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Tamaulipas: elecciones al rojo vivo

Tal como hace seis años, los hechos de violencia marcarán la elección en Tamaulipas.

Con el secuestro del futbolista Alan Pulido y el uso político de su escape, nuevamente los reflectores están en esa entidad, uno de los estados con el mayor índice de secuestros en el país.

Según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a abril se registraron 69 secuestros en la entidad.

A ellos se suman los miles de desaparecidos en ese estado.

75
por ciento de los casos de violencia han participado policías directamente
“En las 24 horas siguientes hubo negociaciones con los Zetas de Ciudad Victoria y ‘alguien’ de la Procuraduría pidió la atención al cártel local para que les regresaran al futbolista. Los Zetas corrieron el favor”
menytimes.blogspot.mx
Ante la participación de policías en los plagios, solo una de cada 43 víctimas levanta una denuncia, lo que da impunidad a los secuestradores
De acuerdo a un blog tamaulipeco que reporta hechos de violencia en la entidad, la liberación del futbolista fue ‘una atención’ al gobernador Egidio Torre
Los secuestradores de Pulido pidieron a su familia 6 millones de pesos de rescate. Las autoridades apoyaron en las negociaciones
https://youtu.be/qpERf4_aDFs

Tal como hace seis años, los hechos de violencia marcarán la elección en Tamaulipas.

Con el secuestro del futbolista Alan Pulido y el uso político de su escape, nuevamente los reflectores están en esa entidad, uno de los estados con el mayor índice de secuestros en el país.

Según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a abril se registraron 69 secuestros en la entidad.

A ellos se suman los miles de desaparecidos en ese estado.

La aparición del gobernador Egidio Torre junto al futbolista, una vez rescatado, encendió los ánimos en redes sociales.

Miles reclamaron al mandatario que no se utilizara la misma fuerza para buscar a los otros desaparecidos.

En lugar de ser benéfico para el partido en el gobierno, el asunto podría revertirse en las urnas el próximo domingo, cuando se elegirá nuevo gobernador.

¿Logro del Estado?

Era cerca de la medianoche del lunes, cuando Alan Pulido detectó que la mayoría de sus captores no estaban en la casa donde lo mantenían cautivo.

Según la versión oficial, a Pulido lo “levantó” un grupo de entre 10 y 12 personas en un camino interejidal en la capital tamaulipeca.

En las 24 horas que estuvo secuestrado, el deportista logró identificar que había varias personas que lo vigilaban; pero en algún momento, ya entrada la noche, se dio cuenta de que ya no estaban en el inmueble.

Alan llevaba ya un tiempo intentando zafarse de las ataduras que lo mantenían inmóvil; se dio cuenta que sí podía liberarse de ellas.

Una vez que se percató de que podía desatarse, Alan aprovechó el descuido de la persona que lo cuidaba en una habitación del segundo piso de la casa donde lo tenían, para intentar escapar.

Tras un forcejeo de varios minutos, el futbolista sometió y golpeó al sujeto y lo dejó inconsciente. Le quitó entonces su pistola y su teléfono celular.

Corriendo, Alan Pulido bajó las escaleras y marcó, desde el celular de su captor, al número de emergencias 066. A quien respondió la llamada le dijo su nombre, que se encontraba secuestrado y dio algunas señas de su ubicación.

Algunas patrullas se encontraban cerca del lugar y de inmediato fueron notificadas para moverse hasta ahí. Llegaron en pocos minutos.

Alan Pulido intentó salir de la casa, pero la puerta estaba bajo llave. En su desesperación, rompió el vidrio de la puerta y se cortó la mano. Es la única herida que tuvo.

En ese momento ya se escuchaban las sirenas de las patrullas de Fuerza Tamaulipas, la Policía estatal, que llegaban al lugar. Fueron los primeros en arribar a la casa de seguridad.

Afuera, en un pequeño patio en la parte de enfrente, se encontraba otro de los secuestradores que, al escuchar a las patrullas, huyó del lugar.

Todo esto ocurrió en la casa marcada con el número 233B de la calle Costa Rica, en la colonia Ampliación Pedro Sosa, en Ciudad Victoria.

La colonia es una de las zonas en crecimiento en la capital tamaulipeca. Sus calles aun sin pavimentar y la existencia de varios terrenos baldíos hablan de una colonia en formación.

Según el dicho de las autoridades, las patrullas estaban en la zona porque se había realizado un seguimiento de los vehículos que participaron en el plagio a través de cámaras de vigilancia instaladas en la ciudad.

El trayecto de los automóviles fue hacia el sur, donde se mantuvo sin éxito un operativo de seguridad durante todo el domingo, en la búsqueda de los delincuentes.

Los secuestradores ya se habían comunicado con los familiares del deportista para pedir un rescate de 6 millones de pesos.

Las autoridades apoyaban a la familia en las negociaciones con los secuestradores, pero también buscaban a Pulido en toda la entidad.

Incluso, el gobernador, Egidio Torre; y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, “giraron instrucciones” para la búsqueda del futbolista.

