El presidente Barack Obama pidió al presidente electo, Donald Trump, que no deporte a los 700 mil inmigrantes denominados “dreamers”, es decir, niños que llegaron a Estados Unidos de manera ilegal, pero que han desarrollado el resto de su vida en aquel país.
En su primer conferencia de prensa desde que se ratificó el triunfo de Trump, Obama instó al republicano a no eliminar el Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia, tal y como lo prometió en campaña, pues eso provocaría que miles de jóvenes ocultaran por miedo.
Indigo Staff