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La lucha por sobrevivir

En cada proceso electoral se vive la misma historia: más allá de luchar por obtener un cargo de elección popular, los partidos pequeños luchan por su mera sobrevivencia.

Para el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido del Trabajo (PT), Movimiento Ciudadano (MC), Nueva Alianza (NA), Morena, el Partido Encuentro Social (PES) y hasta para el Partido de la Revolución Democrática (PRD), cada proceso electoral se convierte en una apuesta para sostenerse.

Varios de ellos han apostado a las alianzas para evitar perder su actividad como institutos políticos.

El PRI y el PAN permanecieron intactos. Los demás perdieron el registro por lo menos en una entidad al no obtener el 3 por ciento de la votación
Partidos pequeños como el PES, Morena, MC y PT avanzaron en varios municipios, lo que habla de su influencia
Seis partidos perderán sus beneficios económicos en 11 estados; entre todos, dejarán de recibir 168,995 mdp
El Partido del Trabajo es el mayor perdedor en los estados del país al dejar de percibir más de 50 millones de pesos de seis estados.
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En cada proceso electoral se vive la misma historia: más allá de luchar por obtener un cargo de elección popular, los partidos pequeños luchan por su mera sobrevivencia.

Para el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido del Trabajo (PT), Movimiento Ciudadano (MC), Nueva Alianza (NA), Morena, el Partido Encuentro Social (PES) y hasta para el Partido de la Revolución Democrática (PRD), cada proceso electoral se convierte en una apuesta para sostenerse.

Varios de ellos han apostado a las alianzas para evitar perder su actividad como institutos políticos.

La elección del pasado 5 de junio dejó varios damnificados en el camino; partidos que perderán millones de pesos en las prerrogativas que les entregan las entidades por no alcanzar el mínimo requerido para mantenerse vigentes.

El requisito para no perder dichas prerrogativas económicas es haber alcanzado un 3 por ciento de la votación en la elección a gobernador, diputados o ayuntamientos.

Si no se logra ese porcentaje, los partidos nacionales mantienen su registro, pero pierden el financiamiento que los institutos electorales locales les otorgaban.

Sin embargo, en algunos estados, a pesar de que los partidos perdieron su derecho a tener financiamiento público, tuvieron un avance respecto a los votos que alcanzaron en la elección federal del 2015.

La elección del 2016 también sirvió a los partidos políticos minoritarios para localizar las entidades donde tienen posibilidades de crecimiento y en cuáles son fuerzas marginales.

A nivel municipal, algunos de esos partidos minoritarios tuvieron avances. El PES, por ejemplo, se hizo de la alcaldía de varias localidades en Hidalgo, Tlaxcala y Tamaulipas, a pesar de ser un organismo de reciente creación.

Los resultados de la elección de este 2016 tendrán incidencia directa en el proceso del 2018, tanto porque quienes perderán sus prerrogativas locales llegarán con menos dinero en la bolsa, como por el aumento o disminución de la presencia operativa en los estados.

Y aunque por sí solos podrían no representar un adversario peligroso, los partidos pequeños podrían ser determinantes para inclinar la balanza en las elecciones presidenciales del 2018; el secreto estará en cómo se acomodan las alianzas para la siguiente batalla electoral.

Los beneficiados

Aunque a nivel nacional sean referente del sistema político del país, los partidos minoritarios batallaron en las elecciones del pasado 5 de junio y en algunos estados perderán sus prerrogativas locales.

En total, seis partidos perderán sus beneficios económicos en 11 estados; entre todos, la suma que dejarán de recibir en 2017 será de 168 millones 995 mil pesos.

Aunque parecería una pequeña parte de lo que perciben a nivel nacional, el financiamiento que los partidos recaudan de los estados sirve para que las estructuras locales puedan funcionar al 100 por ciento.

Este descalabro electoral y financiero llegará en 2017, justo cuando los partidos se preparen ya para la sucesión presidencial, en el 2018.

Los únicos partidos nacionales que permanecieron intactos fueron el PRI y el PAN. Todos los demás perdieron el registro por lo menos en una entidad.

Según las leyes electorales de los estados, tomando como base la Ley General de Partidos Políticos, los organismos políticos podrán perder su registro en los estados si no logran obtener el 3 por ciento de la votación para gobernador, diputados locales y ayuntamientos.

Sin embargo, al tratarse de partidos con registro nacional, en las entidades solo pierden el derecho a recibir las prerrogativas económicas entregadas por los institutos electorales locales.

Esto se traduce en millones de pesos; un hecho que pega directo a sus bolsillos.

Pierden registro… y millones

El PRD, por ejemplo, perdió el registro en Tamaulipas, al obtener solamente el 2.3 por ciento de los votos.

Esto provocará que el partido del Sol Azteca pierda su financiamiento público en ese estado, que ascendió, en el 2016, a 8 millones 43 mil pesos.

