ver con el mayor potencial de crecimiento representado por las reformas estructurales impulsadas por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, sobre todo la reforma energética que pretende dar mayor apertura a la industria petrolera mexicana.

Aunque el gobierno mexicano ahora estima que en el 2014 la economía del país crecerá 3.9 por ciento, la experiencia de otros países emergentes sugiere que México no puede bajar la guardia ante los riesgos externos, ni permitir que las reformas estructurales se queden solo en el papel, sin una aplicación efectiva.

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