VIDEOJUEGOS

Rusia tiene planes para salvar su industria de videojuegos

Actualmente los organismos gubernamentales rusos aún están en etapas de planeación y por lo tanto hay múltiples planes bastante 'ambiciosos' para lograr el objetivo final.

A casi un año del inicio de la invasión rusa a Ucrania, el gobierno te Vladimir Putin todavía resiente las repercusiones internacionales. Ni siquiera la industria de los videojuegos se escapa de este lamentable conflicto. A raíz del mismo, se implementaron varias sanciones económicas internacionales a Rusia. Además, muchas compañías de videojuegos (como Sony o Nintendo) salieron del país. Evidentemente, la industria nacional rusa está bastante golpeada.

Al parecer el gobierno ruso reconoce la importancia de los videojuegos pues a raíz de lo anterior se reportan diversos planes para subsanar la industria. Por ahora no han comenzado ningún tipo de acciones concretas, más bien solo es pura teoría, especulación y analizar todos los posibles planes. Por lo tanto, se han considerado varias opciones y algunas hasta bastante, ‘ambiciosas’. Estos esfuerzos los llevaron a cabo entre el departamento de Turismo, Deporte, Cultura y Comunicaciones del gobierno ruso junto a empresarios privados de la industria.

Videojuegos a la manera rusa

A grandes rasgos, por ahora, hay tres posibles opciones para desarrollar una industria de videojuegos nacional en Rusia. Cada plan es más grande que el anterior aunque todos tienen como meta el año de 2030. La primera opción es simplemente un plan de regeneración de las empresas nacionales con una inversión de $7 MMDD y posicionar la industria entre el top 20 de países líderes. La segunda opción implica una inversión de $20 MMDD para desarrollar ‘avances en la industria’. No se menciona más pero tal meta podría traducirse en desarrollar tecnología. Actualmente ya hay un plan independiente en marcha justamente para desarrollar un motor gráfico ruso al estilo del Unreal Engine de Epic Games.

La tercera opción es la más osada de todas. Para empezar, implica invertir hasta $50 MMDD para transformar a Rusia en una de las más grandes potencias de videojuegos en el mundo. Con este plan, la visión ya no solo es competir comercialmente sino transformar a los videojuegos rusos en una herramienta de influencia cultural. Algo así como persuadir o influenciar al resto del mundo a través de juegos rusos. Como quizá pudiera ser el caso de la industria japonesa aunque ya con una óptica muy política.

Obviamente que en la teoría cualquier cosa es posible, falta poner en práctica algunos de estos planes. Además, al parecer las ideas todavía no se han desarrollado concretamente y todavía queda un largo camino para empezar los esfuerzos. Sin mencionar que, derivado de las sanciones económicas y literalmente el costo de la guerra todavía en curso, quién sabe cómo el gobierno ruso podría subsidiar estos planes.

¿Quieres hacer, qué?

Como datos adicionales, también se propusieron otros planes más concretos y concisos, más o menos. Igualmente para 2030, algunos mencionaron crear nuevos estudios de videojuegos para replicar marcas extranjeras. Se habló por ejemplo del equivalente ruso de Electronic Arts. Otros objetivos son que la industria rusa reciba hasta mil millones de usuarios extranjeros. También se vislumbró desarrollar hasta cuatro motores gráficos diferentes y dos consolas caseras. Tiemblen, Xbox, Sony y Nintendo.

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