Ghostbusters: El Legado es la nueva película del universo de los Cazafantasmas originales: Ghostbusters y Ghostbusters II, dirigida por Jason Reitman, conocido por cintas como Juno, Amor sin escalas, Adultos jóvenes, entre otras.
La película comienza cuando, treinta y siete años después de los eventos ocurridos en Manhattan durante 1984, el fundador de Ghostbusters, Egon Spengler, se muda a Summerville, Oklahoma, en donde sospecha que se encuentra el templo del ocultista gozeriano Ivo Shandor.
Ahí intenta crear una trampa para contener a los fantasmas que atentaban contra la seguridad del pueblo, sin embargo, cuando su tecnología falla no le queda otra alternativa que esconderse dentro de su casa.
Tiempo después la hija de Egon, Callie, y sus dos hijos, Phoebe y Trevor, son desalojados de su casa, por lo cual, no les queda otra opción que mudarse a la granja de Egon. Callie tiene la esperanza de solo estar de paso, hasta que Janine Melnitz le informa que su padre no dejó más que deudas luego de su muerte, así que toma la decisión de quedarse durante un tiempo.
En Summerville, Trevor se enamora de Lucky y Phoebe es inscrita a una escuela de verano en donde conoce a su amigo Podcast y a su profesor de ciencias Gary Grooberson.
Mientras intentan lidiar con la mudanza, Phoebe, quien es una pequeña genio, presiente que la granja está embrujada y tras seguir las pistas de uno de los fantasmas y con ayuda del medidor PKE, encuentra una trampa para capturar fantasmas, con la que descubre el pasado de su abuelo en el icónico grupo de Ghostbusters.
En la escuela, Podcast y el profesor Grooberson intentan averiguar qué hay dentro de la trampa, pero su curiosidad los lleva más lejos de lo esperado.
Trevor, Phoebe, Podcast, Lucky y Gooberson formarán un nuevo equipo para salvar a Summerville, a bordo del Ecto-1, de los maléficos planes de Ivo Shador.
Jason Reitman acierta en la nueva perspectiva sobre la cual desarrolla la trama, pues aborda la relación entre los jóvenes, los adultos y sus predecesores, y genera una reflexión sobre las relaciones familiares, sin dejar a un lado la comedia y la aventura.
Otro de los logros del director es darle a esta película su propia identidad, aunque constantemente se refiera a las películas de Ghostbusters de los años ochenta, realmente no se apoya tanto en ellas, excepto para lo necesario dentro de la historia.
Esta cinta continúa el legado del mítico equipo paranormal que salvó a Manhattan hace más de dos décadas.
Ghostbusters: El Legado tiene un equilibrio entre el nuevo cast y con las apariciones especiales de los personajes las películas anteriores, lo cual permite que tanto los antiguos fans y el público que recién se acerca a este universo disfruten por igual.
