Si en Guanajuato la vida no vale nada, el PAN local está a punto de valer menos que nada. 

¿A quién se le ocurre incluir en la terna de los precandidatos a alcalde al diputable Luis Alberto Villarreal?

Una cosa es que Villarreal siga mandando como coordinador de la bancada panista en San Lázaro, y otra muy distinta es que alguien crea que sí quiera podría ganar una elección como regidor. 

Hay que recordar que además de que Villarreal se hizo famoso por su forma de bailar, ya estaba bajo sospecha de ser el diputado tramitador de moches. 

Ya se va viendo lo que los priistas piensan de las autodefensas de Michoacán y las policías comunitarias en Guerrero que se han ido a buscar a los normalistas desaparecidos.

Cuando se discutía en la Comisión de Justicia del Senado la Ley de Amnistía para Michoacán, el panista Javier Corral se dijo sorprendido sobre la mayor capacidad que han tenido los grupos de ciudadanos guerrerenses para encontrar fosas con cadáveres.

“Descubrieron más fosas en Guerrero las policías comunitarias que el Ministerio Público Federal que encabeza el procurador Murillo”, soltó Corral.

Habrá que reconocer que el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, fue muy hábil al responder la oferta de ayuda del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el caso de los desaparecidos de Iguala. 

Y es que para no dar la impresión de que somos muy solícitos en aceptar la oferta de Obama, o de que somos el “patio trasero” de los Estados Unidos, la Cancillería mexicana recordó que desde hace tiempo la PGR había solicitado esa ayuda. 

En uno de sus últimos actos como presidente de la Suprema Corte de Justicia, el ministro Juan Silva Meza puso en práctica el protocolo de actuación para los jueces en los asuntos que pudieran implicar actos de tortura. 

La puesta en marcha del protocolo es importantísima, pues hasta ahora muchos de los consignados ante los jueces federales son más inocentes que los acusados de brujería en Salem. 

Y es que si se admite la tortura como medio válido de investigación, o si los jueces se hacen de la vista gorda, nadie se salva. 

Ahora resulta que Juan Ramón de la Fuente, doctor psiquiatra y secretario de Salud en la época del presidente Ernesto Zedillo, le hizo un psicoanálisis al gobierno. 

Según el diagnóstico del psiquiatra, lo primero que hay que hacer es “salir de la crisis, después estabilizar el cuadro clínico, y luego pensar en medidas de mediano y largo plazo para consolidar el bienestar y evitar las recaídas. Así se razona en medicina cuando se está frente a un enfermo”.

De la Fuente sostiene que “la crisis es más profunda porque se ha vuelto cada vez más emocional”.