Empero, fueron la astucia, la fuerza y la suerte de Pulido, las que lograron liberarlo del cautiverio que duró 24 horas.

Una vez ya en manos de las autoridades, Alan Pulido fue llevado hasta un centro policial donde se le realizaron estudios, se le dio apoyo psicológico y se tomó su declaración de los hechos.

Hasta ahí llegó Egidio Torre, el gobernador, quien acompañó a Alan Pulido y lo presentó ante los medios de comunicación, apenas una hora después de lo ocurrido.

“Lo más importante es que vean que aquí está con nosotros Alan; estamos desahogando ahorita las diligencias, los procedimientos, y ya más adelante les daremos a conocer los detalles. Lo más importante es que aquí está, está con nosotros”, dijo Torre en un mensaje ante la prensa.

Ésta es la versión oficial de los hechos; después vino el impacto en redes sociales de lo ocurrido y de las reacciones de la clase política.

La otra versión

En Tamaulipas se habla de otra historia sobre el plagio y el rescate de Alan Pulido.

Según la versión del blog menytimes.blogspot.mx, una página dedicada a reportar sobre hechos de violencia en esa entidad, la liberación del futbolista fue “una atención” al gobernador Egidio Torre.

Pulido habría sido “levantado” después de las 23:30 horas del sábado en la carretera interejidal.

De acuerdo con esta versión, el futbolista iba en estado de ebriedad y tuvo un altercado con las personas que lo secuestraron, presuntos delincuentes que patrullan ese lugar.

Los secuestradores se llevaron al deportista por la fuerza, sin saber bien a quién llevaban plagiado. Usaban máscaras con la imagen de una calavera.

“En las 24 horas siguientes hubo negociaciones con los Zetas de Ciudad Victoria y ‘alguien’ de la Procuraduría pidió la atención al cártel local para que les regresaran al futbolista (GobTam –Gobierno de Tamaulipas- siempre supo quién lo tenía secuestrado).

“Los Zetas corrieron el favor, dejando a Alan Pulido solamente con un vigilante, mismo que prácticamente fue ‘puesto’ para que fuera detenido”, se lee en el blog de denuncia.

Para el autor, los Zetas sabían que tenían una “papa caliente” en sus manos, pues con toda la difusión que se dio en medios de comunicación, sabían que no podrían cobrar el rescate, así que era más fácil entregarlo “y así todos quedaban contentos”.

Ahora, sostiene, el gobernador está en deuda con el grupo criminal y pudo tomar el crédito del “rescate” del jugador.

En redes sociales y en medios de comunicación se ha cuestionado la versión oficial de los hechos, por las circunstancias que le permitieron a Alan Pulido someter al único plagiario que lo vigilaba.

El secuestro nuestro de cada día

Basta abrir la página de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas para percibir la magnitud de la tragedia que sucede en ese estado.

Una lista con decenas de nombres y fotografías de personas desaparecidas ocupa un gran espacio del sitio web.
Un desfile de imágenes de hombres y mujeres por quienes, incluso, se ofrece una recompensa de hasta 1 millón de pesos. Muchos de ellos, desaparecidos en carreteras o caminos; otros, secuestrados y jamás localizados.

Según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Tamaulipas registró 327 secuestros en el 2015; es decir, de siete días de la semana, en seis había un secuestro en la entidad.

Entre enero y abril del 2016, se registraron 69 plagios en esa entidad.

Un conteo de la organización Alto al Secuestro sostiene que en lo que va del sexenio –entre diciembre del 2012 y abril del 2016-, han sido secuestradas 909 personas en esa entidad.

Sin embargo, estos números podrían no reflejar la realidad de lo que realmente ocurre en ese estado y en el país entero.

Un informe del Consejo para la Ley y los Derechos Humanos A.C., señala que conforme se incrementó la actividad de los secuestradores en México, también creció la violencia contra sus víctimas.

En el 75 por ciento de los casos, estima, se ha encontrado la participación directa de policías, lo que impacta directamente en el crecimiento de este delito.

“Ante la participación de policías, las víctimas prefieren no denunciar y se puede asegurar que solo se denuncia uno de cada 43 secuestros; esta situación genera impunidad para los secuestradores y permite su libre operación”, sostiene el Consejo.

El INEGI va más allá, pues sostiene que de cada 100 delitos –incluidos los secuestros-, solo se denuncia uno.

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), de 33.7 millones de delitos que se cometen en México, solo se denunció el 10.7 por ciento.

El Consejo señala que el secuestro, además, se ha vuelto un delito más común porque ahora toca a todos los sectores sociales, por una mera conveniencia de los delincuentes.

“La realidad es que hoy cualquier familia puede enfrentar la violencia de los secuestradores. Hoy los rescates ya no son por millones de pesos; las bandas de secuestradores prefieren numerosos secuestros con rescates que van de los 20 mil a los 500 mil pesos.

“Es decir, en la lógica de los secuestradores, es más rentable tener 15 o 20 víctimas en un mes, que una cada bimestre”, sostiene el informe del Consejo.

