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El castillo de Anaya

A pesar de ser uno de los líderes más jóvenes que ha tenido el Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya ya aseguró un legado de división.

Electo en agosto del 2015 para encabezar al PAN hasta el 2018, Anaya ha dedicado su tiempo como líder nacional a pavimentar el camino para que él –o uno de los suyos- sea el candidato presidencial panista dentro de dos años.

Los resultados de la elección del próximo 5 de junio no serán el único factor que determine las siguientes acciones de Anaya frente al partido.

Anaya fue coordinador de Desarrollo Humano en Querétaro; algunos críticos han exigido aclarar el destino de dinero público supuestamente malversado por él en ese cargo
"¿Cuál puede ser la mayor aspiración? Ser presidente de México. ¿A quién no le gustaría? Pero no soy una persona que tenga obsesiones”
Ricardo AnayaDirigente nacional del PAN, durante una entrevista
en el 2014
El llamado ‘joven maravilla’ del PAN ha promovido la desunión al interior del partido, al haber dado la espalda no solo a sus adversarios, también a quienes lo impulsaron
https://www.youtube.com/watch?v=q-Hs5EMHBJw

A pesar de ser uno de los líderes más jóvenes que ha tenido el Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya ya aseguró un legado de división.

Electo en agosto del 2015 para encabezar al PAN hasta el 2018, Anaya ha dedicado su tiempo como líder nacional a pavimentar el camino para que él –o uno de los suyos- sea el candidato presidencial panista dentro de dos años.

Los resultados de la elección del próximo 5 de junio no serán el único factor que determine las siguientes acciones de Anaya frente al partido.

Desde ahora, el llamado “joven maravilla” del PAN ha promovido la desunión al interior de su partido, al haber dado la espalda no solo a sus adversarios, sino a quienes lo impulsaron en su carrera política.

Tal parece que la lealtad de Ricardo Anaya se mueve conforme a las circunstancias.

Su crecimiento meteórico desde que tenía 18 años –hoy tiene 37 años de edad-, se potenció al cobijarse de líderes locales y nacionales a quienes ha abandonado a mitad del camino, cuando prefiere el pragmatismo.

Hoy, Anaya se alejó tanto de calderonistas como de maderistas y se ha refugiado en un grupo que ha ido posicionándose rumbo al 2018.

Pero para la elección presidencial falta aún mucho tiempo. La lealtad de Anaya podría cambiar nuevamente, como lo ha hecho en los últimos 19 años.

¿Anaya al 2018?

El contador que se despliega al abrir la página web del PAN es claro.

Según su conteo, faltan 832 días para el “Regreso del PAN a Los Pinos”.

Ricardo Anaya ha sido enfático al decir que su principal tarea es hacer que su partido gane las próximas elecciones presidenciales.

¿Buscará él ser quien abandere al PAN en 2018?

El discurso de Anaya cuando buscaba la presidencia nacional del PAN hablaba de algo diferente a lo que mostraron sus hechos, tiempo después.

“Debemos trabajar para tener un partido unido, reconciliado, sin resentimientos, incluyente, donde todos tengamos cabida. Hay que superar ya la lógica de grupos que tanto daño nos ha hecho”, pedía Anaya a los panistas en su decálogo como candidato.

Ahora, aunque se dice que comprometió su apoyo a Moreno Valle para ser candidato del PAN a la Presidencia de la República, varios indicios muestran que busca posicionarse él mismo.

Su aparición en la mayoría de los spots del partido, el protagonismo al anunciar propuestas legislativas de sus bancadas, y hasta la sana cercanía con el Gobierno federal y el presidente Enrique Peña Nieto, hablan de un político que avanza lento hacia una posible nominación presidencial.

Incluso Margarita Zavala, exprimera dama y aspirante a la candidatura presidencial del PAN, afirma que no comparte la estrategia de comunicación institucional del albiazul que ensalza la figura de Anaya.

El 18 de marzo pasado, la periodista Katia D’Artigues rememoró en su columna del diario El Universal una declaración de Anaya en una entrevista que le dio en octubre del 2014.

“Desde que recuerdo haber empezado a pensar a qué me quería dedicar, tuve bastante claridad que me quería dedicar a la política. ¿Cuál puede ser la mayor aspiración? Ser presidente de México. ¿A quién no le gustaría? Pero no soy una persona que tenga obsesiones”, le dijo Anaya a D’Artigues.

