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Hombres pero no machos

La imagen del macho latino, violento, que utiliza a las mujeres como objeto y que repudia la homosexualidad está quedando atrás, por lo menos en Argentina. 

En la nación rioplatense está cobrando fuerza el Colectivo de Varones Antipatriarcales (CVA), un grupo de hombres que combate el machismo, la violencia contra la mujer y la homofobia.

Esta agrupación ha causado revuelo por sus crecientes manifestaciones, en las que marchan a favor de la igualdad de género, del feminismo, de la tolerancia hacia la comunidad LGBT y del derecho de las mujeres a decidir sobre el aborto.

"A lo largo y ancho del país, la sociedad argentina ha estado empapada de estas cuestiones desde hace tiempo, motivo por el cual estos temas fueron cristalizándose"
Fernando RadaSociólogo argentino
"(Queríamos) reconocernos como parte de este sistema opresor, el patriarcado, el sistema capitalista, donde somos los privilegiados y no pasaba nada"
Pedro PortaRepresentante del Colectivo
https://www.youtube.com/watch?v=qN2MbG1gKTc

La imagen del macho latino, violento, que utiliza a las mujeres como objeto y que repudia la homosexualidad está quedando atrás, por lo menos en Argentina. 

En la nación rioplatense está cobrando fuerza el Colectivo de Varones Antipatriarcales (CVA), un grupo de hombres que combate el machismo, la violencia contra la mujer y la homofobia.

Esta agrupación ha causado revuelo por sus crecientes manifestaciones, en las que marchan a favor de la igualdad de género, del feminismo, de la tolerancia hacia la comunidad LGBT y del derecho de las mujeres a decidir sobre el aborto.

En entrevista con Reporte Indigo, Pedro Porta, representante del Colectivo, expone que la asociación nació porque se percataron de que, como hombres, deben realizar acciones para combatir la opresión de una sociedad heteronormartiva.

“Luchamos contra el patriarcado en una sociedad machista donde la mujer es sometida al hombre de distintas formas, ya sea por la forma de ejercer el poder, por las desigualdades a las que está sometida, así como la violencia que sufre a diario”, expresa Porta.

“(Queríamos) reconocernos como parte de este sistema opresor, el patriarcado, el sistema capitalista, donde somos los privilegiados y no pasaba nada”.

’Ni machos, ni fachos’

Para fomentar la igualdad, el Colectivo acepta a hombres de diferentes preferencias sexuales e identidades de género.

“El colectivo se compone de todo aquél que se reconozca varón y quiera empezar a luchar por el feminismo y a deconstruirse”, precisa Porta, “no hacemos distinción ente homosexual, heterosexual, transexual”.

El argentino describe que la principal meta es concientizar sobre temas como el derecho de las mujeres a decidir sobre el aborto, la responsabilidad de los hombres como explotadores sexuales y la equidad.

Esto no lo hacen solo con marchas públicas, sino a través de talleres para educar a hombres sobre el trato que deben tener con mujeres, homosexuales e incluso consigo mismos.

“Todos los años nos proponemos hacer talleres para varones que estén en la misma, sobre homofobia, despatriarcalización, violencias, micromachismos”, afirma Porta.

“Estos talleres, tienen la particularidad de que los trabajemos a través de la educación popular y el teatro del oprimido, lo que lleva a que los varones que vengan pongan el cuerpo para diferentes actividades”.

Argentina avanza

Aún hay retos, pero Argentina es ejemplo regional de igualdad.

Este país tuvo la primera mujer presidenta del continente en 1976, cuando Isabel Martínez de Perón se convirtió en jefa de Estado, y en el 2010 fue la primera nación latinoamericana en legalizar el matrimonio gay.

“Lentamente la sociedad parece ir tomando conciencia de problemáticas como la violencia de género y la trata de personas”, asegura en entrevista Fernando Rada, sociólogo por la Universidad de Buenos Aires.

Rada detalla que esto ocurre porque movimientos feministas y LGBT han sabido acercarse a los políticos de izquierda para impulsar sus causas con el estandarte de los derechos humanos.

“Estos se debieron en gran parte a la laboriosa e insistente tarea de las asociaciones civiles junto a organismos de derechos humanos, pero también a la predisposición que tuvo el gobierno del matrimonio Kirchner a abordar estas problemáticas”, indica.

“Algo que ha sabido capitalizar el movimiento LGBT argentino es el de una correcta lectura de la coyuntura política”. 

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