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REVIEW Sonic Frontiers

Sonic Team decidió hacer algo realmente nuevo con el Erizo Azul, y el resultado es todo menos lo que muchos esperaban.

Durante años se ha tenido la popular creencia que los juegos de Sonic en 3D son malos, y aunque tenemos títulos que confirman esta idea, hay muchos otros que han sido todo lo contrario. Buscando lograr la perfección con Sonic Frontiers, su equipo de desarrolladores aventó todo, absolutamente todo lo que se les ocurrió al juego para hacer de éste un título que cambiara esa creencia. ¿Lo lograron? La verdad es que sí… y no.

CORRE POR TU VIDA

Un nuevo mundo, una misteriosa adversaria y muchos, muchísimos retos son lo primero que encontrarás en Sonic Frontiers. En este título, nuestro héroe azul y sus amigos caen en una serie de islas que sirven como parte de un extensísimo mundo abierto en el cuál Sonic debe cubrir una serie de misiones y recolectar todo lo que encuentre a su paso para seguir adelante.

Aunque la historia se desarrolla a cuentagotas, a momentos eso es lo último que te interesa del jueg, pues la cantidad de cosas que tienes por hacer es demasiada. Cada isla se encuentra llena de retos individuales que pueden ir desde carreras contra el tiempo, acertijos de lógica o habilidad, peleas con enemigos comunes o una simple recolección de objetos (entre muchísimas cosas más), con las cuales vas revelando el territorio donde te encuentras y la localización de sus retos principales. Un momento estás recorriendo un camino lleno de enemigos hacia una meta específica, en otro estás dentro de una mesa de pinball obteniendo anillos y, para no variar en un juego de mundo abierto, al final no sabes cómo es que te encuentras pescando con el siempre afable Bigs the Cat.

RÁPIDO Y LIOSO

Los retos centrales de este juego aparecen en forma de guardianes (que sirven como mini-jefes de área) y las puertas secretas que te llevarán a recolectar llaves escondidas en cada isla para abrirlas y así, entrar al ciberespacio. Esta nueva área sirve como tributo a los juegos clásicos de Sonic, y te ponen a correr en un nivel recolectando anillos y venciendo enemigos mientras buscas la ruta más rápida hacia la meta. Aquí obtendrás aún más llaves y la oportunidad de liberar las esmeraldas del caos, cuyo poder será lo único que te permita enfrentar a los titanes.

La cantidad abrumadora de cosas por hacer en este juego se acompaña de una extensa variedad de cosas por recolectar. Vence a los guardianes para obtener piezas que te darán acceso a las áreas más recónditas del mapa y de paso, abrir el camino para enfrentar al Titán, que sirve como el jefe final de cada isla.

Cada jefe y mini-jefe, al igual que casi todos los enemigos generales son un reto en sí mismo, pues todos tienen una dinámica muy específica para vencerlos, la cuál va más allá de golpearlos hasta que desaparezcan. A veces hay que aturdirlos para poder hacerles daño, otros deben ser despojados de sus armaduras y en el caso de los enemigos más grandes, entrar en toda una secuencia de acciones para poder acercarte a su punto débil.

MUCHO RUIDO, VARIAS NUECES

Para este punto en la reseña no hemos hablado de las semillas de poder y vida, con las cuales los ermitaños de cada isla mejorarán tu poder y defensa, así como los Kokos, pequeñas criaturas que viven en cada área y que debes rescatar para que los Ancianos de su pueblo te ayuden aumentando tu velocidad o la capacidad de cargar anillos. Estas mejoras aparentemente no influyen mucho en Sonic al principio, pero llega un momento en que el erizo se hace tan veloz que ni el propio juego puede seguir a su paso, llenando los escenarios de ‘pop-ups’. Esto significa que en el juego de pronto aparecen elementos que no se veían venir y que en muchos casos ponen a prueba tu capacidad de reacción.

Finalmente, nos faltan mencionar las piezas especiales que hay en cada isla y que debes recolectar para poder salvar a tu amigos, así como los puntos de habilidad que ganar para hacerte de movimientos especiales, pero creo que hemos descrito demasiadas cosas en esta reseña sin llegar al punto central del juego.

UNA GRAN AVENTURA

¿Sonic Frontiers es bueno? La verdad es que sí. Aunque el juego está lleno de todas y cada una de las ideas que se le ocurrió al equipo de desarrolladores, y que esta mezcla hacen que el título se sienta un tanto disímbolo, hay tantas cosas que hacer que la coherencia será lo último que te preocupe de esta producción. El concepto básico de llevar a Sonic a un mundo abierto funciona, y lo hace bien. Claro, la dinámica de pelea necesita mejorar y la historia es un tanto pobre, pero la forma en cómo desarrollan a los personajes es interesante. Gráficamente el juego se defiende, y la banda sonora es una maravilla.

Reducir esta aventura a “la versión de Sonic de Breath of the Wild” es una comparación algo torpe y hasta un poco ingenua. El juego retoma y hace suyas ideas de muchísimos otros títulos hasta que se convierten en un concepto propio, con su estilo y personalidad. No, Sonic Frontiers no es perfecto, pero así como Sonic Adventure fue la base de la cual partieron todos los juegos en 3D de Sonic durante años y Sonic Mania revivió el gameplay clásico de la franquicia, esta producción bien podría ser el comienzo de una nueva y prometedora era para el erizo azul. 

Calificación: 7.5

Sonic Frontiers está lleno de todo tipo retos donde los desarrolladores pudieron acomodar al erizo azul y sus habilidades. Algunas de estas ideas funcionan y otras no, pero no podemos negar que su extensa variedad te mantendrá entretenido por horas. Demasiados conceptos que parecen estar de sobra, así como algunos detalles gráficos hacen que el juego no alcance la perfección, pero definitivamente hacen que sea una nueva y prometedora era para los juegos en 3D de Sonic the Hedgehog.

Sonic Frontiers es un título desarrollado por Sonic Team y distribuido por SEGA para PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox ONE, Xbox Series X / S, Nintendo Switch y PC. Para esta reseña se jugó la versión de PlayStation 5, la cual fue proporcionada por el distribuidor.

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