En pleno verano lo único que quieres es ir a tomar el sol. Para ello proteges tu piel con un buen bloqueador y/o cremas que cuiden tu cuerpo de los rayos del sol. Sin embargo, cuando te bañas en el mar, todos los residuos de las cremas protectoras –pese a que están diseñadas para adherirse a nuestro cuerpo– se quedan en el agua, lo que afecta la vida marina.
Al diluirse en el océano, se convierten en contaminantes, dice una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España.
María Alesandra Pámanes