Migrantes, no criminales

La inseguridad en las calles aledañas a las vías del tren en Guadalajara no es culpa de los migrantes, sino de infractores locales que se hacen pasar por ellos.

A veces con la intención de mendigar, pero en otras con el fin de usar este pretexto como carnada para ganar la confianza de los que pasan por la zona que en ocasiones son víctimas de atracos.

"Hemos detectado que hay más gente pidiendo en la calle. Pero también hemos detectado personas que fingen esta realidad para pedir dinero”
Mónica SalmónFM4 Paso libre
Existe un desinterés por parte del Instituto Nacional de Migración que hasta hoy no ha instalado una estación migratoria en Guadalajara

La inseguridad en las calles aledañas a las vías del tren en Guadalajara no es culpa de los migrantes, sino de infractores locales que se hacen pasar por ellos.

A veces con la intención de mendigar, pero en otras con el fin de usar este pretexto como carnada para ganar la confianza de los que pasan por la zona que en ocasiones son víctimas de atracos.

Tras un boom mediático, el tema migratorio en la capital de Jalisco ha generado desconcierto por parte de organizaciones de la sociedad civil que asisten a los viajeros centroamericanos. Inconformes señalan que no debe vincularse la inseguridad de algunas colonias con la presencia de migrantes.

FM4 Paso libre, organización que entrega ayuda humanitaria a los indocumentados que recorren el país en un tren de carga con destino a la frontera norte, opera en Guadalajara desde 2007 y dice que desde hace un par de años la criminalización a los migrantes es más común entre los tapatíos.

La coordinadora de FM4 Paso libre, Mónica Salmón dice que fue en 2010 cuando este fenómeno que afecta a los migrantes comenzó a acentuarse.

“A partir de eso se dieron reacciones que tienden más a la criminalización y a los juicios muy fuertes acerca de esta realidad. Pero también ha habido grupos de personas que se organizan para apoyar”.

Aunque las condiciones de discriminación e inseguridad son menores en esta ruta pacífico, una de las tres que recorren los migrantes hasta la frontera, el contexto permite que personas ajenas a esta problemática se aprovechen para pedir dinero en las calles.

Sobre las colonias aledañas a las vías del tren y la situación de inseguridad en las mismas, Mónica Salmón dice que es una situación ajena a la presencia de indocumentados.

“Estamos viviendo una situación compleja en Guadalajara, si hemos detectado que hay más gente pidiendo en la calle. Pero también hemos detectado personas que fingen esta realidad para pedir dinero”.

De este modo, muchas veces el vandalismo de la zona es parte de las problemáticas locales de inseguridad que incluso afectan a los migrantes que van de paso por el sitio.

La representante de FM4 señala también que a los migrantes “se tiende a nombrarlos como personas ilegales, pero las personas jamás pueden ser algo ilegal porque no son mercancías.

En el momento en que los marcamos como ilegales, estamos cosificando a las personas”.

A pesar de que señala que no debe vincularse la migración con la seguridad, el lazo entre estos dos temas vino a fortalecerse de forma mediática y política después de los atentados en septiembre de 2001 en Estados Unidos.

“Es delicado que se vinculen los índices criminales con el fenómeno migratorio, pero a nivel nacional e internacional se relacionó la migración con los temas de seguridad nacional a partir del 11 de septiembre de 2001”, destacó.

A pesar de que la migración es un tema global y estructuralmente vinculado con la situación económica en los países centroamericanos, las ciudades como Guadalajara deben aceptar su corresponsabilidad y aportar ayuda humanitaria además de evitar reproducir políticas que criminalicen a los migrantes.

Poca ayuda humanitaria

La escasez de asociaciones civiles formalmente constituidas y la necesidad de conformar una red a nivel estatal de asistencia humanitaria a los migrantes es innegable pues organizaciones como FM4 Paso libre hacen evidente que no existe una comunicación directa con otras organizaciones jaliscienses.

“Hay grupos de personas que trabajan con migrantes indígenas, o centros de derechos humanos que también colaboramos en casos particulares. Pero dentro de los temas de transmigración, de asistencia humanitaria y de defensa y promoción de derechos humanos no creemos que existan grupos”.

Aunque la experiencia ha sido poca, FM4 ha logrado establecer vínculos con asociaciones de los corredores centro y golfo.

“De otros corredores si tenemos vínculos. Pertenecemos a varias redes a nivel nacional como Foro Migraciones dónde hay organizaciones de Mexicali, Saltillo, Tapachula, Distrito Federal”.

Los integrantes de FM4 están concientes de que entregar asistencia humanitaria no resolverá el constante flujo de migrantes por este corredor, pero se trata de una tarea necesaria.

“Es importante entender que esta realidad no la vamos a resolver dando de comer, aunque es algo que se tiene que hacer pero tenemos que trabajar en términos estructurales”.

Las cifras inciertas

En esta ruta del pacífico además de que la ayuda humanitaria es poca, existe un desinterés por parte del Instituto Nacional de Migración pues no ha instalado una estación migratoria en Guadalajara que entregue cifras más precisas del flujo migratorio de este corredor.

Según los datos recabados por FM4 Paso libre la cantidad de migrantes que son asistidos en el comedor que administran no excede las 40 personas diarias, es decir alrededor de 15 mil migrantes asistidos al año podría ser su cifra más alta.

“Nosotros atendemos en el comedor un promedio de 15 personas al día, por supuesto que hay días que recibimos a ocho personas, otros que podemos recibir a 30 o 40 personas dependiendo del día pero es muy fluctuante”.

Sin embargo la magnitud del flujo migratorio no puede dimensionarse con sólo esta cifra. De ahí la necesidad de instalar una estación migratoria y de fomentar y facilitar la creación de organizaciones de la sociedad civil involucradas con la causa.

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