Plaza maldita

¿Puede un lugar ser tan misterioso, enigmático y hasta maldito que a través de los años no exista fuerza poderosa que le cambie la suerte?, tal parece que el estadio Corregidora de Querétaro está destinado al fracaso.

Estar una vez más en la pelea por el no descenso y ahora los problemas legales de su dueño Amado Yáñez Osuna tienen a los Gallos Blancos de nueva cuenta en el ojo del huracán siendo víctimas de una posible historia de terror.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Años de antigüedad tiene el estadio Corregidora de Querétaro

¿Puede un lugar ser tan misterioso, enigmático y hasta maldito que a través de los años no exista fuerza poderosa que le cambie la suerte?, tal parece que el estadio Corregidora de Querétaro está destinado al fracaso.

Estar una vez más en la pelea por el no descenso y ahora los problemas legales de su dueño Amado Yáñez Osuna tienen a los Gallos Blancos de nueva cuenta en el ojo del huracán siendo víctimas de una posible historia de terror.

No es un cuento. Es toda una realidad lo mal que la pasa la plaza de Querétaro en el plano futbolístico, y no de ahora, sino desde hace varias décadas por lo que ya no es nuevo que este nombre se vean involucrado en situaciones de riesgo dentro y fuera del campo.

Hoy en día, la franquicia vive entre palabras que se vuelven cotidianas como “desafiliación”, “lavado de dinero”, “conflictos legales”, “autoridades”. Los jugadores luchan en el plano futbolístico, pero parece que ganar o perder un partido no es lo único que genera sentimientos en la afición queretana.

En el pasado inmediato, Gallos Blancos tuvo problemas de descenso. No estarían ahora en la Primera División de no ser por la venta de Jaguares de Chiapas a la empresa Oceanografía, propiedad de Amado Omar Yáñez, dueño del Querétaro, y que después la Liga MX hizo oficial el cambio de sede del cuadro chiapaneco a la entidad queretana.

Antes de esto, cinco equipos que habían tenido que ver con esta sede también perdieron la categoría por una misteriosa razón que parece inexplicable ante los ojos de propios y extraños.

El estadio Corregidora fue construido para ser una de las plazas anfitrionas del Mundial de Futbol México 86. Lo que nadie pensó es que a través del tiempo se volvería en una cancha enigmática donde solo lo malo puede suceder.

Las “víctimas” de la “Maldición de la Corregidora” hasta el momento son: las Cobras de Querétaro, franquicia que en 1987 se fue al descenso y desapareció. También sufrió el Atlante, que en 1990 también perdió la categoría en esta alfombra de pasto en el centro de la República Mexicana.

El Club Querétaro, en varias ocasiones, le ha tocado sufrir el llanto verdadero de irse a la segunda división. Primero lo vivieron en 1994 para desaparecer al año siguiente.

A ellos se les suma el otro descenso al terminar el Clausura 2004, cuando la Federación Mexicana de Futbol compró la franquicia para que hubiera reducción de participantes.

Gallos volvió a descender en 2007 y otra más en Clausura 2013, colocándolo ahora en una nueva situación adversa como otra víctima de la “maldición”.

La actualidad del equipo lo lleva al cambio de dueño para el torneo en puerta. El Club Querétaro fue intervenido por la Secretaría de Hacienda a solicitud de la Procuraduría General de la República, y a la fecha ya se habla de un posible comprador o nueva “víctima”.

Se dice que Ernesto Tinajero, de CableCom, estaría interesado en adquirir a los Gallos. También se habla de Guillermo Cantú, quien entraría inicialmente como interventor.

Ahora, autoridades federales investigan si el equipo fue utilizado para realizar actividades de lavado de dinero por parte de su dueño, quien está bajo sospecha de haber defraudado al Citigroup. La revisión de la información administrativa comenzó el viernes 7 de marzo.

Un funcionario federal dijo a la agencia AP que autoridades hacendarias pusieron bajo revisión el esquema financiero y administrativo de los Gallos Blancos, cuyo dueño Amado Yáñez y su empresa Oceanografía es señalada del fraude al grupo financiero estadounidense.

El funcionario, que habló bajo condición de anonimato por tratarse de una investigación en curso, dijo que las autoridades indagan toda la información del equipo para ver si fue utilizado por Yáñez de manera irregular, por ejemplo para lavar dinero.

El origen de la maldición

Entre las explicaciones que se dan a esta Maldición de la Corregidora, destaca aquella que asegura que el inmueble con apenas 29 años de existencia fue construido sobre un panteón.

Si bien esta historia ha tomado el rumbo de ser más bien una leyenda, se dice que las almas de los muertos debajo entrerrados no descansan y toman venganza descendiendo a los equipos. 

Apenas en 2007, cuando el club Querétaro luchaba por no descender, Jesús Galindo Zárate, entonces presidente de la Segunda División Mexicana, explicó la teoría que ahora, con el problema de Amado Yáñez, la empresa Oceanografía y los problemas porcentuales, no dejan relajarse a los Gallos Blancos y sus jugadores de la plantilla actual.

Él detallaba que en 1980, cuando los Atletas Campesinos ascendieron, su propietario exigió al gobernador Rafael Camacho Guzmán la construcción de un estadio o se llevaría la franquicia de la ciudad. 

Tras recibir una respuesta negativa, el equipo se vendió, pero Camacho Guzmán sí construyó un estadio, solo que dicen, lo hizo sobre un panteón como medida de venganza.

Las malas lenguas hablan de que la fuente de este maleficio es precisamente la cimentación de la Corregidora en el camposanto, embrujo que ha alcanzado a cinco distintos equipos.

¿Verdad o mito?, la realidad es que esta plaza del futbol mexicano llama la atención. Por lo pronto los Gallos Blanco buscan otro dueño y mejor suerte para el futuro.

 

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