Corazón de acero

Un infarto por sobrepeso y malos hábitos estuvo a punto de cortar la vida a Nayar Azua a temprana edad, por lo que decidió hacer un cambio radical y en el deporte encontró la motivación para llevar un régimen saludable y tener éxito
Manuel Cuéllar Manuel Cuéllar Publicado el
Comparte esta nota

A los 20 años, Nayar Azua estuvo muerto durante dos minutos por un infarto al miocardio, resultado de una vida de excesos y malos hábitos que él utilizaba como ‘salida’ para evitar el bullying por su sobrepeso y poder encajar en un grupo social. Tuvo que llegar esa situación de tal gravedad para cambiar su modo de pensar y convertirse en una promesa del fisicoculturismo mexicano.

“De ese día yo lo único que recuerdo es estar tirado en el piso, unas luces de ambulancia y nada más. Despierto y el primer rostro que veo es el de la enfermera. Le habla al doctor y él me dice que me dio un infarto debido al sobrepeso que tenía en ese momento, yo pesaba 140 kilos. Me explica que en el transcurso de la ambulancia al hospital ese infarto me mató dos minutos, cuando me dice eso ya tenía tres días en el hospital, y pensé que habían sido minutos”, relata el atleta a Reporte Índigo.

“Corrí el riesgo de que mis papás no supieran que sufrí un infarto, porque yo inventé que me había ido de vacaciones, yo no quería en ese punto de decirles a mis padres lo que había pasado”
Nayar AzuaCulturista

“Llevaba esa vida porque uno comienza a seguir la corriente de los amigos. Desde que fui gordito sufrí mucho bullying, y el seguir los malos pasos era como una salida para mí (para no sufrir burlas) el fumar, comer, tomar, hacían que se me olvidaran las cosas, ya no me preocupaba por lo que te van a decir y encajas en ese grupo social”, agrega Azua, quien regresó del ‘más allá’, luego de haber pertenecido por 120 segundos al 71.9 por ciento de las muertes por infartos.

En México, siete de cada 10 adultos tienen sobrepeso u obesidad, Nayar vio cómo formar parte de esta estadística lo llevó a tocar fondo. Para revertirlo superó un obstáculo mayor: reconocer su adicción por la comida y bajar de peso.

La motivación para conseguir un cuerpo saludable la encontró al acudir a una competencia de culturismo, donde se enamoró de esta disciplina.

“Para mí no hay droga más fuerte que la comida, porque me da una ansiedad tan fuerte que no puedo controlar, para mí era muy fácil gastar tres mil o dos mil pesos en comida a la semana y no me importaba, después entraba a un modo de culpabilidad, pero no lo dejaba de hacer.

“Después de eso, el infarto y saber que tenía problemas con mi alimentación, fue cuando dije: ‘no más, yo quiero cambiar’. Entonces asisto a un concurso (de físico) porque un amigo iba a participar y es cuando supe que era eso lo que yo quería hacer, porque sabía que tenía la capacidad para estar arriba de una tarima y competir”, menciona Nayar.

Lo más difícil

La determinación de cambiar hábitos y trazarse nuevos objetivos no fueron suficientes para ‘Lobo’, ahora tenía que vencer los prejuicios de los demás, en especial la desconfianza hacia él, principalmente de los entrenadores quienes se negaban a ayudarlo a combatir el sobrepeso.

“Recuerdo que cuando empecé esta vida le dije a mi entrenador lo que quería lograr, y él sólo me miró y me dijo que no lo iba a lograr, que sólo entrenara, que no iba a durar, entonces supe que si él no confiaba en mí habría otra persona que sí lo hiciera, y no me equivoqué.

“Cuando llegué con Herzon, mi actual entrenador, fui muy sincero con lo que quería y sus palabras me motivaron: ‘Va ser muy difícil, pero yo creo en ti y sé que lo vas a lograr’, ese voto de confianza de una persona que conocía poco fue lo que me ayudó para llegar hasta este punto donde ya he ganado medallas, a veces sólo necesitas ese voto de confianza en ti”, dice.

El proceso

Una vez tomada la decisión seguía lo más complejo, echar a andar el plan para bajar 70 kilos, además de definir, junto al entrenador Herzon Nevarez, la rutina de acondicionamiento físico para una persona con antecedentes de problemas cardiacos severos.

“Sí es complicado porque jamás me había tocado un paciente así, con antecedentes sí, pero que haya sufrido un infarto no. Entonces mi misión con él es cuidar su salud, que la rutina sea la adecuada, además de que tiene que estar en un proceso constante de monitoreo, porque puede volver a pasarle”, explica a Reporte Índigo.

Hasta el momento, el trabajo combinado de Herzon Nevarez y Nayar Azua se ha destacado en concursos nacionales como la Copa Gorila y Copa México, donde ha ganado los primeros tres lugares, además de que ha sido reconocido por su esfuerzo personal y profesional, pero su carrera apenas empieza, ya que el siguiente paso para el ‘Lobo’, es ‘aullar’ a nivel internacional y mostrar la fortaleza de su cuerpo y de su corazón.

Show Player
Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil