A Cesare lo del Cesar

Para los eufóricos “tiffosi“ que en el delirio de su apasionamiento casi piden a gritos una estatua del morenazo Mario Balotelli, autor de los dos goles con los que mataron a la selección de Alemania con todo y su peinado chistoso, para ser colocada en lugar preferencial en la mismísima Fontana de Trevi, valdría la pena que lo pensaran dos veces y este homenaje se lo hicieran al técnico Cesare Prandelli, el mismo que en su terquedad y contra viento y marea defendió el llamado de este italiano de padres ghaneses, que lo que tiene de talento lo tiene también de prepotente y engreído, y que ho

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Italia alargó su supremacía sobre los alemanes tras derrotarlos con dos golazos de Mario Balotelli. La  Final de la Euro será ante España.

Para los eufóricos “tiffosi“ que en el delirio de su apasionamiento casi piden a gritos una estatua del morenazo Mario Balotelli, autor de los dos goles con los que mataron a la selección de Alemania con todo y su peinado chistoso, para ser colocada en lugar preferencial en la mismísima Fontana de Trevi, valdría la pena que lo pensaran dos veces y este homenaje se lo hicieran al técnico Cesare Prandelli, el mismo que en su terquedad y contra viento y marea defendió el llamado de este italiano de padres ghaneses, que lo que tiene de talento lo tiene también de prepotente y engreído, y que hoy es referente en el Manchester City.

Una vez más Italia los mata

En esto del futbol, Alemania siempre es protagonista, asume y disfruta su papel de “Siempre Favorito”, la historia marca las victorias épicas de Italia: la Final de España 82, la Semifinal de México 70, e incluso cuando no lo son tan abiertamente como en “su” Mundial de 2006, entonces la “Mannschaft” presentaba un cambio generacional importante además de venir de una década difícil de integración con la ex-Alemania del Este y la enorme oposición a utilizar jugadores naturalizados. Sin embargo, al conjuro del llamado a portar la legendaria camiseta blanca, el grupo se integró y fue creciendo conforme el Mundial avanzaba, había incertidumbre, se hacían bromas acerca de en qué instancia quedarían enterrados, hasta que llegó “La Noche Grande de la Mannschaft”.

El 30 de junio, noche calurosa en Berlín, éramos mas de 72 mil los que presenciábamos la forma en que los arrogantes argentinos que venían de superarnos en tiempos extra con aquel golazo del Maxi Rodríguez se sintieron ganadores antes del partido, pasaron por alto que aunque fuera un equipo inexperto finalmente enfrente tenían a Alemania, de hecho ni los mismos alemanes creían en su selección. El juego fue durísimo, cerrado, Argentina tuvo dos para ganar y las dejó ir, Alemania soportó el empate y minutos antes del final el arquero argentino Roberto Abondanizeri, excelente atajador de penaltis, se lesiona entrando en su lugar Leo Franco, el del Atlético de Madrid. Al final Alemania gana en los penaltis con las atajadas de Jens Lehman y los aciertos de Neuville, Ballack, y los “polacos” Podolsky y Borowsky.

Por Argentina, Esteban Cambiasso y Roberto Ayala regalaron sus tiros, aquella noche fue la noche de…

La reunificación alemana

Todos los alemanes en todos los rincones del país, en un fenómeno inolvidable, sacando las banderas que hasta ese momento no habían ondeado, fue esta “Mannschaft” el elemento unificador que por fin aglutina a todos por igual.

Los de Berlín del viejo este o los de Munich de la Bavaria del gran sur o los del norte en Hamburgo o del centro en Frankfurt, todos fueron iguales aquella recordada noche, sin embargo…

Italia los dejó noqueados

Aquella selección no daba para más y encontró su realidad el 4 de julio en la Semifinal ante Italia en Dortmund, por cierto con arbitraje del mexicano Armando Archundia.

El juego se fue a tiempos extra y ahí la Squadra Azzurra los mató con un gol de Grosso y otro del Del Piero, para catapultarse de esta forma a la finalísima, en la que vencerían a Francia y que tristemente queda en el recuerdo el cabezazo del gran Zinedine Zidane a Materassi, lo que motivó la expulsión de “Zizou”.

Esta noche parecía diferente

Y los sobrevivientes italianos de aquella fragorosa batalla de 2006 en Dortmund, Gianluigi Buffon y Andrea Pirlo, lo tenían mas que consciente.

A esta batalla de semifinal de la Euro 2012 los alemanes llegaron con calificación perfecta, 4 triunfos en 4 partidos mientras que Italia, siempre fiel a su estilo, lo hizo con tres empates y un solo triunfo (ante Irlanda) y precisamente de ahí, de saber que enfrentaban al súper-favorito que por añadidura es Alemania, vino la sobre-motivación de los azzurri, que como leones enjaulados esperaban el momento de saltar a la cancha del Estadio Nacional de Varsovia.

Lo demás es la historia de siempre en Italia, el sufrimiento, la especulación, jugar siempre al filo de la navaja, llamarle a los mejores matemáticos y cibernéticos del planeta para ver las posibidades después de cada partido fallido, calificar de milagro y crecer, crecer y volver a crecer mientras el torneo avanza.

Anoche la historia parecía repetirse y los Dioses del Estadio  ensañarse con los alemanes siempre favoritos, esta vez no hay excusas, la Mannschaft llegó como le gusta hacerlo, con el letrero de favorito al frente del parabrisas del autobús, pero enfrente vino Italia, el Fantasma de los Alemanes, y se les vino “La noche Negra de Alemania”.

Hoy habría que marcar a la Squadra Azzurra tan favoritos como el campeón España, en la que será una final épica, aunque bien visto, tal vez será mejor dejarlo así para delicia y motivación de Italia entera y sus millones de tiffossi acostumbrados a vivir el fut en el filo de la angustia…

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