Al PVEM no le alcanzaron sus alianzas con el PRI, con quien compitió en todos los estados. El partido del tucán también perderá el registro en tres estados.

Se trata de Oaxaca, donde solo tuvo una votación de 2.38 por ciento; ahí, este año le fueron entregados 7 millones 91 mil pesos para actividades ordinarias y específicas –sin contar gastos de campaña-. Ya los perdió.

En Puebla, el PVEM solo logró 2.15 por ciento de los votos. En dinero, la pérdida de financiamiento local en ese estado significará decir adiós a 14 millones 812 mil pesos.

El Partido Verde también dirá adiós a sus prerrogativas en Tlaxcala, donde solo alcanzó el 2.3 por ciento de los votos. Este año, en ese estado, el PVEM recibió 2 millones 247 mil pesos.

En total, el PVEM dejará de recibir alrededor de 24 millones 151 mil pesos en el 2017.

El PT es el mayor perdedor en las entidades del país. Ese partido dejará de recibir sus prerrogativas en seis estados; y aunque hay otros que perdieron más elecciones, el del Trabajo es el instituto político que tendrá el boquete económico más grave.

En total, dejará de tener acceso a 51 millones 966 mil pesos, que es lo que recibió en los estados donde perdió su registro en esta elección.

En Hidalgo, donde solo obtuvo el 2.5 por ciento de los votos, recibió 2 millones 235 mil pesos; en Puebla, donde el PT solo logró el 2.1 por ciento, obtuvo en el 2016 un total de 19 millones 258 mil pesos.

Quintana Roo es otra de las entidades donde el estado retirará el financiamiento al PT, pues solo logró el 2.4 por ciento de los votos; ahí, en 2016, recibió 5 millones 357 mil pesos.

En Sinaloa, el del Trabajo solo se allegó el 0.9 por ciento de los votos; perderá algo así como los 4 millones 886 mil pesos que se le otorgaron este año.

El PT se va también en Tamaulipas, con 1.02 por ciento de los sufragios, y se despedirá de 6 millones 175 mil pesos; y en Veracruz se repitió la historia, pues tuvo solo 2.1 por ciento de los votos y dejará de recibir 14 millones 53 mil pesos.

Movimiento Ciudadano, partido que ha logrado fuerza en el occidente del país, perderá sus prerrogativas en Aguascalientes (2.8 por ciento de votos, 3 millones 808 mil pesos de financiamiento; en Durango (1.05 por ciento, y 3 millones 779 mil pesos); en Veracruz (con 2 por ciento de votos y 19 millones 842 mil pesos); y en Zacatecas (2.3 por ciento, y 3 millones 99 mil pesos).

En Quintana Roo, la autoridad electoral declaró la pérdida de financiamiento de Movimiento Ciudadano, por 3 millones 494 mil pesos, pues solo obtuvo el 2.1 por ciento de la votación; sin embargo, el partido se inconformó.

En Sinaloa también está pendiente saber si su alianza con el Partido Auténtico Sinaloense (PAS) lo salvará de perder su registro. De ser así, en 2017 diría adiós a una cantidad similar a la recibida este año, por 4 millones 567 mil pesos.

En total, Movimiento Ciudadano perdería 38 millones 592 mil pesos, aproximadamente.

A Nueva Alianza tampoco le alcanzó la alianza con el PRI para no perder su registro en algunos estados y 27 millones 659 mil pesos de financiamiento público estatal.

En Oaxaca, el partido perderá 8 millones 864 mil pesos, al tener solo 2.6 por ciento de los votos.

En Quintana Roo está por definirse también si pierde el registro y, con él, 3 millones 391 mil pesos.

En Tlaxcala, Nueva Alianza solo alcanzó el 1.6 por ciento de los votos y por ello perderá 2 millones 932 mil pesos; en Veracruz, NA recibió 12 millones 471 mil pesos en 2016 y les dirá adiós en 2017, pues solo logró el 2.7 por ciento de los sufragios.

El Partido Encuentro Social (PES) perderá 18 millones 582 mil pesos de financiamiento público estatal, pero es el instituto político que tuvo derrotas en más entidades.

El PES perderá el financiamiento en Durango (1.1 por ciento de votos, 1 millón 155 mil pesos de prerrogativas); en Oaxaca (0.02 por ciento, 2 millones 696 mil pesos); en Puebla (0.62 por ciento, 3 millones 833 mil pesos); en Sinaloa (1.2 por ciento, 2 millones 220 mil pesos).

Se despedirá también del dinero público en Tamaulipas (2 millones 408 mil pesos); en Tlaxcala (1 millón 76 mil pesos); y en Veracruz (5 millones 191 mil pesos).

Pierden, pero crecen

Los partidos políticos pequeños fueron los principales damnificados del proceso electoral del 2016, pero hay partes del país en que ganaron más votantes respecto a la elección federal del 2015.

