En medio de la tormenta por presuntos actos de corrupción por la que atraviesa la Secretaría de Obras y Servicios del Distrito Federal (Sobse) y la supuesta limpia al interior, el jefe de Gobierno capitalino nombró a un expriista, Guillermo Orozco Loreto, como director general de administración.

Orozco Loreto llegó a Sobse como parte del control de daños que intenta el equipo cercano de Miguel Ángel Mancera.

La Contraloría General del Distrito Federal investiga un paquete de siete contratos que entregó el exsecretario de Obras, Alfredo Hernández García a diferentes empresas que ganaron la renovación del alumbrado público.

Como parte de las pesquisas, la dependencia del Gobierno de la ciudad solicitó al Sistema de Administración Tributaria (SAT) le informe los folios de registro de las empresas involucradas con el objetivo de conocer quiénes son los empresarios que aparecen como dueños o socios.

Justo hace un año, el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera Espinosa, anunció públicamente que rehabilitaría el Circuito Interior con una inversión de 6 mil millones de pesos. 

Sin embargo, para llevar a cabo dichas maniobras el entonces secretario de Obras, Alfredo Hernández, solicitó a la Secretaría de Finanzas un monto mayor por 8 mil 879 millones 337 mil pesos, que fue autorizado en noviembre del 2013, cuatro meses antes de que Mancera hiciera pública la inversión en el Circuito Interior.

José Jaime Slomianski Aguilar es el hombre clave que Miguel Ángel Mancera puso en el área donde se gesta el Proyecto de Prestación de Servicios (PPS) para concretar la millonaria compra de luminarias.

Slomiansky Aguilar tiene la misión de aterrizar el contrato de miles de millones de pesos que ya preparaba el exsecretario de Obras y Servicios, Alfredo Hernández García.

Hernández García presentó su renuncia al cargo tras exhibirse que entregó dos contratos a la empresa Planet Ingeniería donde trabaja su esposa, Érika Molina Barragán.

Ante las sospechas de nepotismo y corrupción en su función, el titular de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), Alfredo Hernández García, fue desligado ayer de sus funciones.

¿Es verdad?, se le cuestionó de frente al entonces secretario respecto a si le había entregado dos contratos por 70 millones de pesos a la empresa donde trabaja su esposa, Éricka Molina Barragán. 

“No”, contestó seco. Entonces le propusieron que salieran ambos, ella y él, a negar cualquier vínculo con la compañía. Guardó silencio. A la medianoche entregó la renuncia que le solicitaron.