GM sale de Europa

General Motors le dijo adiós a Europa. La armadora estadounidense vendió la operación de sus marcas Opel y Vauxhall al grupo PSA, la firma matriz de Peugeot y Citroen, en una transacción valuada en 2.2 mil millones de euros.

Desde el 2009, el negocio europeo de General Motors acumuló pérdidas por 9 mil millones de dólares. La compañía fracasó en su objetivo de no registrar números rojos en 2016, por lo que decidió retirarse de Europa, un mercado que se caracteriza por los bajos márgenes de los productos más vendidos y por los altos costos de producción.

La adquisición coincide con Sergio Marchionne, director general de Fiat Chrysler, quien insiste que la expansión de la industria automotriz depende de fusiones estratégicas
9,000 Millones de dólares son las pérdidas acumuladas de General Motors en Europa desde el 2009

General Motors le dijo adiós a Europa. La armadora estadounidense vendió la operación de sus marcas Opel y Vauxhall al grupo PSA, la firma matriz de Peugeot y Citroen, en una transacción valuada en 2.2 mil millones de euros.

Desde el 2009, el negocio europeo de General Motors acumuló pérdidas por 9 mil millones de dólares. La compañía fracasó en su objetivo de no registrar números rojos en 2016, por lo que decidió retirarse de Europa, un mercado que se caracteriza por los bajos márgenes de los productos más vendidos y por los altos costos de producción.

PSA, que fue rescatada por el gobierno francés y por DongFeng Motor en el 2014, se convirtió en la segunda mayor armadora de Europa, detrás de Volkswagen.  Se estima que la participación del grupo en el mercado regional será de alrededor de 16 por ciento.

Carlos Tavares, director general de PSA, dijo que esta operación significa una oportunidad para convertirse en verdaderos líderes del mercado europeo. La compañía, que apenas en 2016 ofreció el primer dividendo a sus inversionistas desde que fue rescatada, apuesta por la construcción de economías de escala para asegurar la rentabilidad de su negocio.

La adquisición hace eco a las declaraciones de Sergio Marchionne, director general de Fiat Chrysler, quién insiste en que la expansión de la industria automotriz depende de fusiones estratégicas que hagan viable una mayor inversión en capital. El auge de la tecnología de autos eléctricos, el desarrollo de la tecnología de manejo autónomo y la entrada de nuevos jugadores como Uber carcomen el gasto de capital de una industria que se enfrenta a un creciente estrés competitivo.

En ese sentido, PSA pretende distribuir los costos del desarrollo de nuevos productos a lo largo de una red de producción más extensa. De acuerdo al banco suizo UBS, las sinergias de esta adquisición derivarán en ahorros de 1.7 mil millones de euros para el 2026.

Sin embargo, el consenso de analistas coincide en que PSA enfrentará un entorno retador en el corto plazo. Se espera que el grupo registre pérdidas en los primeros años de la integración.

“Peugeot se está dando cuenta que entra en un buen momento, en un momento barato, y que tiene el espectro de modelos para sacar a la compañía adelante”, dijo David Bailey, profesor de economía de la Universidad de Aston a la agencia Bloomberg.

Respuesta positiva

El acuerdo sucedió a meses de negociaciones, en las que General Motors aceptó hacerse responsable de una porción significativa del pasivo pensionario de los trabajadores de Opel. Parte de la transacción se pagará en efectivo (1.13 mil millones de dólares) y parte en warrants convertibles a acciones (650 millones de euros). El resto será aportado por el banco BNP Paribas, que se integrará en una joint venture con PSA para manejar la unidad de financiamiento automotriz de Opel y Vauxhall.

General Motors ha dicho que planea usar el efectivo para la recompra de acciones.

La transacción fue relevante para grupo PSA porque lograría un alza de 33 por ciento en ventas anuales.

Durante la jornada de ayer, el precio de la acción de PSA se incrementó 2.7 por ciento, su mayor nivel desde julio del 2011.

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