Llegó la hora. Este domingo más de 20 mil corredores de varias partes del mundo y, en especial de nuestro país, se darán cita en el Maratón Internacional de la Ciudad de México, el cual en esta ocasión cambió de ruta y se inicia un nuevo ciclo de medallas, lo que hace que esta competencia resulte muy atractiva para todos aquellos que cada año recorren los más de 55 mil pasos que se requieren para cubrir los famosos 42.195 kilómetros.
La edición XXXVII contará con la etiqueta oro de la IAAF, lo cual lo convierte en el primero de América Latina en haberlo obtenido, además de ser reconocido como un maratón verde y ser clasificatorio para correr en Boston, uno de los Majors.
Desde 1983, la primera edición de este Maratón, hasta nuestros días, la organización ha evolucionado tanto como la manera de percibirlo por parte de las personas que conforman la comunidad runner de México.
“Me encanta saber que este evento va en crecimiento, porque esto quiere decir que cada vez más gente está cuidando su salud”, comenta Miriam Morales, corredora y triatleta, quien diario le dedica parte de su tiempo a entrenar para las distintas pruebas que se pone como metas, quien nos recuerda que para la gente que corre un maratón, y en especial el de la CDMX, “la competencia no es con el de a lado, es contigo mismo, es superar a la persona que eras ayer”.
La evolución de este magno evento es la oportunidad perfecta para que la persona que se proponga correr un maratón cambie no solo fisicamente, también en el interior, como comenta Daniel Palacios, ultramaratonista: “Es un momento único en mi vida que permite ubicarme en este presente, además de ser el momento en donde integro toda mi energía”.
Mientras que para Marcia Samperio, arquitecta de profesión y maratonista: Es la fiesta y reto mayor de los runners. El evento para el que nos preparamos a lo largo del año y con el que llegamos a nuestra máxima capacidad. Y aunque sea pesado yo siempre termino extrañando la frieguita previa
“Para cualquier corredor el maratón es la prueba máxima de esfuerzo, el ‘top’, es esa cereza en el pastel a alcanzar en algún momento y después de alcanzarlo muchas veces se convierte en un vicio”, reconoce Luiso Álvarez, director comercial de ALGI y maratonista, “En concreto el Maratón CDMX para todos los chilangos es un orgullo, porque en ningún otro lado te sientes igual de identificado con lo que te representa, los gritos ‘vamos cabrón’, ‘con todo güey’, los olores de la ciudad, la magia de Chapultepec, lo bonito de Reforma, etc”.
Los sonidos de los 42.195 kilómetros
Este maratón tiene la característica de ser no solo para corredores, las calles se inundan de personas que comparten una porra o un ánimo para todo aquel que se propuso la meta de los 42.195 kilómetros.
“La organización siempre es un punto a discusión; sin embargo, quien siempre se lleva las palmas serán todas esas personas que están en los últimos kilómetros apoyando, ofreciéndote un dulce, un vaso de Coca, o simplemente un grito”, explica Luiso.
Un maratón como el de la CDMX se disfruta con todos los sentidos, las calles se llenan de porras, de gritos, de ánimo, incluso de disfrutar del bosque al pasar por el silencio de Chapultepec, o incluso de los sonidos de tu mente al luchar contra el bloqueo por el cansancio que puede llegar a ser el peor enemigo.
