Por mucho tiempo los videojuegos han batallado por separarse del estigma de la violencia. Aunque el género de los juegos de disparos es de los más populares, siempre es importante tener presente que se trata de mera ficción. No obstante, en nada ayuda esta nueva información filtrada del mismísimo Ejército de Estados Unidos. Como sacado de una historia ficticia de mal gusto, las fuerzas armadas estadounidenses pretendían reclutar jóvenes a través de los videojuegos.

¡Como se ve en los videojuegos! (CLARO SARCASMO)

Al parecer el medio VICE tuvo acceso a documentos internos del ejército norteamericano. Estos informes describen múltiples campañas masivas de publicidad para captar la atención de jóvenes de la Generación Z, especialmente mujeres, afroamericanos e hispanos. Se habla de patrocinios de millones de dólares en eventos de Twitch, torneos de esports y con influencers todos enfocados en Call of Duty.

Según los documentos el Ejército consideraba los videojuegos, especialmente a Call of Duty, como ‘una potencialmente útil herramienta de reclutamiento’.  Parte de este plan de marketing consistía en acercarse con influencers para que ellos ‘crearan videos de contenido original mostrando las múltiples habilidades ofrecidas por el Ejército’. Por otro lado se buscaba mostrar a soldados reales y figuras célebres del ejército en eventos de videojuegos como torneos. Esta lista también abarcaba por ejemplo Call of Duty Mobile, donde los jugadores podrían conseguir monedas del juego por ver videos publicitarios del ejército. La campaña se extendía a otros medios como la serie de TV de Halo y hasta el medio IGN.

Al final, la campaña se detuvo abruptamente a escasas semanas de comenzar por todo el destape de escándalos sexuales de Activision Blizzard. Actualmente tanto el Ejército como la Armada estadounidenses tienen problemas para reclutar jóvenes de la Generación Z (18-24 años). Las principales causas son la pasada contingencia por COVID, pero también un cambio en la percepción de los jóvenes hacia el ejército. Además los nuevos candidatos no alcanzan a cumplir con los estándares de reclutamiento por salud física, tatuajes o uso de drogas.