Versiones encontradas: SSP y EU

La Secretaría de Seguridad Pública federal ha emprendido un combate en la arena mediática en defensa de los elementos que participaron en los hechos violentos de Tres Marías el pasado 24 de agosto.

No es un combate sencillo. En la otra esquina se encuentra nada menos que el Gobierno de los Estados Unidos, cuyos “capacitadores” fueron balaceados a muerte mientras viajaban con un capitán de la Marina cerca de la carretera a Cuernavaca.

La Marina-Armada de México, claro, también está en la esquina contraria de la Policía Federal del ingeniero Genaro García Luna.

Las recientes declaraciones del segundo al mando de la SSP, lejos de disculpar la actuación de sus elementos, prueban por sí mismas el modus operandi de una “investigación” de la PF

La Secretaría de Seguridad Pública federal ha emprendido un combate en la arena mediática en defensa de los elementos que participaron en los hechos violentos de Tres Marías el pasado 24 de agosto.

No es un combate sencillo. En la otra esquina se encuentra nada menos que el Gobierno de los Estados Unidos, cuyos “capacitadores” fueron balaceados a muerte mientras viajaban con un capitán de la Marina cerca de la carretera a Cuernavaca.

La Marina-Armada de México, claro, también está en la esquina contraria de la Policía Federal del ingeniero Genaro García Luna.

Las autoridades de la Policía Federal primero tuvieron una respuesta inmediata ante el posicionamiento de la Embajada de Estados Unidos: no se trató de una emboscada, aseguraron.

Más tarde, hubo otra versión, igual de difícil de creer.

Los 12 policías que percutieron acaso cerca de 200 cartuchos -diría en conferencia de prensa Luis Cárdenas Palomino, jefe de la División de Seguridad Regional de la PF-, estaban en esa zona el viernes 24 de agosto porque “investigaban un secuestro”.

Se refería al presunto secuestro exprés que habría mantenido cautivo a Salvador Vidal, funcionario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en las manos de sus captores durante unas cinco horas, un día antes de la balacera.

De acuerdo con el segundo a bordo de la SSP federal, Cárdenas Palomino, no fue ni una emboscada ni un intento de homicidio lo que hacían sus muchachos. Fue una “investigación” contra el secuestro.

Sin embargo, lejos de disculpar la actuación de sus elementos y para la propia secretaría que los emplea y supuestamente capacita y somete a pruebas de control, estos afirmaciones prueban por sí mismas el modus operandi de una “investigación” de la PF.

Inexplicable asunto

Abogados consultados por Reporte Índigo consideran que ninguna “investigación” puede ser realizada en los términos que ahora justifica Cárdenas Palomino.

A él podría parecerle natural y legal que sus elementos no usen uniforme, que no usen vehículos oficiales, que exijan que una camioneta que les parece “sospechosa” se detenga solo porque le hacen un alto personas sin ninguna identificación, y finalmente, que cuando desobedece tal orden absurda, bloqueen su libre tránsito, y le disparen directo, opinan los expertos legales.

Que disparen entre todos, 12 policías, a gente desarmada, es algo, al menos, increíble.

Huelga decir que sin el blindaje del más alto nivel, los tres tripulantes de la Toyota con placas diplomáticas, hoy estarían muertos. “Que se sepa, en una investigación no es necesario acribillar a nadie”, comentó un experto en seguridad nacional que quiso reservar su nombre por temor a represalias de la SSP.

‘Enturbiar a los estadounidenses’

Pero esto no es todo. Al mismo tiempo, aparecen versiones que buscan “ensuciar” el perfil de los dos estadounidenses y que exhiben el nombre del capitán de la Marina, poniendo en riesgo su vida. El nombre del marino, por supuesto, no fue en ningún momento revelado por la SEMAR.

En primer lugar, ninguna autoridad del gobierno de Estados Unidos ha confirmado que los dos connacionales suyos pertenezcan a las filas de la CIA, ni de ninguna agencia de inteligencia, de seguridad, antidrogas, de migración, o de algún otro tipo.

Las afirmaciones de que ambos estadounidenses serían agentes de la CIA realizando misiones secretas, ya sea -como se ha publicado en algunos medios-, contra algún cártel arraigado en Morelos, o contra el terrorismo y las guerrillas, solo son versiones.

Asimismo, han fluido rumores que mencionan incluso que los dos estadounidenses habrían llegado al país con identidades falsas, provenientes de algún país de Medio Oriente, para realizar operaciones encubiertas.

“Esto puede ser entendido como el deseo de la Secretaría de Seguridad de hacer ver que los americanos estaban ilegales en México… como si por eso se justificara que se intentara asesinarlos”, comentó un especialista en seguridad.

Una filtración más que ha sido difundida es que quienes habrían disparado serían narcotraficantes, no policías.

Cárdenas Palomino aseguró en conferencia de prensa el pasado fin de semana: “Nosotros tenemos acreditado lo que hacían los elementos exactamente en Tres Marías, que era una investigación de secuestro que se había perpetrado horas antes.” 

Habría que preguntarle al alto funcionario si el protocolo para investigar en la PF incluye todas las irregularidades arriba descritas. 

Y habría que esperar, también, la respuesta de Estados Unidos y la de la SEMAR ante estos hechos. Un combate trasladado al ring de los medios de comunicación.

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“Aquí no se trata de un operativo del tipo ‘vamos a pedir un soborno por una infracción de tránsito’”, dijo a la agencia AP el funcionario estadounidense familiarizado con la investigación.

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En un principio se dijo que éste se había dado entre el Ejército y presuntos integrantes del crimen organizado. Sin embargo, la Marina negó dicha versión.

De acuerdo al diario Reforma, elementos que se encontraban en el lugar de los hechos aseguraron que se trató de un ataque de la policía federal hacia los marinos desarmados que se transportaban en el vehículo.