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Economista llega a la SRE

Nadie –o pocos– tenían idea que el nuevo canciller sería José Antonio Meade, economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y licenciado en Derecho por la UNAM.

Se hablaba de Emilio Lozoya, ahora Secretario de Energía; de Jorge Montaño, ex embajador de México en Estados Unidos; de Eduardo Medina Mora, actual embajador de México en Gran Bretaña y en los últimos días, empezó a sonar muy fuerte el nombre de Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de la Cepal desde 2008.

Nadie –o pocos– tenían idea que el nuevo canciller sería José Antonio Meade, economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y licenciado en Derecho por la UNAM.

Se hablaba de Emilio Lozoya, ahora Secretario de Energía; de Jorge Montaño, ex embajador de México en Estados Unidos; de Eduardo Medina Mora, actual embajador de México en Gran Bretaña y en los últimos días, empezó a sonar muy fuerte el nombre de Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de la Cepal desde 2008.

Pero el bueno fue Meade, hasta el primero de diciembre Secretario de Hacienda de Felipe Calderón. Sin experiencia alguna en el terreno diplomático, ni en el internacional. Salvo su doctorado en Economía por la Universidad de Yale, pero ese no cuenta como experiencia en relaciones internacionales, o a lo mejor sí. Por lo menos en el México del futuro.

Meade fue director general de Planeación Financiera de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro; secretario adjunto en el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario; director general de Banca y Ahorro en la Secretaría de Hacienda; director general del Banco Nacional de Crédito Rural; director general de Financiera Rural y subsecretario de Hacienda.

Es decir, un economista con excelentes credenciales.

Hay dos cosas que no aparecen en su perfil oficial.

Como secretario de Energía en 2001, Meade ha sido uno de los grandes defensores de la importancia de abrir Pemex a la iniciativa privada. Es decir, de la “modernización” de la paraestatal que a su vez, es LA carta de presentación de EPN ante el mundo. Así se hizo evidente durante la primera gira por América Latina del entonces presidente electo. Y Meade será el encargado de promoverla sin duda alguna.

Además, al ahora canciller tiene dos padrinos de altos vuelos. Es amigo de Luis Videgaray, ahora Secretario de Hacienda de EPN y fue colaborador del ex secretario –también de Hacienda- de Vicente Fox, Francisco Gil Díaz, priista cercano a Carlos Salinas de Gortari.

Así las cosas, para muchos la candidata con mejores calificaciones para el puesto –si la apuesta es diversificar las relaciones comerciales e internacionales de México—era Bárcenas, quien estuvo presente en la toma de posesión de EPN y se mantiene al frente de la Cepal, como la funcionaria mexicana de más alto rango internacional.

Antes de viajar a México para asistir al cambio de mando entre el panista y el priista, Bárcenas alertó que lo más importante para su país era casualmente diversificarse, consciente como es de que “el impulso integrador” viene de sur a norte.

Para ella, desarrollar una mejor coordinación hacia el Atlántico con Brasil (¿Petrobras?) y hacia el Pacífico con la Alianza que integra Colombia, Perú y Chile, debería de ser la gran prioridad de la política exterior.

Todos sabemos que durante los últimos dos sexenios, México perdió presencia en el mundo. Los gobiernos panistas se olvidaron de América Latina, y la relación con Estados Unidos fue dominada por el tema de la seguridad. Con el regreso del PRI, hay esperanzas de que esto cambie. Pero está difícil lograrlo con un canciller sin experiencia internacional y cuyo gran listón es apoyar a EPN a difundir su decisión de modernizar Pemex…

¿Se mantendrá la ausencia de México que tan bien logró la política exterior del gobierno de Calderón en el mundo? Porque solo con la modernización de Pemex no se podrá hacer política exterior. ¿O sí?

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