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REVIEW Tunic

Prepárate para vivir una innovadora aventura que le hace homenaje a los viejos clásicos del género.

Si eres un fanático de los juegos de exploración y acertijos al estilo Zelda, Tunic te encantará. A pesar de tener una clara inspiración de este clásico, el juego mantiene su propia esencia y además cuenta con un nivel de dificultad admirable, aunque no lo aparente. Detrás de esta obra está Andrew Shouldice, diseñador indie canadiense, quién se tomó hasta siete años para el desarrollo de Tunic pero ¿La espera valió la pena?  A continuación te lo cuento todo.

 

AVENTURA ESPECIAL

Tunic es una aventura de un solo jugador que le traerá bellos recuerdos a todo aquel que haya vivido la época del nacimiento de Nintendo, con las mecánicas, el ángulo del jugador con un punto de vista isométrico y la entrañable historia que esconde. No te olvides de explorar los puntos ciegos pues muchas veces ocultan secretos que dan ventaja al protagonista.

De entrada el juego no te pone en contexto pero no hace falta que te introduzca mucho, ya que los primeros vistazos son para explorar, de hecho jugarlo sin saber prácticamente nada antes hará que tu experiencia sea aún más sorprendente.

SECRETOS POR DESCUBRIR…

Parte de que el juego quiera que lo descubras todo por ti mismo, es adentrarte a los acertijos dónde la mayoría de las pistas son pocas y tu intuición en ocasiones será la única guía. Y si esto no resultara ya lo suficientemente misterioso, el juego relata parte de su historia o introduce nuevas mecánicas en un idioma desconocido e ilegible, que a medida en la que vayamos avanzando y revelando ítems, se hará más claro y entendible.

Algo que llamó mucho mi atención fue la peculiaridad que nos da una pista de otra influencia de un videojuego de inspiración: Dark Souls. Cuando nuestro personaje muere, deja su alma y sus monedas, de modo que podremos reiniciar desde el punto de control más cercano y volver a recorrer el camino, anticipando las posibles amenazas que seguramente originaron que estemos en esa situación.

El coste al morir no es mucho, ya que podremos recoger nuestra alma que a modo de que no seamos atacados inmediatamente, impacta a los enemigos cercanos para dar un poco de espacio y prepararnos para el combate. Nuestro personaje tiene barra de vida y barra de estamina, que no se gasta atacando, pero sí cada que ruedas o al recibir un ataque directo y si te quedas sin estamina sufres más daño, tiene un multiplicador del 50%.

DETALLES DE JUEGO

Otra comparativa con los juegos retro es que no solo la dificultad será característica de este título, también viviremos esa decepción al fallar antes de haber llegado a un checkpoint. Los juegos retro tenían esa peculiaridad, que si perdías volvías al inicio a empezar la misión de cero, obligándote a mejorar tus habilidades o quedarte en ese nivel para siempre. También hay que poner mucha atención al manual del juego, páginas que iremos recolectando a lo largo de nuestra aventura, son pistas animadas acompañadas de un texto que iremos descifrando y que nos servirá de referencia o como instrucciones de una misión de donde nos encontramos.

Calificación: 8.0

Tunic llegó para mostrar su visión de una buena historia dentro de un juego de rol. Una vez que te acostumbras a la cámara isométrica y a la constante exploración y combate, tendrás todo lo que necesitas para recolectar todos los ítems para subir nuestros atributos y completar está sorprendente historia. El ritmo es fluido y la animación combina elementos que logran plasmar ese fantástico mundo.

Tunic es un juego desarrollado por Andrew Shouldice y distribuido por Funji, y se encuentra disponible para Xbox One, Project Scarlett, Microsoft Windows, Mac OS, pero también está disponible en el catálogo de  Game Pass. Para esta reseña se jugó la versión para Xbox One.

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