Hugo Arellano Santoyo
MEXICANOSENELEXTRANJERO Replantear la ciencia

Me he perdido de todo o quizás de casi nada. Me he perdido de una guerra que ha vuelto a las calles cementerios de inocentes y a su vez prueba de que escondidamente, o quizás no tanto, estábamos más podridos de lo que creíamos. La contaminación, se dice, mata el olfato.