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Ecologistas salvajes

“Nada, absolutamente nada garantiza que no se hieran civiles. De hecho, nuestros ataques están pensados para causar el mayor daño posible y si en unos de estos atentados caen más vidas de las que teníamos pensado, mejor aún”.

Esto es parte del Quinto Comunicado de Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS), una organización de corte eco-terrorista a la que la Fiscalía General de Jalisco le atribuye la colocación de dos artefactos explosivos en Guadalajara, en febrero pasado, lo que revela su arribo a la ciudad.

El primer atentado atribuido a ITS data del 19 de abril de 2011, a la Universidad Politécnica del Valle de México

“Nada, absolutamente nada garantiza que no se hieran civiles. De hecho, nuestros ataques están pensados para causar el mayor daño posible y si en unos de estos atentados caen más vidas de las que teníamos pensado, mejor aún”.

Esto es parte del Quinto Comunicado de Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS), una organización de corte eco-terrorista a la que la Fiscalía General de Jalisco le atribuye la colocación de dos artefactos explosivos en Guadalajara, en febrero pasado, lo que revela su arribo a la ciudad.

La noticia pasó un tanto desapercibida. El 8 de febrero fueron abandonados paquetes explosivos en las delegaciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), ambos  neutralizados por el escuadrón Tedax de Guadalajara.

Dos días después, el fiscal Eduardo Almaguer Ramírez dijo que el atentado “fue dirigido a científicos”, y abundó:

“Uno de ellos es investigador en nuevas tecnologías de producción agroalimentaria y el otro es el director del Conacyt; están desarrollando varios proyectos y estamos revisando qué pudo haber sucedido”, una declaración recogida por el diario Crónica.

El 13 de febrero fue el propio ITS que se atribuyó la autoría de esos artefactos, en su Segundo Comunicado, donde describe sus acciones y objetivos:

“Un paquete-bomba de activación electro-mecánica compuesto de dinamita fue abandonado en las oficinas centrales de la Sagarpa en la colonia Tabachines, del municipio de Zapopan. El paquete estaba dirigido al titular de la institución federal”.

“Un paquete-bomba más de activación similar pero compuesto por un tubo de cartón macizo relleno con pólvora negra fue abandonado en las oficinas Conacyt, dirigido al encargado de la institución, en la colonia Vallarta San Jorge, en Guadalajara”.

“Aunque ambos explosivos no lograron su objetivo, el cual era herir o privar de la vida a las personas-objetivos, se generó gran movilización policiaca y militar en ambos municipios”.

En un informe posterior de su Comisionado de Seguridad Pública, Raúl Alejandro Velázquez Ruiz, obtenido el 14 de marzo vía transparencia por Reporte Indigo, la Fiscalía confirmó a ITS detrás de los paquetes explosivos.

La llegada

La organización ITS -antes denominada Individualidades, no Individualistas- ubica su origen en 2011, año en el que perpetraron diversos ataques a la comunidad científica en entidades como la Ciudad y el Estado de México, Guanajuato, Hidalgo y Morelos, pero no había antecedente de ella en Jalisco.  

En contra del progreso científico y tecnológico, difundieron el 13 de febrero su llegada al estado:

“Que se sepa que ITS también se encuentra en Jalisco, esto solo fue una prueba, seguiremos empecinados en aterrorizar, herir, mutilar e incluso asesinar a los cínicos responsables que detrás de una institución se dicen ‘preocupados’ por la naturaleza pero que, sin en cambio (sic), son responsables directos de la devastación y la domesticación de esta”.

En su Primer Comunicado del 26 de enero de 2016 delinean sus objetivos:

“Persistimos en esta guerra declarada contra el sistema tecnológico, contra los que lo mejoran y lo sustentan. Atentamos física y emocionalmente contra aquellas personas-objetivo que se empecinan en destruir y manipular los entornos naturales, indómitos y silvestres que quedan”.

“Nuestros actos están pensados en aterrorizar, herir, mutilar y asesinar a los mencionados objetivos. Utilizando amenazas, explosivos y armas de fuego para cumplir nuestros fines inmediatos. Los y las que trabajan en destruir la naturaleza salvaje necesitan un castigo, sus actos no quedarán impunes”.

