A convencer o decir adiós
Si la Selección Mexicana no es capaz de gustar y ganar esta noche en el Estadio Azteca contra Honduras, no debe ser capaz de soñar más con llegar hasta el Mundial de Brasil 2014.
No hay excusas ni pretextos. En el papel lucen como favoritos, tanto por ser locales como por su mejora futbolística, así que lo único que deben hacer es vencer al rival en turno para poder aspirar a llegar lejos.
Rocío Cepeda7
"Hemos quedado en deuda, sobre todo en el Azteca. Estamos calificados pero no es suficiente, queremos estar en la mejor posición”
Si la Selección Mexicana no es capaz de gustar y ganar esta noche en el Estadio Azteca contra Honduras, no debe ser capaz de soñar más con llegar hasta el Mundial de Brasil 2014.
No hay excusas ni pretextos. En el papel lucen como favoritos, tanto por ser locales como por su mejora futbolística, así que lo único que deben hacer es vencer al rival en turno para poder aspirar a llegar lejos.
Después de un productivo juego amistoso contra Costa de Marfil, el técnico José Manuel de la Torre tomó un respiro al encontrar el equipo ideal luego de varios intentos. En ese partido logró buena conjunción, una defensa respetable y sobre todo la profundidad que había faltado.
Ahora, “Chepo” está decidido a no arriesgar más su puesto ni a la propia selección en su aspiración de llegar al Mundial. Dejará en la banca a Javier Hernández, Andrés Guardado y Héctor Herrera, para seguir con Oribe Peralta en la delantera, echar mano del naturalizado Christian Giménez, Gerardo Torrado y Jesús Zavala.
En teoría, la profundidad y contundencia que el conjunto azteca necesita se puede encontrar en Peralta, Raúl Jiménez y Ángel Reyna; además en “Chaco” y Damián Álvarez.
Con Estados Unidos y Costa Rica arriba en la clasificación, México y Honduras se disputan el tercero y cuarto lugar de la eliminatoria que entregará tres boletos directos al Mundial, además de uno de repesca que se disputaría contra Oceanía.
En Honduras ven posible lograr por lo menos un empate en el Estadio Azteca, porque saben que México no ha ganado como local en el 2013.
En contraparte, el historial negativo que cargan los catrachos jugando en esta sede peligrosa dice que nunca han podido ganar en toda la historia en el Coloso de Santa Úrsula: Honduras tiene siete derrotas en el mismo número de encuentros disputados contra México.
Lo que llama la atención del partido de esta noche es la diferencia abismal en el costo de las plantillas.
Según el sitio Transfertmarkt, la Selección Mexicana tiene un valor aproximado de 125 millones de dólares, donde solo el “Chicharito” Hernández cuesta 28 millones.
En tanto, los centroamericanos rondan los 26 millones de dólares, considerando que el catracho más caro es Emilio Izaguirre, con valor de 5.9 millones, así que hasta en el monto de las plantillas los mexicanos valen más.
‘No es el juego de mi vida’
Ni por tratarse de una oportunidad de oro para acercarse al Mundial de Brasil 2014, ni porque todavía no gana en el Estadio Azteca en este 2013, José Manuel de la Torre se siente presionado por el partido de esta noche ante Honduras.
El timonel del Tricolor negó rotundamente que se trate del juego de su vida, sino que solo es un partido importante por tratarse del encuentro en turno.
“No (es el partido de mi vida). Es el partido mas importante simplemente porque es el que sigue. No puedo estar pendiente en lo que venga después, así me preparo siempre, enfocado al siguiente partido”, declaró De la Torre en conferencia de prensa ofrecida en las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento (CAR).
Respecto a la alineación que mostrará ante los catrachos, “Chepo” dijo que las jerarquías de los jugadores se logran con el paso de los partidos y que cualquier jugador, incluso Javier Hernández, puede ir a la banca.
“Voy a poner a quien esté mejor, las jerarquías se ganan día a día. Todos son viables, todos son opción, la alineación siempre la decido al último momento y se la digo primero a ellos que a la prensa”, declaró.
El director técnico mexicano se señaló como el único responsable de las decisiones que se toman en el accionar del Tri, descartando que el llamado a los jugadores naturalizados obedezca a presiones o imposiciones por parte de los dueños de los clubes.
