Rebeldes entre los rebeldes

Ya es oficial, el Consejo de Autodefensas de Michoacán (CAM) entró a la etapa de separación.

Los civiles armados se han divido en dos grupos que amenazan con iniciar una guerra interna para disputarse el control de la seguridad en la zona de Tierra Caliente. Los dos grupos confrontados se reprochan la pertenencia y complicidad con el crimen organizado, al que juraron desterrar de la región.

El grupo de autodefensas en Michoacán a cuenta con un estimado de casi 20 mil personas, todas armadas, según las cifras emitidas por el vocero Estanislao Beltrán Torres. 

Ya es oficial, el Consejo de Autodefensas de Michoacán (CAM) entró a la etapa de separación.

Los civiles armados se han divido en dos grupos que amenazan con iniciar una guerra interna para disputarse el control de la seguridad en la zona de Tierra Caliente. Los dos grupos confrontados se reprochan la pertenencia y complicidad con el crimen organizado, al que juraron desterrar de la región.

El grupo de autodefensas en Michoacán a cuenta con un estimado de casi 20 mil personas, todas armadas, según las cifras emitidas por el vocero Estanislao Beltrán Torres. 

Los que han decidido no seguir atendiendo el llamado de la dirigencia que encabeza Hipólito Mora podrían llegar a los mil 400 integrantes, todos ellos agrupados en la zona de Buenavista Tomatlán, bajo las órdenes de Luis Antonio Torres González.

Los seguidores de Torres Gonzáles conforman el grupo de autodefensas que la semana pasada tomaron las instalaciones de la Presidencia Municipal de Apatzingán y lograron la expulsión del alcalde Uriel Chávez, al que señalaron de pertenecer al crimen organizado.

Las acciones del grupo fueron desconocidas por el Consejo de Autodefensas que lidera Mora, pese a que de allí salió la instrucción. El comisionado federal, Alfredo Castillo no tardó en respaldar la postura de Mora.

La noche del lunes, por las frecuencias de banda civil con las que se comunican todos los grupos de autodefensa, se escuchó la declaración de guerra entre Torres Gonzáles y Mora.

Ambos líderes se lanzaron mutuas amenazas de muerte. 

Los seguidores de Torres Gonzáles se atrincheraron en la comunidad de La Ruana, mientras que el grupo de Mora comenzó a concentrarse en las inmediaciones, con la intención de desarmar a los insurrectos.

Ante esta situación, el Gobierno Federal inició la movilización del Secretario de Seguridad Pública de Michoacán para tender puentes de diálogo entre los dos líderes confrontados, a fin de terminen sus diferencias y siga la concentración en torno a la lucha contra el crimen organizado. 

La situación que se vive en Tierra Caliente es tensa ante la posibilidad de un enfrentamiento entre los dos grupos de autodefensas.

‘El Americano’ arma su propio grupo

El grupo de seguidores de Luis Antonio Torres Gonzáles -que se atrincheraron en la localidad de La Ruana, del municipio de Buenavista- comenzó a recibir apoyo de otros autodefensas que llegaron a la zona procedentes de Tancítaro y Los Reyes, apenas se anunció la separación de Hipólito Mora.

A Torres González le dicen “El Americano” porque es originario de la ciudad de El Paso, Texas. Era el segundo al mando del grupo de autodefensas que surgió bajo el liderazgo de José Manuel Mireles Valverde, quien fue desplazado por Hipólito Mora y Estanislao Beltrán Torres. 

“El Americano” se unió al grupo de lucha contra el crimen organizado, tras sufrir un secuestro en el 2012. 

Su familia pagó 150 mil dólares por su libertad, lo que los dejó en la ruina. 

Cuando surguieron los grupos de civiles armados, fue el primero en respaldar la postura de Mireles. Ahora, se ha distanciado de Mora, al quien acusa de formar parte del crimen organizado.

Ante la mirada observante de las Fuerzas Federales que patrullan la región de Tierra Caliente, ayer continuó la movilización de los rebeldes.

Sin identificar el partido que han tomado, todos están llegando para ubicarse en las inmediaciones de la comunidad de La Ruana. Unos para esperar el llamado de desarme al grupo de Torres Gonzáles y otros para evitarlo.

“Los comunitarios que sitiaron La Ruana –los del grupo de Torres Gonzales- son amigos de ‘El Chayo’, ‘La Tuta’ y ‘El Chango’ Méndez; siempre trabajaron para Los Caballeros Templarios y ahora quieren tomar, de nueva cuenta, el control del poblado, pero vestidos de autodefensas”, aseguró Mora, quien al verse cercado en el Rancho Los Palmares fue extraído de la zona en un helicóptero de la Policía Federal.

Los seguidores de Torres Gonzáles realizaron un mitin en la plaza principal de La Ruana, en donde desconocieron el liderazgo de Hipólito Mora, amenazando con desarmar a los autodefensas que respalden al que se considera también uno de los fundadores de la lucha civil contra el crimen organizado en Michoacán.

Regresan a alcalde a su puesto

La principal muestra de desacato a la dirigencia del Consejo de Autodefensas de Michoacán (CAM), por parte del grupo de Luis Antonio Torres Gonzáles ha sido la restitución del alcalde de Buenavista Tomatlán.

El edil Luis Torres Chávez –quien había sido separado de su puesto por el grupo a cargo de Hipólito Mora- anunció su regreso en compañía de varios integrantes de las autodefensas de Torres Gonzales.

Torres Chávez encabezó un mitin, llamado “Asamblea Pública” en donde unos mil 500 habitantes de la localidad le exigieron a gritos que regresara al cargo para el que fue electo.

Tras ser expulsado del municipio, el alcalde había mantenido oculto en la ciudad de Morelia, en donde nunca fue recibido por el gobernador Fausto Vallejo. 

Su regreso como edil se llevó a cabo también al margen de la opinión del gobernador de Michoacán.

Reclutan menores a la fuerza: CEDH

La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) dio a conocer un informe sobre la actuación de los grupos de autodefensa en Michoacán, en donde se destacan serias violaciones a las garantías individuales por parte de los civiles armados que se conformaron, irónicamente, para evitar los abusos del crimen organizado.

Entre las violaciones más graves, destaca el informe dado a conocer por José María Cázares, titular de la dependencia, se encuentra el reclutamiento obligado de menores de edad, cuyos casos se han documentado en los municipios de Tanhuato, Yurécuaro, Apatzingán y Zamora. 

La mayoría de los menores enrolados en las fuerzas de autodefensa fueron adiestrados en el uso y portación de armas de grueso calibre, propias de la guerra.

De estos casos también ha tomado conocimiento la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Otra de las violaciones es la aplicación de cobros a la población en general, los que se disfrazan como peticiones de ayuda forzada para el sostenimiento de los grupos que ingresan a los municipios.

Cuando los grupos de autodefensa toman el control de alguna localidad, dijo el titular de la Comisión de Derechos Humanos en Michoacán, se han detectado casos en donde “en vez de solicitar dinero o apoyos en especie, piden a las familias que entreguen un elemento (un hombre) para reforzar a estos grupos”, lo que podría ser susceptible de aplicar recomendaciones formales.

El informe también reconoció que la presencia de las autodefensas ha sido positiva para la población, pues antes de que surgiera el movimiento civil armado, vivía sometida a la voluntad del crimen organizado. 

Estima el informe que la gente de la zona de Tierra Caliente vivió en condiciones de sitio por la delincuencia organizada, al tener que destinar hasta el 50 por ciento de sus ingresos al pago de extorsiones, lo que ha disminuido notablemente con la presencia de las autodefensas.

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