No hay imagen disponible

Se lo advirtió a Ebrard

El 20 de agosto de 2007 Marcelo Ebrard Casaubón, entonces jefe de Gobierno de la Capital, recibió un documento contundente: 

“Yo le sugiero que decidamos por trenes neumáticos, previendo cualquier incidente grave en la nueva Línea 12 que pudiera opacar sensiblemente a nuestra administración, dadas las condiciones de inestabilidad de los suelos del Distrito Federal”.

El 24 de marzo de 2014, Bojórquez salió a defender la apuesta de Marcelo y la que supuestamente tuvo él mismo por los trenes férreos
"El sistema de guiado de trenes con rodada neumática en vías principales elimina la posibilidad de descarrilamientos"
Dictamen técnicoSeptiembre 2007
"Yo le sugiero que decidamos por trenes neumáticos, previendo cualquier incidente grave en la nueva Línea 12"
Carta de Francisco BojórquezAgosto 2007
https://www.youtube.com/watch?v=VCZjA41RdJU

El 20 de agosto de 2007 Marcelo Ebrard Casaubón, entonces jefe de Gobierno de la Capital, recibió un documento contundente: 

“Yo le sugiero que decidamos por trenes neumáticos, previendo cualquier incidente grave en la nueva Línea 12 que pudiera opacar sensiblemente a nuestra administración, dadas las condiciones de inestabilidad de los suelos del Distrito Federal”.

El autor de ese texto es Francisco Bojórquez Hernández, entonces director del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), quien remata el mensaje a su jefe con una frase contundente: “Vayámonos por la segura”. 

Por esos días Ebrard y su equipo debatían sobre qué tecnología elegir para la nueva línea del Metro que marcaría el sexenio. Por eso el documento fue etiquetado con la leyenda “Asunto: Trenes neumáticos o férreos”.

Pero Ebrard no escuchó esa recomendación, como tampoco hizo caso a otros documentos que aconsejaban la conveniencia de adquirir trenes neumáticos para la Línea Dorada.

El jefe de Gobierno, quien tendría la decisión junto con su equipo cercano de colaboradores, fundamentalmente Mario Delgado Carrillo, se empeñó en rentar el lote de trenes férreos que hoy se encuentra en el ojo del huracán debido a la incompatibilidad con la vía, según acusa la empresa Systra.

El ingeniero Bojórquez, quien da clases sobre su experiencia en este tipo de trasporte en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), le ofreció a su jefe Marcelo Ebrard los argumentos que validaban su postura de elegir trenes con tecnología neumática, y desechar los férreos.

“En la Ciudad de México se ha vendido mucho la idea de que el Metro es de tecnología neumática por la alta seguridad que ofrece, dada la barra guía y la rueda del material de hule de rodamiento. “Esta aseveración es correcta, pues si se descuida el mantenimiento de las vías cuando la rodadura es férrea, se podrían originar accidentes muy lamentables”, advirtió Bojórquez. 

Meses después de inaugurar la Línea Dorada se discute si los trenes tuvieron pobre mantenimiento, por diferentes motivos, lo que fue una de las causas de la decisión de cerrar la Línea 12, para evitar un peligroso accidente. 

Difiere en privado lo público

El entonces director de la red del Metro de la Ciudad de México le recordó a Marcelo Ebrard que desde el 2002 (durante la administración de Andrés Manuel López Obrador), se habían realizado estudios de ingeniería básica de dicha línea, de Mixcoac a Acoxpa, bajo la premisa principal de tecnología neumática para las ruedas.

“Estos estudios sirven (con su actualización respectiva) faltándonos la ingeniería básica para el tramo del Del Paso–Tláhuac, por lo que existe un importante avance, en caso de seleccionar tecnología neumática”.

Bojórquez le puntualizó a su entonces jefe que la decisión de seleccionar trenes con tecnología neumática, o férrea, “determinará todo lo relacionado con la obra civil, electromecánica, tipo de talleres, equipamiento de talleres, compatibilidad con la infraestructura del Metro”, entre otras cosas.

Sin embargo, mientras el director del STC le pedía en privado a Ebrard optar por los trenes neumáticos por seguros y por la compatibilidad con el resto de la red del Metro de la Ciudad de México, públicamente defendía los sistemas férreos por sobre los neumáticos.

En su comparecencia del 2 de agosto de 2007 ante la Comisión de Transporte y Vialidad de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) defendía el tren de rodada férrea con el argumento de que en la Línea A, hasta agosto de 2007 solo ocurrieron cuatro fallas, mientras que en las 10 líneas con tecnología neumática, hubo cientos de fallas.

También Bojórquez dijo hace 14 años que se analizaba la posibilidad de que fueran férreos a fin de reducir costos, ya que con una línea férrea el gobierno capitalino se ahorraría el 50 por ciento del gasto destinado al proyecto.

Además de que bajarían aspectos como mantenimiento, adquisición de trenes nuevos y uso de personal especializado.

La postura que vertió Bojórquez públicamente ese 2 de agosto de 2007, contradecía su opinión, su creencia, de que los trenes neumáticos era la mejor opción para la Línea 12, expresada en el documento que publicamos, con fecha 20 de agosto del mismo año. 

Han pasado 7 años desde que escribió y firmó el documento. El contenido es aún demoledor.

¿Lo convencieron o lo obligaron de optar por los férreos y así informarlo en foros públicos?

Un mes después… insisten en el hule

Hoy este problema confronta a dos administraciones del Gobierno del Distrito Federal (GDF), la de Miguel Ángel Mancera y la de Marcelo Ebrard. 

Es por eso que resulta urgente conocer los detalles de los múltiples procedimientos y documentos que apostaron por la tecnología neumática. 

