¿Boleto al paraíso?

Como si fuera parte de una estrategia oficial para despresurizar el Sistema Penitenciario Nacional, en muchas de las prisiones estatales del país se oferta el traslado voluntario de internos sentenciados al complejo penitenciario federal de Las Islas Marías.

En cárceles del Estado de México, Puebla, Durango, Tamaulipas, Nuevo León, Zacatecas y Morelos – la mayoría con problemas de sobrepoblación – cientos de internos sentenciados por delitos del fuero federal, han recibido ya propuestas por parte de la dirección de esos penales para ser reubicados.

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Espacios disponibles para albergar internos tienen en total las cuatro prisiones ubicadas en Las Isla Marías

Como si fuera parte de una estrategia oficial para despresurizar el Sistema Penitenciario Nacional, en muchas de las prisiones estatales del país se oferta el traslado voluntario de internos sentenciados al complejo penitenciario federal de Las Islas Marías.

En cárceles del Estado de México, Puebla, Durango, Tamaulipas, Nuevo León, Zacatecas y Morelos – la mayoría con problemas de sobrepoblación – cientos de internos sentenciados por delitos del fuero federal, han recibido ya propuestas por parte de la dirección de esos penales para ser reubicados.

Entre otros argumentos que se les plantea es contar con la posibilidad de vivir con sus familias dentro de la prisión, además de tener acceso a áreas abiertas y contar con la opción de una actividad ocupacional para su sostenimiento económico, esto sumado al clima tropical de las Islas.

Aunque la oferta se vende como “un boleto al paraíso” – pues el complejo penitenciario federal de Las Islas Marías cuenta con la mayor calificación emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) – también se reconocen algunas deficiencias en cuanto a la atención médica y condiciones de aislamiento.

El complejo federal está integrado por cuatro prisiones de máxima seguridad: Aserradero, Laguna del Toro, Morelos y Bugambilias, las que en promedio suman una calificación de 8.2 en la escala de 10 sobre las condiciones generales de seguridad personal para el interno, estancia digna, condiciones de gobernabilidad, reinserción social y requerimientos específicos.

No obstante, la CNDH reconoce que en esos cuatro centros penitenciarios federales también existen deficiencia entorno a la protección de la salud de los internos, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, atención a personas adultas mayores, insuficiencia en los programas para la prevención y atención de incidentes violentos.

También se observa que en Las Islas Marías existe deficiencia en materiales, equipamiento e higiene de las instalaciones, atención a personas de diversidad sexual, inadecuada separación entre procesados y sentenciados y carencia en actividades deportivas.

Aun así, las direcciones de las cárceles de al menos siete estados del país iniciaron con la promoción entre la población interna para reubicar sus estancia, las que “sólo se llevarán a cabo con la aceptación de los internos, luego de cumplir con algunos requisitos”, dijo un funcionario del área penitenciaria del Estado de México.

Entre los requisitos se encuentran tres preceptos básicos: Que el interno acepte voluntariamente su reubicación, que tenga una sentencia en firme por delitos del fuero federal y que haya manifestado un buen comportamiento dentro de la prisión actual.

La promoción de traslado no es un programa oficial, pero es una opción que la Secretaría de Gobernación, a través del Órgano Administrativo Desconcentrado  Prevención y Readaptación Social ofrecen a los gobiernos estatales para depurar la sobrepoblación de sus prisiones.

Islas Marías

A favor

Algunas posibilidades que las autoridades ofrecen a los internos:

> Contar con la posibilidad de vivir con sus familias dentro de la prisión.

> Tener acceso a áreas abiertas.

> Contar con la opción de una actividad ocupacional para su sostenimiento económico.

> El clima tropical de las Islas.

En contra

La CNDH reconoce algunas deficiencias:

> Falla en la protección de la salud de los internos.

> Insuficiencia de personal de seguridad y custodia.

> Falta de atención a personas adultas mayores.

> Insuficiencia en los programas para la prevención y atención de incidentes violentos.

Los requisitos

1. Que el interno acepte voluntariamente su reubicación.

2. Que tenga una sentencia en firme por delitos del fuero federal.

3. Que haya manifestado un buen comportamiento dentro de la prisión actual.

¿Solución a la sobrepoblación?

Frente al sobrecupo que se manifiesta como una constante en la mayoría de las cárceles estatales, resalta el hecho de que las prisiones de Las Islas Marías registran la mayor cantidad de espacios disponibles dentro del sistema penitenciario.

Esto, de acuerdo al estudio “Los Centros Penitenciarios en México ¿Centros de Rehabilitación o Escuelas del Crimen?”, elaborado por  Salvador Moreno Pérez, del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Publica (CESOP).

En dicho estudio, elaborado en abril del 2017, se establece que en el Estado de México el cupo carcelario está sobrepasado por 16 mil 333 internos; en el Puebla se rebasa la capacidad penitenciaria con 2 mil 345 personas; en Durango, con 921 internos; en Morelos hay un sobrecupo de mil 431; en Nuevo León su capacidad está al tope, y en Zacatecas aún hay espacio para 679 internos más.

De acuerdo al más reciente informe de la CNDH sobre las condiciones carcelarias del país, en la prisión de Aserradero, de Las Islas Marías, se cuenta con capacidad para al reclusión de 900 personas, pero hasta diciembre del año pasado sólo estaban recluidas 168; en la cárcel de Laguna del Toro, de ese mismo complejo federal se tiene espacio para mil 636 internos, pero solo están recluidos 299.

Por su parte en la cárcel de Morelos, también de Las Islas Marías, se tiene una capacidad de atención para mil 500 internos, pero sólo se tiene una población de 408 reclusos y en la cárcel de Bugambilias se tiene una capacidad para 800 internos, pero solo son ocupados 204 espacios.

En suma, de acuerdo a las cifras oficiales, las cuatro prisiones de Las Isla Marías ofrecen a las prisiones estatales la posibilidad de despresurización, al mantener disponibles más menos 3 mil 757 espacios para internos, antes de llegar al límite de sus capacidades establecidas.

También hay fallas

Aun cuando las cuatro cárceles del complejo federal de las Islas Marías son las que se encuentran mejor clasificadas por la CNDH, no todo va bien dentro de esas prisiones, según refieren familiares de algunos internos que voluntariamente aceptaron el traslado a ese sitio desde el año pasado.

Sólo en el 2016, bajo un programa voluntario de reubicación similar al de ahora, 159 internos del estado de Durango fueron trasladados a ese complejo penitenciario; 171 de Nuevo León; 12 de Michoacán, y al menos 89 del Estado de México.

Del 2011 a la fecha se estima que más de 804 internos de Tamaulipas, Baja California, Oaxaca, Coahuila, Campeche y Guanajuato, han sido internados en las prisiones del complejo de Las Islas Marías.

Familiares de reos que fueron llevados desde hace tres años de Michoacán a las Islas Marías dijeron a Reporte Índigo que las condiciones en las que se encuentran sus internos no se parecen en nada a las que se ofrecen.

Hasta 40 personas viven en un dormitorio de los que fueron construidos para albergar a 20 y hacen falta medicamentos y el servicio médico deficiente, aseguran. Además, acusan de maltrato y golpes.

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