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A la guerra sin misil

En la última semana, en Jalisco y Nuevo León, el alto poder de fuego del narco ha exhibido a las corporaciones policiacas y  militares.

En ambos casos la delincuencia organizada –el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Jalisco y el de los Zetas en Nuevo León- ha demostrado su alta capacidad de armamento en contra de las fuerzas policiacas y del Ejército.

"Los compañeros se tienen que relevar las armas, no es cierto que cada uno tiene armas cortas y largas . Hay como 50 unidades nuevas, guardadas, ¿por qué no las sacan? Las tienen en la academia del Estado, guardadas, para que cuando les llegue la otra partida presupuestal"
RobertoElemento de la Fuerza Única Jalisco
https://www.youtube.com/watch?v=TW7-fr9-zrk

En la última semana, en Jalisco y Nuevo León, el alto poder de fuego del narco ha exhibido a las corporaciones policiacas y  militares.

En ambos casos la delincuencia organizada –el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Jalisco y el de los Zetas en Nuevo León- ha demostrado su alta capacidad de armamento en contra de las fuerzas policiacas y del Ejército.

Hace una semana el anillo de seguridad de Nemesio Oseguera, “El Mencho”, líder del CJNG, derribó un helicóptero militar en el municipio de Villa Purificación. Los miembros del cártel utilizaron un lanzacohete RPG. El saldo fue de siete integrantes de las Fuerzas Especiales del Ejército muertos.

Pero esa no fue la primera vez que el CJNG ataca así a las corporaciones en el estado.

El mes pasado, integrantes de este mismo cártel –uno de los más peligrosos del país- emboscó y mató a 15 policías de Fuerza Única de Jalisco.

También esta semana, en Nuevo León, quedó de manifiesto la superioridad del crimen organizado ante las dependencias estatales. 

Elementos de Fuerza Civil fueron emboscados en los límites de ese estado con Tamaulipas por integrantes del Cártel de Los Zetas.

Los criminales mataron a un elemento, retuvieron a una mujer policía y se hicieron de la patrulla que tripulaban.

Hoy Reporte Indigo presenta testimonios de un agente de Fuerza Única de Jalisco y de una policía de Fuerza Civil de Nuevo León que revelan que las fuerzas policiacas no están preparadas –en armamento y equipamiento- para enfrentar la capacidad de fuego de los comandos del narcotráfico.

“Los compañeros se tienen que relevar las armas, no es cierto que cada uno tiene armas cortas y largas”, comenta el policía.

Una situación similar viven los policías de Fuerza Civil en Nuevo León.

Esta semana, desde la radiofrecuencia de la patrulla asegurada a los elementos policiacos de ese estado, un criminal -que se identificó como comandante de Los Zetas- se burló del equipamiento de las fuerzas del orden.

“Pobre gente inocente que traen a la muerte nomás”, comentó por la radio. “Ni balas ni cargadores les dan. Les debería de dar vergüenza”.

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