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REVIEW Vengeful Guardian: Moonrider

En el mundo en general, la tendencia siempre es ir por más y más. Más grande, más complejo, más impresionante. Los videojuegos no son la excepción. Por eso, a veces no está mal pisar el freno y relajarse un rato. Después de todo, de eso se trata la vida, de las pequeñas cosas. Este videojuego […]

En el mundo en general, la tendencia siempre es ir por más y más. Más grande, más complejo, más impresionante. Los videojuegos no son la excepción. Por eso, a veces no está mal pisar el freno y relajarse un rato. Después de todo, de eso se trata la vida, de las pequeñas cosas. Este videojuego es exactamente eso, una vuelta a cuando los títulos eran más simples, pero no por eso menos emocionantes y entretenidos.

Vengeful Guardian: Moonrider es una carta de amor a la nostalgia en todos los sentidos. El juego lo desarrolló el estudio brasileño JoyMasher. Desde la narrativa del juego, la cual no es muy elaborada pues se trata de un título del género de plataformas y acción. La historia futurista está fuertemente cargada del estilo neon punk característico de los años 80’s. En este mundo, el gobierno totalitario y opresor crea super soldados para mantener el poder. Sin embargo el proyecto Moonrider, el soldado más letal de todos, cobra conciencia y decide liberar el mundo.

Retro se describe como un cyborg ninja con poderes

El segundo indicador de que este juego tiene la palabra ‘retro’ escrita por todos lados es su jugabilidad. Justamente, los jugadores más veteranos sabrán de qué va este juego. Actualmente el género de plataformas ya no es tan popular pero no por eso ya no es entretenido. Se trata de todo un reto el dominar mecánicas aparentemente sencillas. En Vengeful Guardian: Moonrider, solo se necesitan los botones de desplazamiento, salto y ataques tanto básicos como especiales. Eso sí, el truco está en tener la suficiente agilidad en los dedos para conectar combos como salto y golpe, despejar la zona de enemigos, correr y saltar, etc.

 

En total, el título cuenta con ocho niveles diferentes, nueve si se cuenta el tutorial. Al derrotar a cada jefe del juego se consigue una nueva habilidad especial. La curva de dificultad no es muy elevada y en general se trata de una experiencia de juego apta para todos. Además, el juego tiene una duración total de unas 3 o 4 horas. Pero, el gran atractivo de Vengeful Guardian: Moonrider está en su rejugabilidad. Después de completar cada nivel se otorga una puntuación y calificación determinada por tiempo, daño recibido y más. Seguro habrá quienes deseen conseguir todos los niveles con la puntuación más alta posible y para eso hará falta mucha habilidad.

Imposible, nada le gana a los 16 bits

El tercer gran indicador de retro en este juego es su estilo artístico. No podía ser un título de plataformas sin sus gráficos en 16bits. Cada nivel es casi como un pixel art en si mismo y también los jefes. En las zonas más intensas repletas de acción recuerda a clásicos como Metal Slug con explosiones por todos lados. Como comentario personal, la filosofía retro también se impuso en el audio pero en este caso no alcanza a sorprender igual.

Como un pequeño bonus del juego, justamente por haberse diseñado al estilo retro, Vengeful Guardian: Moonrider no pide nada a la computadoras actuales. Por lo tanto, el juego es compatible para cualquier PC, de escritorio, laptop o con los componentes de gama más baja. Así que no hay excusa para pasar de este excelente título.

Calificación: 8.0

Ya sea para matar unos minutos de tiempo en el día, conseguir todos los niveles en la puntuación más alta o solo por nostalgia, Vengeful Guardian: Moonrider es una muy buena opción. Sin dudas, el estudio JoyMasher perfecciona con cada entrega su arte para desarrollar títulos totalmente retro. La última pregunta es, ¿estás listo para la venganza?

Vengeful Guardian: Moonrider es un título desarrollado JoyMasher y distribuido por The Arcade Crew disponible para PC, Nintendo Switch, PlayStation 4 y PlayStation5. Para esta reseña se probó la versión de PC proporcionada por el distribuidor.

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