Qatar, a cumplir tras el Mundial

Durante casi un mes, Qatar mostró al mundo una infraestructura millonaria creada para el Mundial. Hoy, toca llevar a la práctica el discurso de sustentabilidad que pregonaron para la siguiente apuesta: los Juegos Olímpicos
Francisco Sánchez Francisco Sánchez Publicado el
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Terminó la fiesta y es momento de que Qatar afronte otro reto: cumplir con aquellas promesas que hizo tras ser designada sede del Mundial, el cual, será recordado a nivel deportivo como la justa donde Lionel Messi (con polémica incluida) por fin consiguió la Copa del Mundo.

Y más allá de los abusos a los derechos humanos o la criminalización de la comunidad LGBT que se denunciaron y criticaron antes de la justa, y en las cuales, se ha mostrado un lento avance, la otra tarea principal radica en demostrar que, en efecto, se trató de un torneo sustentable, aspecto por lo que se apostó por la nación árabe para ser sede.

Alrededor de 200 mil millones de dólares se invirtieron para hacer de Qatar 2022 el Mundial más caro de la historia; sin embargo, el Comité Organizador declaró que la infraestructura estuvo pensada para dejar la menor huella posible sobre la arena qatarí.

El “emblema” de este plan es el Estadio 974, el cual llevó ese nombre por ser el número de contenedores que se utilizaron para su construcción, así como la lada del país. Con un costo de 230 millones de dólares, en la justa albergó siete partidos, siendo el último de ellos el duelo de Octavos de Final entre Brasil y Corea del Sur, el pasado 5 de diciembre.

Se informó que una vez concluido el Mundial sería desmantelado y tendría la posibilidad de ser reutilizado. De acuerdo con informaciones de la BBC, el pasado 9 de diciembre iniciaron los trabajos para sacarlo del “modo torneo”.

Sin embargo, el organismo Carbon Market Watch refiere que “si bien los organizadores de la Copa Mundial 2022 han destacado la naturaleza desmontable del estadio temporal (974), no pudimos identificar planes específicos que muestren a dónde se moverá el estadio, si es que se moverá”.

Algunas informaciones giran en torno a que el estadio podría enviarse a Uruguay, que formará parte de una oferta conjunta con Argentina, Chile y Paraguay para la Copa del Mundo de 2030.

Vale decir que la construcción del estadio tuvo una huella total de gases de efecto invernadero (GEI) 60 por ciento superior a la de las estructuras permanentes, debido al uso de materiales más duraderos que permiten el desmontaje y montaje.

El plan inicial de Qatar era contar con 12 estadios; sin embargo, tres años después de que fue elegida como sede mundialista, se redujo a ocho y siete de ellos fueron de nueva construcción. Sólo el Jalifa Internacional se renovó tras albergar el Mundial de Atletismo de 2019.

Lo anterior se dio porque la FIFA aceptó que el futbol qatarí no necesitaba tantas sedes y ni el país estadios tan grandes para su liga, que tiene 12 equipos y cuya asistencia ronda los pocos miles.

Por ello, la promesa realizada durante la candidatura fue que después del torneo se retirarían gradas de algunos de los inmuebles y el acero y las butacas se donarán a países más pobres que necesitan infraestructura de este tipo, pero aún no se informa nada sobre los destinatarios.

Nuevos usos y otro sueño para estadios de Qatar

Por lo pronto, el Estadio Lusail, sede de la Final entre Argentina vs. Francia, incorporará “un espacio para escuelas, tiendas, cafés, instalaciones deportivas y clínicas de salud”, a decir de los organizadores.

Asimismo, el Al Bayt tendrá un hotel cinco estrellas, un centro comercial y una clínica de medicina deportiva. Otros dos de los estadios serán usados por clubes de la liga local de futbol. El Ahmad bin Ali es sede del Al Rayyan, mientras que Al Wakrah jugará en Al Janoub.

El Jalifa será el escenario de los partidos de la selección nacional, incluyendo las eliminatorias rumbo al Mundial de 2026.

Asimismo, algunos de los estadios se usarán para la próxima Copa de Asia, en enero de 2024. Qatar obtuvo la sede un mes antes de que iniciara el Mundial, luego de que China renunció a la misma por la pandemia. La fecha original era junio de 2023.

Con este nuevo compromiso, quizás el 974 se mantenga para el campeonato asiático dentro de 13 meses. Asimismo, el país también necesita instalaciones para albergar los Juegos de Asia, una cita multideportiva que convoca más atletas que los Juegos Olímpicos, justa que también quiere la nación árabe para 2036 y donde la sustentabilidad es clave de nuevo.

“Los estadios de Qatar son una propuesta de sustentabilidad, una opción de que los inmuebles sean de menor costo y evitar que no se queden como ‘elefantes blancos’. Tecnológicamente sí genera un buen antecedente de una propuesta creativa de tener un inmueble que te sirva para un evento y luego puedas desmontar; te evita costos de mantenimiento”
Gerardo OrellanaProfesor y experto en sociología del deporte UNAM

“Hay que recordar los estadios de Sudáfrica 2010, que no es potencia en futbol y ahí se quedaron. Por lo tanto, lo de Qatar también es un legado de una propuesta que impactaría no solo a este deporte, sino hasta los Juegos Olímpicos con este tipo de tecnología”, agrega.

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