Sin embargo, Anaya se ha cuidado muy bien de no hacer una declaración pública sobre sus intenciones. Entre los panistas es un secreto a voces: el presidente nacional del PAN mueve sus piezas para ser considerado candidato presidencial en el 2018 por aclamación.

Al utilizar como bandera política la lucha contra la corrupción, Anaya busca ganar el apoyo ciudadano y ser conocido como un político joven en el que se puede confiar para cambiar el rumbo del país.

Pero los grupos que enemistó en su travesía como presidente nacional del PAN también mueven sus piezas.

Los maderistas trabajan ya en acercamientos con el PRD para impulsar la figura del gobierno de coalición y coquetean con la posibilidad de llegar a la contienda con un candidato en común.

Los calderonistas que permanecen fieles al expresidente consideran que Zavala es la mejor carta del PAN en el 2018, aunque vaya como candidata independiente.

Y aunque el grupo de Moreno Valle y Anaya ahora opera como uno solo, no se descarta que luego de las elecciones de junio próximo, donde se decidan 12 nuevas gubernaturas, puedan dividirse y tratar de postular cada uno a su abanderado.

Lo que ninguno debe olvidar es que la elección del candidato del albiazul a la Presidencia de la República se realizará por el voto de los militantes panistas.

El ascenso

Ricardo Anaya comenzó desde muy joven su carrera política en Querétaro, a pesar de haber nacido en Naucalpan, en el Estado de México. A nivel nacional, sin embargo, comenzó a figurar hasta el 2012, cuando llegó a la Cámara de Diputados.

Su incursión en la política ocurrió en el año 1997, a la edad de 18 años, cuando Francisco Garrido Patrón era presidente municipal de la ciudad de Querétaro y lo nombró director del Instituto Municipal de la Juventud de esa localidad.

En el año 2000, cuando tenía 21 años, se afilió al PAN y fue nominado como candidato a una diputación local que perdió en las elecciones de ese año.

Tres años después, Garrido Patrón, quien es considerado su “padre político”, gana la elección como gobernador de Querétaro y lo lleva a trabajar con él como su secretario particular.

Fue entonces que Anaya conoció las formas de hacer política desde un gobierno estatal.

Sus detractores en Querétaro lo han acusado de haber realizado prácticas “al viejo estilo priista”, como la compra de votos o la afiliación al partido de forma masiva a cambio de materiales para construcción o despensas.

Los seis años del gobierno de Garrido Patrón, Anaya fue quien realizó el trabajo en tierra para beneficiar su carrera política.

En el último año de gobierno de Garrido, Ricardo Anaya fue nombrado coordinador de Desarrollo Humano en Querétaro, donde se manejaban fondos y programas que se entregan a la población más necesitada.

Esto ocurrió justo cuando terminaba el sexenio y se desarrollaba la campaña para elegir al nuevo gobernador.

Sus detractores, incluidos algunos panistas, han exigido aclarar el destino de dinero público que supuestamente fue malversado por él, en ese periodo.

El PAN nombró en 2009 a Manuel González Valle como su candidato; Ricardo Anaya fue su coordinador de campaña.

González Valle perdió la elección frente al priista José Calzada, quien recuperó el estado para el PRI.

Anaya, sin embargo, se hizo de una diputación local en el Congreso de Querétaro y ahí coordinó la bancada del albiazul.

Sin embargo, se denunciaron múltiples irregularidades en la campaña de González Valle, que culminaron con una multa de 6 millones 200 mil pesos, en el 2010, por haber rebasado en un 143 por ciento el tope de financiamiento privado.

Una vez que el PRI asumió el poder, con José Calzada al frente, los cuestionamientos hacia Anaya llegaron a los medios locales. Decidió entonces alejarse de Garrido Patrón.

Las grandes ligas de la política

En el 2010 llegó a la presidencia estatal del PAN; y en el 2011, el entonces presidente Felipe Calderón lo nombra subsecretario de Planeación Turística de la Secretaría de Turismo federal.

Es entonces cuando da el salto a las grandes ligas de la política mexicana.

Desde esa posición en el gabinete, Anaya hizo lazos con personas cercanas al PAN nacional, sobre todo al grupo calderonista, pero sin descartar por completo al grupo de la candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota.

Su cercanía con los calderonistas le garantizó obtener una diputación federal plurinominal en el 2012.

Pero una vez que llegó a San Lázaro, se acercó al grupo de Luis Alberto Villarreal, entonces coordinador de la bancada, y uno de los más cercanos al entonces dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero.

