Después de una serie de películas con recepción mixta y un reboot, Transformers están de regreso en la pantalla grande… otra vez
Transformers es una de las primeras franquicias de juguetes en atreverse a hacer su salto a la pantalla grande de la mano de Michael Bay, convirtiéndose en una de las sagas más populares de los últimos tiempos, sumando siete títulos. Si bien para muchos esta serie murió desde sus primeros pasos, la audiencia volvió a darle una oportunidad al reboot que planteaba Bumblebee. Ahora, los Autobots están de regreso y enfrentan a una nueva amenaza acompañados de nuevos amigos ¿Transformers: El Despertar de las Bestias tiene lo suficiente para construir sobre la sólida base de su antecesora?
UN GRUPO POCO CONSISTENTE
En esta cinta conocemos a Noah Díaz, un joven que se encuentra en serios problemas económicos e intenta ayudar a su hermano menor, quién padece de una grave enfermedad. En su desesperación, Noah accede a participar en el robo de un Porsche clásico, quién resulta ser Mirage, un Autobot que está atendiendo al llamado de Optimus Prime al detectar la energía de un portal que podría ayudarles a regresar a casa. El portal fue abierto por Elena, una joven antropóloga que se encuentra estudiando reliquias mesoamericanas.
La aventura arranca con la ya clásica y algo repetitiva secuencia del automóvil manejándose solo y el humano a bordo completamente confundido. Y si, aunque es una escena que ya hemos visto en varias ocasiones, no deja de ser entretenida con todo y que sepamos qué va a pasar.
La carrera por conseguir esta llave será contra los Terrorcons, un grupo de robots que sirven a Unicron, una entidad cósmica que se dedica a devorar planetas. Elena y Noah, muy a regañadientes, se embarcan en una aventura rumbo a Perú junto a Optimus Prime, Mirage y Bumblebee, dónde conocerán a los Maximals; otro grupo de robots en forma de bestias con el objetivo de proteger lo poco que queda de su existencia. La historia de Transformers: El Despertar de las Bestias es por demás básica, pero eso no quiere decir que su desarrollo sea malo. Al más puro estilo de Rápidos y Furiosos, Transformers hace de esta película una caricatura con momentos absurdamente épicos, diálogos cómicos y peleas bastante llamativas.
FESTIVAL DE CGI
El trabajo visual que se hizo para este filme es bastante digno de ver. Los robots tienen un alto nivel de detalle y verlos luchar es por demás entretenido; particularmente en la batalla final que, para mí gusto, se pasa un poco de cursi pero no podemos negar que los golpes y movimientos son toda una fiesta visual.
Quienes destacan en este aspecto son los Maximals. El diseño de los personajes y las escenas dónde participan son un deleite y mueven fibras de nostalgia en quienes crecimos viendo Transformers: Beast Wars. Optimus Primal impone y verlo atravesar la selva junto a sus compañeros es simplemente alucinante. Puntos extra por usar otra locación de Latinoamérica que no sea México y más o menos respetar el folclore de Perú. La batalla librada en Machu Picchu cumple con su cometido y es una excelente apertura para la segunda mitad de la película.
¿Transformers: El Despertar de las Bestias es la mejor película de la saga? Probablemente no, pero si llega a colarse al top 3. Consideramos que es un buen homenaje a su contraparte animada cargado de nostalgia. Buenos efectos, diálogos cursis y una historia que se soluciona en segundos pero cuyo desarrollo es entretenido. Una película ideal para los fans de la franquicia y quienes sólo busquen un rato de diversión. Eso sí, la escena final es tan inesperada que logra generar una rara mezcla de emoción y extrañeza.
