Todo indica que en las próximas semanas habrá cambios en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales que comanda Juan José Guerra Abud. Nos dicen los que saben que el titular de esta dependencia se iría a iniciar una carrera diplomática a un País con forma de bota y donde comen mucha pasta y pizzas. En su lugar llegaría otro integrante del Partido Verde. Sería nada más y nada menos que el actual coordinador de los diputados del PVEM en la Cámara de Diputados, Arturo Escobar y Vega.

Este domingo es crucial para el futuro del Partido Acción Nacional. En la elección para nuevo dirigente se verá de qué está hecho ese partido y hacia dónde realmente quieren llevar su política. Y es que todo indica que quien lleva las de ganar es Ricardo Anaya. Javier Corral no podrá contra la estructura que Gustavo Madero y sus amigos han anquilosado en el partido y que en realidad es la que los ha llevado a la desgracia por la que pasan en este momento.

(Casi) nadie se anima todavía a dar a conocer la lista de los 500 diputados electos que conformarán la LXIII Legislatura, porque casi todos los distritos están impugnados ante el Tribunal Electoral. Si uno pregunta a la Secretaría General de la Cámara de Diputados, la respuesta es que hay que esperar hasta el 23 de agosto, fecha en que deben desahogarse todos los juicios de nulidad. Por transparencia es la misma respuesta. Espere, espere, espere. Pero decimos que “casi” nadie se atreve a dar a conocer la famosa lista porque hubo alguien que ya se atrevió.

En el PRD las cosas están subiendo de tono incluso en aquellos que han mantenido una postura neutral durante el proceso de crisis que lleva ya varias semanas. Ayer, Luis Miguel Barbosa, el líder de los senadores perredistas, se aventó el trompo de pedir que se disuelvan las corrientes internas antes de la elección del nuevo dirigente. Sí. Que se disuelvan las corrientes internas. Que el partido deje de ser un conjunto de tribus tratando de obtener beneficios para su grupo. Ni más ni menos. Barbosa afirmó que solo así el nuevo líder podrá reconstruir el partido hacia un objetivo común.

Jaime Rodríguez “El Bronco” ya está mostrando su verdadero carácter, pero sobre todo se está dando cuenta de que la realidad se impone. En su reciente choque con Andrés Manuel López Obrador, quien criticó al gobernador de Nuevo León por utilizar el avión de un empresario, “El Bronco” prefirió ser blandito y no confrontarse. Optó por dar dos explicaciones a López Obrador, como si éste fuera alguna autoridad fiscal, electoral o jurídica. Y terminó incluso invitando al tabasqueño a su toma de protesta y a un partido de beisbol de Los Sultanes.