En su Quinto Comunicado del 2 de marzo, dice tener presencia en el Estado de México (Ouroboros Silvestre); en CDMX (Grupo Oculto “Furia de Lince”); en Michoacán (Grupo Editorial “Revista Regresión”); y en Jalisco (Banda Feral-Delincuencial), además de Chile y Argentina.

“Vagamos por sus ciudades en busca  de sus defectos e imperfecciones, en busca de todo lo que sea civilización y progreso humano. Conocemos sus tiempos, sus horas y momentos, su rutinaria monotonía civilizatoria nos ampara”, es su Tercer Comunicado del 19 de febrero, desde Chile.

El historial

El primer atentado que se atribuye ITS data del 19 de abril de 2011, en la Universidad Politécnica del Valle de México, en Tultitlán, donde un artefacto estalló y le provocó heridas graves a un trabajador en el rostro.

Tan solo en 2011 ITS reclamó la autoría de otros cuatro paquetes explosivos: en el Tec de Monterrey en Atizapán (8 de agosto); en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados de Irapuato (Cinvestav, 28 de agosto); en la Universidad Politécnica de Pachuca (8 de diciembre); y en las oficinas de Greenpeace (25 de noviembre).

Además, se dicen responsables del homicidio en Cuernavaca de Ernesto Méndez Salinas, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, el 8 de noviembre de 2011.

Tras al ataque citado al Tec de Monterrey, donde la explosión del dispositivo hirió a Armando Herrera Corral, coordinador del Centro de Desarrollo Empresarial y Transferencia de Tecnología, y a otro científico, Alejandro Aceves López, ITS difundió:

“Parece ser que de este atentado hemos afectado a dos tecnonerds de un solo tiro”.

El entonces procurador mexiquense, Alfredo Castillo Cervantes, dijo a los medios el 9 de agosto de 2011:

“Se ha identificado como probables responsables a un grupo denominado Individualidades Tendiendo a lo Salvaje, por sus siglas ITS, como quienes se han adjudicado el envío y fabricación de un artefacto explosivo contra el personal académico de este centro educativo”; aseguró que tenía presencia en España, Francia y Chile.

En 2013 ITS se atribuyó dos explosivos más, uno estalló en un buzón de Sepomex en Tlalpan (21 de febrero), otro se dirigió al investigador en nanotecnología Sergio Andrés Águila, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, en Morelos, pero no detonó (11 de febrero)

Liberación animal

Antes de ITS, un grupo también de corte eco-extremista -aunque sin asumirse terrorista- había dejado explosivos en Guadalajara: el Frente de Liberación Animal, al que la Fiscalía atribuye tres artefactos, aunque solo uno detonó.

El primero se colocó a las afueras del laboratorio Novartis el 22 de septiembre de 2009, FLA acusó a esa firma de torturar animales; y el segundo fue dispuesto el 19 de mayo de 2010 a 20 metros de distancia de la primera ubicación; ninguno estalló.

En cambio, el 6 de noviembre de 2010, FLA hizo explotar un paquete a las afueras de la Secretaría de Desarrollo Rural, aunque sin causar grandes daños. Los tres fueron en la colonia Americana de Guadalajara.

En su reporte sobre Terrorismo 2009, el Departamento de Estado estadounidense incluyó la actividad de FLA en México:

“Aunque los incidentes de terrorismo doméstico no se incrementaron durante el año pasado, México recibió amenazas de un grupo activo previamente (el EPR) y atestiguó la emergencia de un nuevo elemento”. Y acota:

“De mayo a agosto, el Frente de Liberación Animal se atribuyó la responsabilidad de los ataques a bancos y sitios comerciales en la Ciudad de México, usando bombas con tanques de propano. Tres bombas fueron descubiertas sin explotar, otras tres causaron daños en propiedades pero no heridos”.

En el reporte de 2010 los actos de FLA volvieron a incluirse en los “incidentes terroristas” de México.