Villarreal tuvo que dejar la coordinación de la bancada panista luego de que Reporte Índigo diera a conocer una fiesta en la que bailaron con escorts en los días que se llevaba a cabo una de sus reuniones plenarias, en enero del 2014.

Sin embargo, él y su grupo estaban ya envueltos en un escándalo que incluía una supuesta red de moches que pedía dinero a gobiernos municipales a cambio de asignarles recursos para obra pública. Aun así, Anaya se mantuvo cerca del grupo maderista.

Una vez consumada la ruptura con el calderonismo, Anaya llegó a ser presidente de la Cámara de Diputados entre el 2013 y el 2014, clímax de su estancia en San Lázaro.

En mayo del 2014, Gustavo Madero invitó a Ricardo Anaya a acompañarlo como secretario general del partido en la reelección que buscaba como líder nacional. Vencieron, en la elección de ese mes, a Ernesto Cordero, quien también buscaba el liderazgo panista.

En septiembre de ese año, Madero pidió licencia para buscar una diputación federal plurinominal y Ricardo Anaya fue presidente nacional del PAN por primera vez, en calidad de interino. Su mandato duró cuatro meses.

El acercamiento a Moreno Valle

Bajo el mandato de Anaya se eligió a los candidatos para la elección del 2015; fue en su presidencia que la Comisión Permanente del PAN negó la candidatura a Margarita Zavala, exprimera dama del país.

Se ponderó, en cambio, a los grupos cercanos a Madero y a Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, a quienes se dio prioridad en las candidaturas plurinominales.

A finales de enero del 2015, Madero retoma la presidencia nacional del PAN y da la coordinación de la bancada en San Lázaro a Ricardo Anaya.

Sin embargo, el cargo parecía quedarle grande a quien era conocido entre sus compañeros como “El Cerillo”, apodo que refería a su cualidad de “quemar todo lo que toca”.

En las conferencias de prensa o anuncios importantes, Anaya Cortés siempre se apoyaba de un teleprompter para leer el mensaje que tenía preparado. Si algún periodista le hacía algún cuestionamiento, trataba de no salirse del discurso que ya estaba memorizado.

Una vez pasadas las elecciones intermedias de junio del 2015, Ricardo Anaya anunció que buscaría la presidencia nacional del PAN y lo haría para buscar la unidad del partido.

Por haber sido su secretario general y cómplice en sus movimientos políticos, Gustavo Madero impulsó la candidatura de Anaya frente a la de Javier Corral, su contrincante, quien no se cansó de denunciar que su llegada a la presidencia del PAN era “más de lo mismo”.

No fue así.

Al hacerse del apoyo de Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, Ricardo Anaya decidió en plena campaña que era momento de dejar de lado a Gustavo Madero y confiar en su nuevo aliado.

A poco menos de dos meses para las elecciones internas, Moreno Valle organizó una comida en la casa de gobierno de Puebla para respaldar a Anaya. Madero no fue requerido al cónclave.

Según algunos de los asistentes a esa reunión, Moreno Valle respaldó a Anaya a cambio de apoyarlo en la construcción de su proyecto hacia la elección del 2018.

Después de esa petición, una vez que Ricardo Anaya llegó a la presidencia nacional del PAN bastaron unos días para hacer a un lado definitivamente a Gustavo Madero.

Aunque éste quería ser coordinador de la bancada del PAN en San Lázaro, Anaya ni siquiera lo consideró para ese cargo. Lo marginó de cualquier posición de poder en el grupo parlamentario y solo apoyó que fuera presidente de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables.

Ricardo Anaya dio entonces a Rafael Moreno Valle la coordinación de la Comisión Política del CEN del PAN.

Desde ahí, el todavía mandatario poblano realiza puentes de comunicación con gobernadores, diputados locales, líderes del PAN en los estados y otros, que le garantizan un posicionamiento interno rumbo a la siguiente elección presidencial.

Cronología

> 1997 Ricardo Anaya es nombrado, a los 18 años de edad, director del Instituto Municipal de la Juventud de Querétaro.

> 2011  Felipe Calderón lo nombra subsecretario en la Secretaría de Turismo federal.

> 2012 Obtiene una diputación plurinominal por el PAN.

> 2014 Es presidente del CEN del PAN en calidad de interino, mientras Gustavo Madero busca una diputación federal plurinominal. 

> 2015 Es electo en agosto como presidente de Acción Nacional hasta el año 2018.

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