Estrellas fugaces

11 de Sep, 2018

Ya sea en el banquillo o en la cancha, muchas son las estrellas internacionales que han llegado al futbol mexicano, quienes acostumbrados a los reflectores, comienzan con un papel estelar en los equipos, aunque la mayoría es recordada por un paso efímero y poco productivo.

Jugadores como Ronaldinho, Josep Guardiola, René Higuita o Emilio Butragueño, han sufrido de esa problemática, y la designación de Diego Armando Maradona como entrenador de los Dorados de Sinaloa hay quienes aseguran correrá con el mismo destino de no llevar una carrera larga en el balompié nacional.

“Yo no vengo a resolver el fútbol mexicano. Vengo a darle una mano a Dorados y Dorados me la da a mí”

Aunque han sido más jugadores que entrenadores de renombre los que México ha tenido en la liga local, en los banquillos, esta ‘maldición’ no es ajena, y directores técnicos como Leo Beenhakker y Marcelo ‘Loco’ Bielsa, la vivieron hasta en dos ocasiones.

Marcelo Bielsa, quien fue reconocido como el mejor Seleccionador del Mundo en 2001, fue el primero en sufrir de este mal que acongoja a los internacionales en México. Su primera aventura en nuestro país fue con el Atlas de Guadalajara. ‘El Loco’ llegó a los Zorros con un amplio cartel para conseguir el campeonato, pero el objetivo quedó lejos.

Durante su primera etapa con Atlas, Bielsa hizo que los rojinegros se adaptaran a su juego lo más pronto, y así fue. Los Zorros cerraron una campaña espectacular y les alcanzó para llegar a los Cuartos de Final del torneo de 1993-34, donde fueron eliminados por Santos.

El segundo episodio de Bielsa en México fue en América y aunque el campeonato también se le negó, fue descubridor de una generación de jugadores que se convirtieron en referentes de la Selección Nacional, como Germán Villa, Cuauhtémoc Blanco, además de haber recomendado a Rafael Márquez con el Mónaco.

No fue tan exitosa

Leo Beenhakker fue el descubridor de Zlatan Ibrahimovic en Europa, pero esa suerte no la trajo con él a México. El holandés tuvo tres etapas en tierras nacionales, dos con América y una con Chivas, pero la historia fue la misma: un juego muy atractivo con pocos resultados.

En América, Leo dirigió, de acuerdo con él, a uno de los mejores equipos que pudo tener como entrenador, ya que el hambre de triunfo que mostraban jugadores como Zague, Cuauhtémoc Blanco y Joaquín del Olmo, hicieron de las Águilas un equipo ‘temido’ en aquella época.

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“Era un gran equipo con Kalusha, Biyik, Zague, Cuauhtémoc, Joaquín, el mismo Raúl Gutiérrez, como no tenerlo en la memoria es uno de los mejores equipos que dirigí en toda mi carrera”, dijo el holandés en alguna ocasión.

La razón por la cual decidió dejar tanto a América como a Chivas fue la misma, la directiva de estos equipos. Beenhakker rompió hace poco el silencio de lo que pasa con un entrenador en México, y aseguró que el técnico siempre tendrá que lidiar con las decisiones que la directiva quiere imponer, como fue su caso.

Este problema, tal vez, pueda llegar afrontar Maradona con Dorados y Jorge Hank Rhon, dueño del club, ya que hace poco Eduardo Coudet, exentrenador de Xolos, también propiedad de Hank, salió del club por defender a sus jugadores, debido a que les debían casi dos meses de sueldo.

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