Cuatro ‘batazos’ de éxito
El barrio de Queens está de fiesta. La combinación perfecta de juventud y experiencia en los Mets de Nueva York les permitirá buscar su primer título de Serie Mundial desde 1986, con méritos debidamente ganados.
Al poderoso cuerpo de lanzadores de los Dodgers los hicieron añicos en la Serie Divisional, después acabaron con toda predicción del personaje Marty McFly al barrer a los Cachorros de Chicago en la serie de Liga Nacional.
Indigo Staff6
“Nunca me esperaba estar en un momento como éste, pero ya que estamos aquí le doy gracias a Dios”
El barrio de Queens está de fiesta. La combinación perfecta de juventud y experiencia en los Mets de Nueva York les permitirá buscar su primer título de Serie Mundial desde 1986, con méritos debidamente ganados.
Al poderoso cuerpo de lanzadores de los Dodgers los hicieron añicos en la Serie Divisional, después acabaron con toda predicción del personaje Marty McFly al barrer a los Cachorros de Chicago en la serie de Liga Nacional.
Ahora que van con todo rumbo a la disputa del campeonato de la Major League Baseball es importante precisar ¿cuáles fueron las claves para que los Mets se instalaran en la Serie Mundial 2015?
Cuatro grandes factores pueden dar cuenta de lo que hoy celebran los metropolitanos, que sin importar si ganen o pierdan el gallardete, ya pintaron a Nueva York de azul y naranja.
1. Los brazos mejor guardados
Durante la temporada regular los Mets dieron rienda suelta al potencial de sus lanzadores de experiencia, pero no fue sino hasta la postemporada cuando sorprendieron con cuatro grandes brazos de poder y determinación.
Jacob deGrom, Noah Syndergaard, Matt Harvey y Steven Matz comenzaron los nueve juegos del expectante octubre, cumpliendo con la expectativa de la novena neoyorkina de llevarlos al éxito.
Por ejemplo, DeGrom ganó sus tres aperturas, incluyendo el decisivo Juego 5 de la Serie Divisional y el Juego 3 en la Serie de Campeonato. Harvey ganó el Juego 3 de las NLDS, mientras que Syndergaard ponchó a 20 bateadores en 13 entradas contra seis bases por bolas.
Para su suerte, la rotación no decepcionó y pudo apoyar el trabajo de sus compañeros en el montículo para que ahora los metropolitanos se apunten como favoritos para esta Serie Mundial.
2. El caso Familia
Lo que sucede con Jeurys Familia es tal vez el caso más llamativo entre los jugadores de los Mets. El dominicano comenzó la temporada 2015 con proyección de ser el preparador del pitcher cerrador, pero por suspensión de dopaje de su compatriota Jenrry Mejía, y la baja de juego de Bobby Parnell, las cosas cambiaron de un momento a otro.
Familia se adueñó del montículo como taponero y durante la campaña regular salvó 43 juegos, empatando el récord del club. En la serie de campeonato salvó los primeros tres juegos y dejó colgados a los bateadores en el juego cuatro, por lo que ahora se perfila como el amuleto de los Mets.
“Nunca me esperaba estar en un momento como éste, pero ya que estamos aquí le doy gracias a Dios”, dijo Familia.
Entre las hazañas dentro de la postemporada podemos añadir que no ha permitido carrera alguna en 9.2 innings.
3. El factor Terry Collins
Los Mets son un equipo de héroes inesperados, entre ellos el mánager Terry Collins, un veterano esclavo del beisbol quien a sus 66 años de edad disputará como entrenador su primera Serie Mundial.
Durante la temporada, Terry Collins impuso su pensamiento sobre las críticas que le apuntaron constantemente en sus movimientos dentro del equipo, pero fiel a sus ideales logró mantener firme su proyecto y aun puede ganar mucho más.
“Estuve sentado ahí y me dije, ‘Vaya, estás adentro (de la Serie Mundial) después de todos estos años. Valió la pena la espera. Valió la pena todo el trabajo.
“Es un momento especial para mí. Después de todos estos años, cuando esto ha sido toda tu vida, llegamos a esa serie a la que todo el que ha jugado este juego quiere llegar”, dijo Collins.
4. La ‘Ley de Murphy’
Con un jonrón, el sexto consecutivo en postemporada, Daniel Murphy elevó su estatus de jugador a leyenda en los Mets de Nueva York al llevarlos a la Final de las Grandes Ligas, al grado que ahora lo llaman el “inesperado” MVP.
Bateador de contacto, Murphy se ha convertido en el principal motor propulsor de esta ofensiva neoyorkina, la cual promete mucho en el presente Clásico de Otoño.
Murphy eclipsó el récord de jonrones seguidos en postemporada que el puertorriqueño Carlos Beltrán (Houston) fijó en 2004 al disparar un batazo de dos carreras en el octavo inning.
“No puedo explicar por qué la pelota sigue saliendo del estadio, pero se va”, dijo Murphy, quien se unió a Lou Gehrig como el segundo jugador en la historia de los playoffs de las Mayores en conectar un hit, tener una carrera anotada y remolcar en siete partidos de una postemporada.