Acechan 
crímenes
 a empresas

La primera Encuesta Nacional de Victimización a Empresas, publicada recientemente por el INEGI, arroja preocupantes datos sobre el nivel y tipo de crímenes cometidos contra empresas del país, así como sus costos a la economía nacional.

Para recabar los datos, de mayo a junio del 2012, el INEGI preguntó a más de 3 millones 700 mil empresas de todo tamaño sobre su experiencia en el 2011 con delitos del fuero común, es decir aquellos no relacionados con el narcotráfico.

La confianza en el gobierno local y el sentido de seguridad entre los gerentes y dueños de empresas está por los suelos: a nivel nacional, 70 por ciento de las empresas se sienten inseguras

La primera Encuesta Nacional de Victimización a Empresas, publicada recientemente por el INEGI, arroja preocupantes datos sobre el nivel y tipo de crímenes cometidos contra empresas del país, así como sus costos a la economía nacional.

Para recabar los datos, de mayo a junio del 2012, el INEGI preguntó a más de 3 millones 700 mil empresas de todo tamaño sobre su experiencia en el 2011 con delitos del fuero común, es decir aquellos no relacionados con el narcotráfico.

Con esta encuesta se busca dar el primer paso a solucionar el problema de la inseguridad, que es la medición, aunque a primera instancia pueden considerarse alarmantes sus resultados.

El INEGI separa los tabuladores, o datos que se pueden descargar, en diversos temas, entre los que están: el nivel de victimización y delincuencia, caracterización del delito, percepción de la seguridad, entre otros.

Suena la alarma

En cuanto a niveles de delitos, la cifra resulta agobiante.

A nivel nacional, la tasa de prevalencia delictiva por cada 10 mil unidades económicas es de 3 mil 737. Es decir, de cada 10 empresas, casi 4 fueron víctimas de algún delito en el 2011.

No obstante, a nivel estatal destacan casos más extremos. En Guanajuato y el Estado de México, la tasa salta a 4 mil 640 y 4 mil 780, respectivamente.

En un lugar cercano se encuentra el Distrito Federal con una tasa de 4 mil 152.

Pero la humillante distinción del peor estado va para Nuevo León, en donde la tasa alcanza 4 mil 870. Es decir, el 48 por ciento de las empresas en ese estado han sido víctimas de un delito del fuero común.

El sector más golpeado a nivel nacional fue el del comercio, con 4 mil 155 empresas víctimas por cada 10 mil.

Resalta también que pese a tener mayores formas de evitar delitos, en tamaño, las empresas que más sufren son las grandes.

Mientras que 36 por ciento de las microempresas padecieron por algún delito, el 63 por ciento de las grandes sufrieron bajo la inseguridad.

Sin embargo, la distinción entre tipos de delitos también es importante y el INEGI de igual manera ofrece datos interesantes.

Entre las empresas grandes, los delitos más frecuentes fueron robo a mercancías o traslados, y corrupción, mientras que las micro y pequeñas sufrieron más por extorsiones.

La corrupción aparece en los primeros tres lugares de delitos más comunes, sin importar el tamaño de la empresa.

Tal vez por el nivel tan alarmante de delitos y la afectación común de la corrupción, la confianza en el gobierno local y el sentido de seguridad entre los gerentes y dueños de empresas está por los suelos.

A nivel nacional, 70 por ciento de las empresas se sienten inseguras en el municipio donde están establecidas.

En este sentido, los peores estados son Morelos, con un 85.8 por ciento, seguido de Chihuahua y Veracruz, con 85 y 84 por ciento, respectivamente.

El 60 por ciento de los encuestados dijeron que el tema que más afecta a su negocio es la inseguridad y delincuencia. En Nuevo León, el dato salta a 78 por ciento, seguido de impuestos, con 29 por ciento.

¿Y el gobierno?

Con base a los datos de la encuesta, el INEGI calcula que el total de los daños a los negocios ronda el 0.75 por ciento del Producto Interno Bruto.

Ante tales cifras, quedaría esperar una respuesta por parte de las autoridades para acabar con los delitos del fuero común, pero esa esperanza es poco compartida en las percepciones de las empresas.

A nivel nacional, 70 por ciento, o 7 de cada 10 empresas, dijeron percibir corrupción en la policía municipal. La policía judicial se acerca con 66 por ciento, y la policía federal, con 58 por ciento.

También a nivel nacional, solo el 8 por ciento de la población tiene mucha confianza en su policía estatal.

Además, las armas que el Estado emplea para disminuir el delito parecen poco prometedoras. Las acciones que las empresas identifican como recurrentes para combatir a la criminalidad en su localidad son el patrullaje y vigilancia policiaca.

A pesar de que el 88 por ciento de los crímenes que ocurren en las empresas pasan a la llamada “cifra negra”, es decir, no se denuncian ante la autoridad correspondiente, los programas de denuncia están en el último lugar de menciones en la encuesta.

La falta de resultados contra la delincuencia común en el ámbito empresarial hasta el lunes se limitaba a especulación y algunas notas anecdóticas.

Pero esta nueva base de datos refleja cuantitativamente el contraste directo del que muchos empresarios hablan cuando se refieren a las finanzas públicas.

Hoy los estados están más endeudados, como Nuevo León y Coahuila, han planteado la posibilidad de incrementar los impuestos estatales, a pesar de que no parecen estar respondiendo ante su primera responsabilidad: cuidar a las personas y a la propiedad privada.

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