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Cambios de señal en el PRI y Salinas abogó por Karina

La elección del nuevo líder del PRI de Nuevo León se corre hasta después del 4 de octubre, una vez que Rodrigo Medina haya dejado de ser gobernador.

El grupo de priistas que está operando la renovación de la dirigencia estatal tricolor busca con esto evitar la intervención de Medina en el nombramiento.

La semana pasada Medina impuso a Marco González y a Álvaro Ibarra como jefes de los diputados federales y locales.

Las designaciones provocaron inconformidades entre algunos priistas contrarios a Medina.

La elección del nuevo líder del PRI de Nuevo León se corre hasta después del 4 de octubre, una vez que Rodrigo Medina haya dejado de ser gobernador.

El grupo de priistas que está operando la renovación de la dirigencia estatal tricolor busca con esto evitar la intervención de Medina en el nombramiento.

La semana pasada Medina impuso a Marco González y a Álvaro Ibarra como jefes de los diputados federales y locales.

Las designaciones provocaron inconformidades entre algunos priistas contrarios a Medina.

La propuesta para la reprogramación ya la tiene en su escritorio Manlio Fabio Beltrones, dirigente nacional del PRI para su aprobación.

Por lo pronto Eduardo Bailey, líder tricolor, tendrá que esperarse hasta octubre para dejar la dirigencia tricolor y buscar nuevos aires en alguna delegación federal.

O en su caso ir pensando en un dirigente interino que podría ser Maribel Villalón, actual secretaria general del PRI.

Cambio de señal en el PRI 

El panista Arturo Salinas, líder de la bancada panista en el Congreso, es dos veces responsable de la renuncia de Karina Barrón al PAN.

Salinas fracasó –como se publicó ayer en esta columna- en la negociación con Karina para convencerla de que se quedara en el grupo legislativo albiazul.

Pero antes Salinas ya se había equivocado con la legisladora desertora.

Barrón estuvo a punto de no haber llegado al Congreso del Estado, pero fue el Comité Ejecutivo Nacional el que intercedió por la protegida de Miguel Ángel García, operador de Fernando Larrazabal.

La candidatura de Barrón –que obtuvo en una elección interna- fue impugnada por Liz Rosas, la comadre de la alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes.

Rosas logró anular la elección interna, por las irregularidades que se registraron, pero fue la Comisión Permanente del PAN la que designó nuevamente a Barrón como candidata a diputada local por el Distrito 7 de Monterrey.

El desenlace de la historia ya la conocemos. Barrón –junto con Antonio Martínez- renunció el lunes al PAN fracturando al grupo legislativo albiazul.

¿Quién asesoró jurídicamente a Barrón en su defensa contra la impugnación de Liz Rosas?

Lo adivinó: Arturo Salinas, exjurídico del expresidente del PAN, Gustavo Madero y hoy flamante coordinador panista en el Congreso de Nuevo León.

Elizondo aterriza en Medellín 

El que alcanzó sorpresivamente a los alcaldes metropolitanos electos que andan en Medellín fue Fernando Elizondo.

El coordinador del equipo de transición del gobernador electo Jaime Rodríguez se incorporó a las actividades que llevan a cabo los ediles invitados por la organización “Alcalde, ¿Cómo Vamos?”.

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