A esto se suma la participación cada vez más común de policías, lo que “profesionaliza” los secuestros, con técnicas que les permiten manejar a las víctimas, desvanecer evidencias, reducir riesgos y prevenir por todos los medios que no sean descubiertos, lo que dificulta su captura.

En Tamaulipas se vive una de las caras más duras del secuestro y la desaparición en México.

Según datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, Tamaulipas es la entidad donde, en 2015, sus municipios sufrieron más la incidencia de secuestros.

De los 10 primeros municipios donde se tiene la tasa más alta de secuestros, Tamaulipas ocupa cinco lugares.
En primer lugar se encuentra Ciudad Victoria, con 42 plagios en 2015, una tasa del 11.97; le sigue Ciudad Mante, con 11 secuestros y una tasa del 10.04; en tercer lugar está Tampico, con 29 plagios el año pasado, una tasa de 9.96.

En la lista nacional, el cuarto lugar corresponde a Chilpancingo. En el quinto lugar se encuentra nuevamente un municipio de Tamaulipas, Matamoros, con 38 secuestros y una tasa del 7.36.
Le siguen Cárdenas y Huimanguillo, dos municipios de Tabasco. Reynosa está en el octavo lugar, con 47 plagios y una tasa del 6.80.

En este estado –uno de los más afectados por el narcotráfico- el próximo domingo se celebrarán elecciones para elegir tanto a gobernador como alcaldes.

¿Uso político de la violencia?

Al igual que hace seis años, cuando el candidato priista Rodolfo Torre fue asesinado a unos días de terminar la campaña, el panorama en Tamaulipas se ha llenado de nubarrones que ensombrecen la elección del 5 de junio.

La imagen de ayer fue contundente: aún no habían pasado dos horas de su liberación, y ya el gobernador Egidio Torre platicaba con el recién liberado Alan Pulido.

Rodeados de elementos del Ejército Mexicano, la Policía Federal y la Policía Estatal, ambos intercambiaban algunas palabras sobre lo que había ocurrido minutos atrás.

De inmediato, la imagen provocó críticas en redes sociales. Miles de mensajes fueron colocados en Twitter expresando el oportunismo del mandatario y los cuestionamientos inevitable: ¿por qué no se hace el mismo operativo con otros secuestrados? ¿por qué no se busca igual a todos los desaparecidos?

Lo que pudo dar aceptación al Gobierno estatal y al partido oficial, podría tener el efecto contrario en las urnas, este domingo.

Lo ocurrido fue criticado por la organización Alto al Secuestro, presidida por Isabel Miranda de Wallace.

En un comunicado, la organización acusa que el gobierno de Tamaulipas no ha asumido su responsabilidad en materia de secuestro, donde se carece de una política pública en la materia.

Prueba de ello, señala, es que el futbolista no fue rescatado por la coordinación de las autoridades, sino por la propia acción de Pulido que aprovechó el descuido de sus captores.

“Esto refleja la falta de estrategia, de acciones contundentes y de voluntad por parte del gobierno estatal para erradicar este flagelo (…) exigimos una verdadera política integral de prevención y ataque al delito de secuestro”, expuso en el comunicado.

Los candidatos a la gubernatura no perdieron la oportunidad de hablar sobre el tema, que podría pegar de lleno en la elección del fin de semana.

“Celebro el retorno con bien de Alan Pulido a su familia. Felicito a Egidio Torre y a las autoridades que lo rescataron. Excelente trabajo”, escribió el priista Baltazar Hinojosa en su cuenta de Twitter (@BaltazarxTam).

“Me da gusto saber la buena noticia del rescate del futbolista #AlanPulido quien se encuentra ya con su familia.

“En #Tamaulipas hay casi 6 mil desaparecidos o no localizados, sus familias también exigen apoyo del gobierno para su localización”, escribió en Twitter (@fgcabezadevaca) en dos mensajes el panista Francisco García Cabeza de Vaca.

“Me alegra que apareciera sano y salvo Alan Pulido. Pero también el resto de desaparecidos merecen el mismo interés por parte del Gobierno”, dijo Gustavo Cárdenas (@GustavoCarG), candidato por Movimiento Ciudadano, en la red social.

Más allá de los hechos de violencia que todos los días ocurren en Tamaulipas, los políticos de ese estado han utilizado el tema como su arma principal, durante toda la campaña de este 2016.

Acusaciones de pertenecer a grupos del crimen organizado, haber recibido dinero del narcotráfico o de defender a alguno de los grupos que se disputan la entidad (el Cártel del Golfo y los Zetas), son los dichos de todos los días.

Para Samuel González, consultor en temas de seguridad y extitular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de la Delincuencia Organizada (SIEDO), en esa entidad aún no se puede hablar de una narcoelección, pero sí del intento de los grupos delictivos de infiltrarse en el control del Estado.

“Por eso es muy importante el que la ciudadanía haga una elección de candidatos lo mejor que pueda, porque la seguridad va a depender justamente de quién gane las elecciones y cómo las gane”, comentó en entrevista.

Las acusaciones entre los dos candidatos punteros van y vienen. El secuestro de Alan Pulido no hizo más que echarle leña al fuego.

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