Tal es el caso de Movimiento Ciudadano, por ejemplo, en estados como Aguascalientes, donde multiplicó los sufragios que obtuvo.

En el 2015, 5 mil 862 ciudadanos votaron por ese partido para elegir a sus diputados federales; en 2016, tuvo 13 mil 149 votos. Un crecimiento del 124 por ciento.

En Hidalgo, MC tuvo el año pasado 13 mil 816 votos a diputados federales; en esta elección, para diputados locales, registró 80 mil 961 votos. Un aumento de 485 por ciento.

El PES, en Aguascalientes tuvo 10 mil 300 votos en el 2015; para el 2016 logró 15 mil 697 sufragios para diputados. Un crecimiento del 52 por ciento.

El caso más emblemático para Encuentro Social es el crecimiento en el estado de Baja California.

En el 2015 tuvo votos por 6.65 por ciento en esa entidad; en el 2016, el porcentaje fue de 15.2 por ciento.

Específicamente en la ciudad de Tijuana, este año Encuentro Social logró un porcentaje de votación de 22.4 por la postulación de Julián Leyzaola como candidato a la alcaldía.

Leyzaola, teniente retirado del Ejército Mexicano, fue secretario de Seguridad Pública de esa ciudad entre el 2007 y el 2010, y se le atribuye haber disminuido los índices de violencia en Tijuana hasta en un 70 por ciento.

Sin embargo, fue acusado de tortura y violación de derechos humanos, por lo que luego de un juicio, en el 2013 fue inhabilitado ocho años para ejercer un cargo público en Baja California; aún así, logró el apoyo de más de 91 mil personas.

Avanzan en municipios

Aunque para algunos el descalabro en las elecciones estatales fue mayúsculo, lograron avanzar en los municipios de ciertas entidades.

Esto sirve para dar una idea de las zonas de influencia que tienen los partidos pequeños en la unidad más pequeña –pero más cercana a los ciudadanos- de gobierno en México.

El caso más emblemático es el del Partido Encuentro Social, pues aunque no tendrá financiamiento público en siete entidades, ganó varias alcaldías de ciudades importantes.

El PES es un partido que ha sido identificado con algunos grupos cristianos del país y ganó 11 alcaldías en tres estados.

En Hidalgo, la entidad donde el PES ha tenido más éxito, logró hacerse de los ayuntamientos de Actopan, Atotonilco de Tula, Calnali, Huejutla de Reyes, Metepec, Molango de Escamilla, Tianguistengo y Yahualica.

En Tamaulipas, el PES se hizo del gobierno del municipio de Gustavo Díaz Ordaz; en Tlaxcala, conquistó Calpulalpan e Ixtenco.

Morena, en su primera elección local en estas entidades, logró hacerse de 16 municipios.
Su mayor éxito ocurrió en Oaxaca, donde ganó 12 ayuntamientos; en Hidalgo obtuvo uno; y en Zacatecas, tres, incluyendo la capital.

Sin embargo, la semana pasada, el Tribunal Electoral de Zacatecas anuló la elección en la capital de ese estado, que había ganado Morena, quitándole así el municipio más importante que ya tenía en su poder.

Morena no tuvo oportunidad alguna de gobernar municipios en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas y Tlaxcala.

Movimiento Ciudadano también tuvo logros importantes en Chihuahua, con cinco alcaldías; Durango, con dos; Hidalgo, con cinco; en Oaxaca, con seis; uno en Tlaxcala; y dos en Zacatecas.

El Partido del Trabajo, que es el partido minoritario que tendrá la mayor pérdida económica en los estados, es también el instituto político que ganó más alcaldías en ciertas entidades, con un total de 29.

Su mayor éxito se ubicó en Oaxaca, donde conquistó 16 alcaldías; una en Durango; cuatro en Hidalgo; cinco en Tlaxcala; y tres en Zacatecas.

En estados como Aguascalientes, los ayuntamientos quedaron en manos del PRI, el PAN y el PRD; en Quintana Roo, se dividieron entre el PRI-PVEM y el PAN-PRD.

La pérdidas millonarias

> 38,592,000 pesos es la pérdida de financiamiento para Movimiento Ciudadano para el 2017

> 12,471,000 pesos es el financiamiento público estatal que dejará de percibir el partido Nueva Alianza

> 8,043,000  pesos recibió el PRD en Tamaulipas en 2016, dinero que dejará de percibir al perder su registro en ese estado

> 24,151,000 pesos dejará de percibir el PVEM. Perdió su registro en Oaxaca, Puebla y Tlaxcala

> 18,582,000 pesos dejará de percibir el Partido Encuentro Social del financiamiento público estatal

> 6 entidades dejarán de proveerle financiamiento al PT. Es el partido con el boquete económico más grave

> 51,966,000 pesos ya no percibirá el PT al perder en esta elección en estados como Hidalgo, Puebla y Quintana Roo