Durante el robo solo había un empleado en la tienda el cual nada pudo hacer contra los ladrones. Una semana después el gerente fue despedido.
Actualmente, en plena era digital casi en su totalidad en la industria de los videojuegos, las tiendas distribuidoras están en peligro de quiebra. Tal es el caso de la cadena GameStop. No obstante, dicho panorama no justifica las malas decisiones corporativas y peor aún, los maltratos a los empleados. Ahora GameStop protagonizó otro escándalo y todo comenzó con el robo a una de sus tiendas.
El mes pasado, la sucursal ubicada en Easton, Pensilvania, sufrió un robo. El siniestro ocurrió cuando sólamente había un empleado en turno en la tienda. Dos hombres haciéndose pasar por clientes entraron al establecimiento y preguntaron por consolas PlayStation 5. El trabajador entonces abrió la puerta de la parte trasera de la tienda y ahí fue cuando los dos ladrones lo amenazaron. Al final se llevaron hasta diez consolas PlayStation 5 con un valor total aproximado de hasta $5,000 DLLS.
Una semana después, coincidentemente, GameStop despidió al gerente de esa tienda. Esta situación enfureció el resto de trabajadores, no sólo de esa tienda en específico, sino de toda la cadena. Para empezar, el gerente ni siquiera estaba en turno durante el robo y era un veterano de 13 años en la compañía. Con tanto tiempo en la tienda, el gerente era ampliamente conocido por otros empleados de varias sucursales en el área. De ahí el enojo de otros trabajadores cuando se esparció la noticia de su despido. De hecho se reportó la renuncia de casi todos los empleados de la tienda donde laboraba salvo dos. Situaciones como esta no son raras en GameStop. La compañía lleva varios años con políticas laborales hostiles como continuo recorte de personal. Recientemente se supo que la franquicia dejó de pagar horas extra a sus empleados, razón por la cual se reportaron muchas quejas.