Una decisión que exhibe aún más el empecinamiento del ex jefe de Gobierno y su equipo que terminaron por rentar un lote de trenes férreos a un costo millonario.

Porque no solo fue Bojórquez. 

En el reportaje “Negligencia sobre Ruedas” del pasado 26 de junio en Reporte Indigo, se dio a conocer que en el 2007 un grupo de expertos del Sistema de Transporte Colectivo Metro elaboró el documento “Dictamen técnico de la comisión interna encarga de evaluar la tecnología del material rodante más adecuada para operar la Línea 12”.

Fechado en septiembre de 2007, poco menos de un mes después de que Francisco Bojórquez le pidiera a Marcelo Ebrard ir por la segura y optar por los trenes neumáticos, los expertos determinaron que por cuestiones de seguridad para los pasajeros y facilidades de operación, era mejor la tecnología neumática.

“El sistema de guiado de trenes con rodada neumática en vías principales elimina la posibilidad de descarrilamientos, dado que los conjuntos de ruedas guía de los bogues se apoyan a ambos lados sobre barras guía altas y robustas”, precisa el documento posterior al oficio de Bojórquez.

En ambos documentos, el directo enviado por Bojórquez a Marcelo Ebrard, así como el elaborado por los especialistas, coinciden en lo esencial.

Los dos hacen énfasis en considerar los terrenos por donde pasaría el tren, según el trazo programado.

“Para el caso de los hundimientos diferenciales de los terrenos por donde pasaría el tren, los expertos consideraron que dado el trazo de la Línea 12 pasaría en su mayor parte por terrenos inestables con asentamientos diferenciales de suelo, en el caso del sistema de vías para trenes férreos sería obligado el continuo mantenimiento de vías bajo estrictos programas de alineación y nivelación, a diferencia de los requeridos para trenes con rodada neumática”.

Bojórquez y su defensa

En medio del escándalo por el cierre parcial de la Línea 12, el exfuncionario que volvió a la academia para impartir la clase de Transporte Ferroviario en el IPN, tuvo que comparecer ante la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa.

El pasado 24 de marzo de 2014 Francisco Bojórquez salió a defender la apuesta de Marcelo y la que supuestamente tuvo él mismo por los trenes férreos.

El exdirector del Metro no reveló que su apuesta fue por los neumáticos, pero que nunca fue escuchado.

“¿Trenes férreos versus trenes neumáticos, por qué férreos?”, le cuestionó en marzo de este año el presidente de dicha comisión especial, el diputado local Jorge Gaviño Ambriz.

Bojórquez se tomó tiempo para responder. 

Hizo alusión a la Comisión Técnica que por aquellos años se formó para dirimir el conflicto de usar trenes férreos o neumáticos para la Línea 12.

Ahí, lejano a su clara postura vertida en el oficio que mandó directamente a Marcelo Ebrard el 20 de agosto de 2007, el ingeniero abundó en los perjuicios de la tecnología neumática.

Dijo que los trenes con neumáticos son muchísimo más complejos, que su mantenimiento requiere de mayor especialización, que el costo de las refacciones es muy alto y que son pocas las líneas que funcionan con neumáticos en el mundo, por lo que los proveedores de neumáticos están amarrados a los organismos que operan con un metro neumático.

“El tren férreo es un tren que prácticamente opera en todos los países del mundo. Por ejemplo en Francia, obviamente hay líneas neumáticas y hay líneas férreas, en España también, en México tenemos la Línea A y ahora está la Línea 12. 

“Sin embargo, la tecnología férrea es como nacen los ferrocarriles en el mundo”, divagó.

“El problema de neumático es que desde el punto de vista de tecnología se ha ido rezagando, no hay mucho interés de la industria ferroviaria en invertir mucho porque hay pocos clientes, muy pocos clientes, y esos clientes obviamente año con año las refacciones se les encarecen cada vez más porque son pocos”.

Agregó que desde el punto de vista de refacciones, capacitación de personal, disponibilidad de los trenes y áreas de mantenimiento, son mucho más sencillas en el férreo. 

Además requieren espacios más pequeños para el mantenimiento, es por lo que la tecnología neumática se va rezagando.

“Son muy buenos los dos trenes pero obviamente habrá que considerar también el acceso a los recursos presupuestales y todo lo que implica.

“(…) para diseñar una línea de metro o una línea de ferrocarril, antes de pensar en construirla, por supuesto se tiene que ver qué tipo de vehículo va a correr sobre ella. 

“Imposible pensar en lanzarse a la construcción si no tiene uno la idea de qué vehículo va a correr, es como diseñar una pequeña vialidad para que corra un tráiler o al revés, diseñar una gran vialidad para que corra por ahí un Volkswagen, pues obviamente sería muy costoso”.

En defensa de la decisión que se tomó, la que él finalmente tuvo que apoyar en su calidad de director del Metro, Francisco Bojórquez apuntaló los beneficios de la tecnología férrea.

Ya casi al terminar un integrante de la Comisión lo cuestionó respecto a su interacción con su entonces jefe, Marcelo Ebrard.

“¿Qué si tuve comunicación con el jefe de Gobierno? Sí, siempre tuve comunicación con el licenciado Marcelo Ebrard Casaubón cuando él me invitó al trabajo aquí en el Metro, sí nos reuníamos, evaluábamos, etcétera. 

“Digo, cada que hubo oportunidad y que nos llamó, pues ahí estuvimos siempre, pero yo sabía de mi responsabilidad, de lo que yo tenía que atender y procuré atenderlo de la mejor manera  posible”, detalló.

Nada dijo de que aquella carta en la que le pidió a su jefe: “Vayámonos a la segura”.

 

Te puede interesar