Lo que los inversionistas buscan es hacer dinero y tener rentabilidad en sus proyectos. Foto: Pexels

Planeación energética atrae inversiones

México tiene una gran oportunidad de trascender de una manera más suave hacia la transición energética, sin dejar de lado la seguridad del suministro ni el crecimiento económico

Actualmente, el sector energético mexicano tiene una gran oportunidad de trascender de una manera más suave hacia la transición energética y la descarbonización, sin dejar de lado la seguridad del suministro ni el crecimiento económico, esto se está haciendo en muchas partes del mundo y México tiene todo para lograrlo con energías limpias suficientes, desafortunadamente, hay un tema fundamental que ha estado ausente: la planeación energética.

De acuerdo con Susana Cazorla, directora y socia fundadora de SICEnrgy, para poder hacer dicha transición no basta con anunciar la construcción de un parque solar, ya que ni siquiera se sabe si contamos con las líneas de transmisión que se necesitan para llevar la energía a los centros de consumo.

“De qué sirve tener un parque de 1,000 MW si no los va a poder llevar para sustituir la energía que proviene de combustibles fósiles con energía limpia. Esto quiere decir que falta planeación, falta integrar a todo el país, o incluso regionalizarlo para lograr una transición para todos, atendiendo las características de cada una de las regiones y la parte social que es fundamental para mantener al ciudadano siempre en el centro de las políticas públicas. Una planeación te permite tomar decisiones que no nada más van a ser un dispendio de recursos, sino que se conviertan en una inversión”, dijo a Martha Reyes en entrevista exclusiva para el noticiero de Índigo Energía.

A decir de la especialista en temas energéticos, lo que los inversionistas buscan es hacer dinero y tener rentabilidad en sus proyectos y si el gobierno les dice: venga a Tamaulipas, Campeche, Sonora o cualquier otro lugar y les garantiza que no va a haber obstáculos para la obtención de permisos o el uso de suelo, los inversionistas van, pero cuando el gobierno asume como responsable o como dueño de los proyectos, se vuelve un tema de deuda soberana.

Compromisos ambientales

Por otra parte, ante la narrativa de la política energética del actual gobierno federal sobre la soberanía energética, y su insistencia para que las refinerías operen a una mayor capacidad, sin tener en cuenta que ello incurre en costos, Cazorla comentó:

“A la hora de presionar a las refinerías que no tienen la tecnología adecuada para producir a una mayor capacidad, lo que empiezan a generar en mayor medida es combustóleo, el combustible más sucio. Lo que el gobierno está estableciendo con todo este plan de fortalecer las refinerías y reactivarlas para consumo interno, va a convertir a México en un país más contaminante”, agregó.

Al día de hoy, México tiene compromisos internacionales para disminuir los gases de efecto invernadero, pero para cumplir con sus objetivos, necesita establecer un plan a largo plazo,

“El año pasado se anunció que aumentaba la meta comprometida de 22 por ciento de reducción de emisiones. Posteriormente la Semarnat publicó una del 30 por ciento, pero luego llegó el canciller Marcelo Ebrard y dijo 35 por ciento, lo cual suena padrísimo, pero ni siquiera hemos logrado el 35 por ciento de generación eléctrica con energía limpia, y evidentemente no vamos a llegar, porque si bien nos va, estamos en un 26 o 27 por ciento de generación con energía limpia”, explicó.

En este sentido, Petróleos Mexicanos (PEMEX) anunció que tiene un comité encargando de la sostenibilidad energética porque, al cotizar en bolsa, tiene obligaciones ambientales, sociales y de gobernanza, por lo que pueden tener mejoras en sus formas y procesos, sin embargo, recordó que PEMEX no solamente tiene emisiones directas, sino que también es responsable de las emisiones indirectas, esto quiere decir que ellos pueden argumentar que producen 70 millones de gases de efecto invernadero, pero en realidad es más del doble lo que generan por el consumo de los combustibles que produce.

Finalmente Susana Cazorla aseguró que “con la actual política de soberanía energética, no se ve un compromiso por lograr disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero”.