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Ni Orozco ni Dussel

Simplemente, no hay quién pueda destrabarlo. El conflicto en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) parece no tener fin:  continúa con dos rectores y ninguna autoridad se atreve a desconocerlos.

Por eso, la guerra de poder que atraviesa esa institución académica se ha convertido en un arma de doble filo, donde cualquiera puede salir afectado.

La Comisión Tripartita había asegurado ayer que fijaría una posición sobre cuál de los dos rectores —Esther Orozco o Enrique Dussel— era el legítimo para el gobierno capitalino.

Mancera dijo que ayer habría rector legítimo, pero la validez de los dos nombramientos es endeble y reconocer a uno de ellos podría tener responsabilidades administrativas
En una reunión de tres horas, el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, los legisladores y el ombudsman capitalino, solo acordaron respeto a la autonomía
Las autoridades no se atreven a hacer nada porque siguen sin saber quién manejaría el presupuesto. Mientras, hubo gritos contra Dussel en la inauguración del semestre

Simplemente, no hay quién pueda destrabarlo. El conflicto en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) parece no tener fin:  continúa con dos rectores y ninguna autoridad se atreve a desconocerlos.

Por eso, la guerra de poder que atraviesa esa institución académica se ha convertido en un arma de doble filo, donde cualquiera puede salir afectado.

La Comisión Tripartita había asegurado ayer que fijaría una posición sobre cuál de los dos rectores —Esther Orozco o Enrique Dussel— era el legítimo para el gobierno capitalino.

Pero no. No se atrevió. Tras una reunión que duró más de tres horas, el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Héctor Serrano, un grupo de legisladores y el ombudsman capitalino, Luis González Placencia, solo pudieron acordar respeto a la autonomía.

En términos prácticos, no lograron nada. Solo fue una forma sutil de alargar el plazo que habían establecido para que las partes involucradas intenten un nuevo diálogo y poner fin a sus diferencias.

La reunión se llevó a puerta cerrada. La intención era clara: derrocar formalmente a Esther Orozco y validar el nombramiento de Enrique Dussel. Sin embargo, el análisis jurídico los obligó a no entrometerse.

Esto, en virtud de que la validez del nombramiento de los dos rectores es endeble y sujeta a interpretación. Y el reconocimiento de la autoridad de uno de ellos puede traer implícita una responsabilidad administrativa.

El punto de quiebra

El largo conflicto entre los paristas y la rectora Orozco llegó a su cúspide el viernes pasado cuándo cada grupo tomó la decisión de autogobernarse y relegar a sus opositores.

Tras destituir a la rectora, los disidentes decidieron nombrar un sustituto. El elegido para esa tarea fue el filósofo Enrique Dussel, quien asumió el cargo ese mismo día.

Los integrantes del Tercer Consejo Universitario de la UACM anti-orozquista le entregaron las oficinas de la rectoría, donde el nuevo titular de la universidad le pidió a su “antecesora “irse y ser feliz”.

En el auditorio del plantel Centro Histórico de esa casa de estudios, los 26 consejeros académicos y estudiantiles que se oponen al mandato de Esther Orozco también nombraron un nuevo contralor con la presencia del notario público 81, Jorge Franco.

A la par, la rectora organizó una sesión del Tercer Consejo Universitario afín a ella. Los 24 asistentes ratificaron el mandato de Orozco y de los funcionarios que habían sido destituidos por los disidentes.

Ahí, el abogado general de la institución, José de Jesús Izquierdo, afirmó que Dussel y  los demás funcionarios nombrados por los antiorozquistas podrían ser denunciados penalmente por violar la Ley Orgánica de la UACM.

Y Orozco exigió nuevamente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) hacer valer el estado de derecho, “dado que el gobierno capitalino, junto con la ALDF y la CDHDF, con abierta violación a la autonomía, han apoyado a los paristas que se ostentan como autoridad”.

