4 formas en las que puedes entrar en el Buró de Crédito

Uno de los problemas de estar en el Buró de Crédito es que, por lo general, tendrás menos posibilidades de que tu préstamo sea aprobado. Pero no te preocupes porqué actualmente podrás encontrar préstamos sin buró con los que podrás solicitar préstamos sin importar que estés en la lista de morosidad. Aunque existan entidades financieras […]

Uno de los problemas de estar en el Buró de Crédito es que, por lo general, tendrás menos posibilidades de que tu préstamo sea aprobado.
Pero no te preocupes porqué actualmente podrás encontrar préstamos sin buró con los que podrás solicitar préstamos sin importar que estés en la lista de morosidad.

Aunque existan entidades financieras que ofrecen este tipo de préstamos, siempre habrá una serie de condiciones que tendrás que cumplir, como por ejemplo, residir en México, disponer de una cuenta bancaria a tu nombre y tener ingresos suficientes para poder hacer frente a las cuotas de tu préstamo. No hace falta que sean ingresos correspondientes a una nómina, si no cualquier otro como pueden ser ingresos por alquiler de alguna vivienda, prestación de desempleo o pensión.

¿Te preocupa que puedas acabar inscrito en el Buró?

Te presentamos 4 formas en las que podrías acabar en el Buró para así poder evitarlas:

1. No pagar una factura

Seguro que te ha pasado que alguna compañía te ha ofrecido algún mal servicio y has acabado por no pagar la última factura para simplemente cambiar a otra compañía. Pero no es la mejor manera de hacerlo y, además, te acabará repercutiendo. Si pagas la factura en el momento, te evitarás problemas futuros.

2. No pagar una factura porque no estás de acuerdo

¿No te ha pasado? Has recibido una factura de tu celular o de Internet más elevada de lo que esperabas o, simplemente, no estás de acuerdo con el importe del servicio prestado. Es una situación parecida a la anteriormente descrita pero en esta ocasión, lo recomendable es acudir a un asesor para que pueda ayudarte a tomar el camino correcto.

Puede que tu seguro tenga un servicio legal que puedas usar en este momento, o puedes pedir información y ayuda a una asociación de consumidores.

Lo último que deberías hacer es no pagar la factura por el simple hecho de no estar de acuerdo con ella. Existen formas más fáciles de solucionarlo y sin que te acabe afectando a largo plazo.

3. Olvidar pagar una factura porque te has mudado

Cuando te mudas tienes muchas cosas en la cabeza, nos pasa a todos. Pero no olvides pagar tus facturas pendientes aunque hayas cambiado de domicilio.
Por ello, antes de irte, haz un repaso de todas las empresas y servicios que tienes contratados en tu hogar para así no olvidarte de ninguno y poder cancelarlos todos en el momento.

4. Una multa que no te han notificado

¡Es algo muy común!
Hay muchas personas que descubren al cabo de un tiempo que forman parte del Buró de Crédito y no tenían constancia de ello. Esto puede ocurrir por no haber pagado una multa de la que no has sido notificado. Algo que puedes hacer es cambiar correctamente todos tus registros de residencia en el Registro Consular cuando vayas a mudarte y así prevenir estas incómoda situaciones.

Siempre tienes la opción de consultar un abogado si tienes este tipo de problema y, además, puedes intentar salir de ese listado de morosidad cumpliendo con algunos requisitos.