El Juego Perfecto

El exlanzador panameño Mariano Rivera podría ser el primer beisbolista en entrar al Salón de la Fama de las Grandes Ligas con el 100 por ciento de la votación, logro que ni siquiera Babe Ruth consiguió
Manuel Sebreros Manuel Sebreros Publicado el
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La juventud de Mariano Rivera estaba muy alejada de un montículo y del éxito que las Grandes Ligas le tenían reservado para él. En su natal Panamá comenzó no como lanzador sino como parador en corto y tras haber vencido las adversidades de la falta de recursos para tener un guante perfecto o el uniforme de su equipo, su historia cambió.

31 años después de la primera vez que un scout de los Yankees de Nueva York lo vio en un torneo juvenil, Mariano Rivera arrastra consigo la fama de haberse ganado el sobrenombre de ‘Apaga y vámonos’, misma que le permitirá entrar en el Salón de la Fama de Cooperstown en su primera inclusión y, tal vez, con el 100 por ciento de los votos.

Hasta el momento, la totalidad de la votación que se ha dado a conocer tiene al panameño liderando la generación 2019 del recinto de los inmortales; sin embargo, nadie ha tenido esa perfección nunca, ni siquiera leyendas como Babe Ruth, Hank Aaron o Willie Mays, el ingreso más alto fue el de Ken Griffey Jr., con 99.3 por ciento en 2016.

99.3
Por ciento ha sido la votación más alta para un pelotero, obtenido por Ken Griffey

Este año representaría también la primera ocasión que dos peloteros latinos son exaltados, pues además de Mariano Rivera, el puertorriqueño Edgar Martínez se encontraba en el conteo parcial con 90 por ciento de las menciones en su décima y última oportunidad de ser elegido. Asimismo, los lanzadores Roy Halladay, quien murió en noviembre de 2017 en un accidente aéreo, y Mike Mussina rebasan el 75 por ciento requerido.

10
Latinoamericanos han sido seleccionados, hasta el momento, al Salón de la Fama

En tanto, la sombra de los esteroides aún persigue los nombres de Roger Clemens, Barry Bonds y Larry Walker, quienes además de Curt Schilling, se encuentran en las inmediaciones del porcentaje solicitado, pero otros como Manny Ramírez y Sammy Sosa cada vez quedan más lejos del objetivo pese a sus grandes números.

Mariano, más que merecido

Con 652 juegos salvados en 19 años de carrera con los Yankees, Mariano Rivera es el líder histórico en ese rubro, pero sus inicios no fueron como cerrador, ya que en sus primeros ochos juegos en MLB fueron como abridor, pero el talento que ya mostraba iba a estallar como especialista de mantener las victorias de los ‘Mulos de Manhattan’.

El 5 de septiembre de 1995 fue la última vez que Mariano subió al montículo para abrir un juego, un año después consiguió su primer rescate y en 1997 se quedó como el taponero oficial de los Yankees, puesto que mantuvo durante 17 temporadas.

Rivera finalizó 952 partidos, su efectividad de carreras limpias fue de 2.21 en 1,115 juegos, fue 13 veces al Juego de Estrellas y en seis ocasiones considerado candidato a ganar el Cy Young

Donde dejó números más impresionantes fue en Playoffs, pues tuvo marca de 8 ganados y un perdido, efectividad de 0.70, 110 ponches en 141.2 entradas, y en 24 juegos de Serie Mundial su porcentaje de carreras limpias permitidas fue de 0.99. Con los Yankees consiguió cinco campeonatos y fue Jugador Más Valioso del Clásico de Otoño de 1999.            

Una vida distinta

Nacido en Puerto Caimito, Panamá, Mariano Rivera estaba destinado al oficio de pescador, a eso se dedicaba la mayoría del pueblo, así como su padre y un tío. Pero Rivera quería destacar en el beisbol y esas ganas las aprovecharon en su comunidad, pues como parte del equipo local era utilizado para lanzar a bateadores de mayor edad cuando él era un niño.

De carácter tranquilo y siempre muy reservado en mostrar sus emociones, Rivera se ganó un lugar entre los líderes de una generación muy exitosa de beisbolistas que tuvieron los Yankees en los 90’s y principios de siglo, como Jorge Posada, Roger Clemens, Andy Pettite, Derek Jeter y Alex Rodríguez.

Los otros favoritos

Édgar Martínez jugó 18 temporadas con los Marineros de Seattle, tras iniciar como tercera base una serie de lesiones lo llevaron a ser bateador designado más de la mitad de su carrera, y ha sido el único en esa posición en ganar un título de bateo, en 1995.

Roy Halladay estuvo con Toronto y Filadelfia en 16 temporadas, en las que ganó 203 juegos y fue dos veces merecedor del premio Cy Young, el más recordado fue el de 2003 cuando superó en votación al mexicano Esteban Loaiza.

Mike Mussina fue lanzador de Yankees y Orioles de Baltimore, en 17 años logró 270 juegos ganados, más que suficientes para que tenga un lugar en Cooperstown.

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