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10 años de la crisis de Lehman Brothers

Este mes se cumple una década de la quiebra del banco de inversiones estadounidense, la cual desató un desequilibrio global. Aunque los sistemas financieros mundiales se fortalecieron y los gobiernos aprendieron importantes lecciones no se puede descartar que una nueva recesión volverá a ocurrir

“No podemos descartar la idea de que habrá otra crisis mundial”
Leticia ArmentaInvestigadora en economía del Tecnológico de Monterrey

Hace 10 años, la pesadilla se volvió realidad. Previo a la apertura del mercado, el mundo fue testigo de una noticia que llevó a la economía global a caer en la mayor crisis desde la década de los 30: Lehman Brothers se declaraba en bancarrota.

La decisión llegó días después de que el banco neoyorquino anunciara una pérdida de 3 mil 900 millones de dólares (mdd) durante el tercer trimestre de 2008, situación que lo ubicó frente a una grave inestabilidad de liquidez por el impago de créditos inmobiliarios.

Al no hallar comprador, pues Bank of America y Barclays rechazaron la oferta, el grupo con más de 150 años de antigüedad solicitó al gobierno de Estados Unidos un rescate, pero este se negó.

El saldo que el banco dejó ese 15 de septiembre de 2008 fue una deuda por 691 mil mdd y 25 mil empleados en la calle. La escena se repite en todas las fotos que se capturaron a las afueras del edificio sede ubicado en 745 Seventh Avenue: mujeres y hombres con rostros desencajados cargando cajas con sus pertenencias.

“Esta crisis obligó al sistema financiero internacional a poner una serie de correcciones para evitar que algo similar volviera a ocurrir. Se aprendió la lección, pero aún quedan pendientes por resolver”, dice Leticia Armenta, investigadora en economía del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México

Los síntomas de la mayor quiebra en la historia estadounidense fueron evidentes desde años atrás, pero el tema cobró relevancia hasta 2008.

“A pesar de que se realizó un esfuerzo importante para frenar el daño global, los efectos colaterales siempre pegan”
Ángel MéndezEspecialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle

Entre 2004 y 2006, la Reserva Federal de Estados Unidos aumentó las tasas de interés de 1 a 5.35 por ciento. Esto provocó que las personas que habían solicitado préstamos hipotecarios no pudieran pagar sus plazos, por lo tanto, sus casas se vendieron en subastas a un menor precio.

En tres años (2004-2007), alrededor de 1.2 millones de estadounidenses perdieron su casa y los ahorros de toda su vida, de acuerdo con cifras de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, por sus siglas en inglés).

Meses después, a inicios de 2007, estalló la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos, que luego se propagó por todo el mundo. México no fue la excepción.

El Producto Interno Bruto (PIB) de la segunda mayor economía de América Latina cayó 8 por ciento al cierre de 2009 y el desempleo alcanzó un nivel de 6.5 por ciento en el primer semestre de 2010, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Por su parte, el peso mexicano perdió hasta 50 por ciento de sus valor frente al dólar estadounidense, hecho que orilló a los inversionistas a adquirir grandes cantidades de billetes verdes.

Su caída provocó la segunda crisis financiera más grave, sólo superada por la gran recesión que ocurrió en 1929

Era Trump

Ángel Méndez, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, opina que, a una década de distancia de la caída de Lehman Brothers, la economía más poderosa del mundo es otra y su sistema financiero también, aunque los desafíos a los que se enfrenta son mucho más complejos.

“Estados Unidos tiene como presidente a un hombre que se ha caracterizado por sus formas hostiles de negociar, algo que le ha generado enemistades con el mundo”, expone Méndez.

Pero, el inquilino de la Casa Blanca no es lo único que preocupa a los analistas. En la actualidad, el mercado está atento a los efectos que pueda generar una guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Ayer, el mandatario republicano autorizó la entrada en vigor de un arancel del 10 por ciento a una lista de 5 mil 745 productos chinos valorados en 200 mil mdd. Con esta imposición, las nuevas tarifas se suman a las que se encuentran activas y que afectan a la mitad de las importaciones anuales del dragón asiático.

La disputa comercial entre ambos gigantes económicos ha golpeado para ambos lados. En el caso específico de Estados Unidos, se acumularon tres meses consecutivos con salidas de flujos extranjeros del mercado de capitales local a finales de agosto, hecho que no se experimentaba desde el periodo entre noviembre de 2015 y enero de 2016.

Fuera del conflicto entre Washington y Pekín, ambos especialistas descartan que en este momento el mundo se encuentre frente al peligro de una recesión.

No obstante, Leticia Armenta, del Tec de Monterrey, advierte que quizá un nuevo tsunami se está gestando con en el crecimiento de la deuda global, la cual se ubicó en 318 por ciento con relación al PIB internacional al cierre del año pasado.

“Es imposible saber cuándo ocurrirá una nueva crisis, pero algunas economías comienzan a mostrar señales que no pueden ser ignoradas”.

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