La falta de claridad sobre quién es el rector legal llegó al gobierno de la ciudad, ya que la Secretaría de Finanzas no tiene claro a quién entregar el presupuesto de la institución.

Incluso, el diputado Eduardo Santillán dijo en entrevista con Reporte Indigo, publicada el pasado 7 de marzo, que por esa razón se daba un ultimátum a las partes en conflicto.

“Si no, se procederá a reformar la Ley Orgánica de la UACM y se destituirá a la rectora Esther Orozco y a los paristas ya que demostraron que no sn capaces de autogobernarse”, afirmó.

Por eso es que el gobierno de la Ciudad, a través del mandatario capitalino Miguel Ángel Mancera, aseguró que ayer, 12 de marzo, definiría quién es el rector válido para el GDF.

Los riesgos

La reunión entre la Secretaría de Gobierno, la ALDF y la CDHDF se llevó a cabo al filo del mediodía de ayer, donde permanecieron encerrados hasta pasadas las 15:00 horas definiendo una ruta.

A su salida, Héctor Serrano dijo que el acuerdo consistía en leer un posicionamiento sin oportunidad de preguntas y respuestas. Y así fue, el encargado de dar lectura fue el ombudsman capitalino.

“Los integrantes de esta comisión reiteramos el respeto irrestricto a la autonomía de la UACM”.

“(…) Nuestra participación obedece a la incapacidad de las autoridades universitarias a dirimir mediante el diálogo la concertación a sus conflictos internos.

“(…) Exigimos el cumplimiento a los acuerdos signados con fecha 26 de noviembre del 2012, los cuales fueron en su momento suscritos por los propios interesados.

“(…) se buscarán los mecanismos legales y administrativos a fin de garantizar el pago oportuno al personal docente y administrativo, a efecto de dar continuidad al ciclo educativo 2013”.

Tras terminar la lectura, los asistentes se retiraron sin emitir más declaraciones. 

Sin embargo, de manera informal dieron detalles de que la mayoría se pronunció por la destitución de Esther Orozco.

A la vez decidieron dar su aval a Enrique Dussel, en especial la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) que dirige René Bejarano, apoyado por Manuel Granados, presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Pero quien dio los argumentos para detener algún pronunciamiento fue el Consejero Jurídico, José Ramón Amieva.

Ahí explicó que las lagunas jurídicas de la Ley de la UACM hacen endeble el nombramiento de Orozco y el de Dussel, por lo cual ambos tienen la misma posibilidad de perder el cargo en un pleito legal.

En consecuencia, el riesgo sería para el secretario de Finanzas, Édgar Amador Zamora, por entregarle recursos de la Universidad a un funcionario que podría no tener validez alguna.

Por eso el anuncio fue en el sentido de buscar mecanismos para pagar a la plantilla laboral sin soltar dinero al personal administrativo de cualquiera de los dos grupos de poder.

Y reformar la Ley Orgánica no fue una opción viable ya que ninguna norma es retroactiva. Por eso la única opción será espera que empiece el próximo periodo ordinario de sesiones y que algún legislador proponga desaparecer la UACM y crear una institución sustituta con nuevas reglas de operación.

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El Gobierno del Distrito Federal decidió morirse en la raya con Enrique Dussel. Por fin, tomó una decisión seria respecto a quién es, para las autoridades capitalinas, el rector legal de la Universidad Autónoma de la Ciudad México (UACM).

Como ya se sabía, nadie dio su aval a Esther Orozco. Primero, a través del ombusman capitalino, Luis González Placencia, y después vía el secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano.

UACM El ultimátum

El conflicto al interior de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) tiene un plazo fatal. Si no termina antes del 15 de marzo, todos, disidentes y autoridades, serán destituidos.

Esa es la resolución del grupo mayoritario de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) –los bejaranistas– que en los próximos días hará pública esta decisión.

Esta decisión ya tiene el aval de otras fuerzas políticas en la capital del país, debido a que la crisis en la institución académica ha llegado a la ingobernabilidad.