Entre el pasado y la polémica

La campaña presidencial de Enrique Peña Nieto mantuvo todo el tiempo el estigma de lo que su partido hizo en el pasado y la polémica generada por los jóvenes que lo rechazan y la actitud de sus fieles seguidores.

Sin duda nunca existió tal rechazo y confrontación contra otro candidato priista en la historia. Si bien eran los tiempos en que el PRI mandaba a diestra y siniestra, para esta ocasión tuvieron que enfrentarse al escenario adverso que no les agrada.

El pasado a cuestas

Peña Nieto llega con un costal de compromisos a cuestas, promesas de campaña de las que estarán pendientes simpatizantes y adversarios
Sus asesores estuvieron conscientes de que el pasado pesa en el PRI. Por eso nunca se le vio al candidato con los personajes oscuros del priismo

La campaña presidencial de Enrique Peña Nieto mantuvo todo el tiempo el estigma de lo que su partido hizo en el pasado y la polémica generada por los jóvenes que lo rechazan y la actitud de sus fieles seguidores.

Sin duda nunca existió tal rechazo y confrontación contra otro candidato priista en la historia. Si bien eran los tiempos en que el PRI mandaba a diestra y siniestra, para esta ocasión tuvieron que enfrentarse al escenario adverso que no les agrada.

El pasado a cuestas

Hay quienes aseguran que el candidato y la campaña supieron reponerse a los diferentes embates. Si fuera así no hay explicación entonces para no haber asistido al debate organizado por el movimiento 132.

Al interior del PRI se ufanan del método de firmar los compromisos frente a Notario Público como lo hizo en su campaña para Gobernador del Estado de México, pero es ahí donde empieza el fantasma del pasado a perseguirlo. ¿Se firman porque la palabra en el PRI ya no vale? 

Además que de acuerdo con datos del Partido Acción Nacional decenas de los compromisos firmados en el Estado de México como Gobernador no se realizaron.

Entre los fantasmas de su pasado está el de su tío Arturo Montiel, ex Gobernador mexiquense acusado de enriquecerse al amparo del poder. Cada vez que se le pregunta por él tiene, como se dice, que patear el pesebre.

Sus asesores estuvieron conscientes de que el pasado pesa en el PRI. Por eso nunca se le vio al candidato con los personajes oscuros del priismo como Montiel En Oaxaca no estuvo a lado de Ulises Ruiz y tampoco en Puebla con Mario Marín.

En su visita a Tampico apenas y saludó al ex gobernador Manuel Cavazos, mencionado como uno de los gobernadores con presuntos nexos con el narcotráfico.

En sus discursos todo el tiempo habló del cambio. Fueron al principio de la campaña un reciclaje de lo dicho por Luis Donaldo Colosio antes de que lo mataran. Peña Nieto propuso una nueva forma de gobernar. No volver al pasado. Ya no utilizar las viejas prácticas. Pero persistió en su campaña el acarreo, la torta y el refresco, el pase de lista. En sí el dispendio.

Además, la lista de candidatos plurinominales a la Cámara de Diputados y al Senado dice lo contrario. Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa pertenecen al viejo priismo. 

Pero peor aún junto a ellos, que han dado pruebas de ser los mejores operadores en el partido durante más de una década, no pudieron evitar al líder de los petroleros Carlos Romero Deschamps.

El 11 de mayo Enrique Peña Nieto se presentó en la Universidad Iberoamericana. El encuentro con estudiantes que literalmente lo corrieron de esta casa de estudios marcó el curso de las campañas. Las transformó.

El repudio de los estudiantes fue total. Fue nuevamente el pasado el que vino a cuenta. Los gritos de “asesino” y “Atenco no se olvida” predominaron a lo largo de su presentación.

El líder nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, los llamó porros y acarreados. La ofensa dio pie a la formación del movimiento YoSoy132. Se iniciaron una serie de marchas en contra del aspirante del tricolor.

Todo lo minimizaron en el PRI. El argumento fue que todo lo orquestaban los simpatizantes con la política de izquierda en este país.

Pero luego ante la magnitud del problema dieron un golpe de timón y Enrique Peña Nieto presentó un decálogo llamado “Por una Presidencia Democrática”. 

Aseguró que los 10 puntos serían la directriz de su gobierno. En su mayoría ese decálogo está en la Constitución desde siempre.

Eso no es todo. Desde Estados Unidos se dio a conocer una investigación en contra del ex Gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, por la compra de bienes inmuebles con dinero del narcotráfico.

El partido le quitó sus derechos partidarios y Peña Nieto dijo que cada quien tenía que dar la cara a sus actos. Yarrington sigue libre. Lo único que tiene garantizado es el desprecio de su partido.

Peña Nieto insiste en que durante su gestión todos los ciudadanos van a ganar más por su trabajo, que habrá una reforma energética para bajar las tarifas de la luz y una contención en el alza de precios.

La polémica

A Enrique Peña Nieto lo persigue la polémica. Desde sus infidelidades en el matrimonio a su poco gusto por la lectura son temas que estuvieron en la campaña.

En una conferencia durante la Feria Internacional de Guadalajara no pudo mencionar los tres libros que han marcado su vida. Confundió los autores y títulos que sí mencionó. Fue una nota que dio vuelta al mundo.

Un aspirante presidencial trastabillando ante una simple pregunta de un corresponsal en el máximo encuentro sobre lectura que hay en el país.

Cualquiera se equivoca, dijeron los priistas para defender a su gallo. Sin embargo, el dislate logró que el ahora fallecido escritor Carlos Fuentes dijera, en una entrevista que el mundo entero leyó, que Peña Nieto no tenía la preparación para estar al frente de un País como México.

El 10 de mayo Enrique Peña Nieto realizó un festejo a las madres. Fue un austero desayuno en un salón al poniente del Distrito Federal en el que destacó la importancia de ser madre no sólo para la familia, sino para el país.

Al mismo tiempo en el que él enaltecía el papel de la mujer, su ex pareja sentimental, Maritza Díaz Hernández, insistía a través de su cuenta de Twitter sobre la irresponsable actitud del priista para con el hijo que tienen juntos.

Y es que para los políticos estas cosas no importan. Habría que preguntarse entonces hasta dónde es importante la vida privada de quien quiere gobernar el país.

Si un gobernante es infiel, no cumple compromisos o promesas familiares ¿será lo mismo a nivel social o político?

Uno de los encuentros que más expectativa provocó fue la visita del puntero al programa de Televisión Tercer Grado, de la empresa Televisa.

Acusada esta empresa por denuncias periodísticas y por los propios ciudadanos de operar a favor del priista, todos querían ver el trato que se le daría en este programa.

Los periodistas de Televisa hicieron su esfuerzo para cuestionarlo. Si bien no le dieron un trato especial, sí existió una notable diferencia en comparación con Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador.

De hecho, esa relación con Televisa que le critican a Peña Nieto tomó su punto más álgido cuando el influyente periódico The Guardian publicó el 8 de junio documentos sobre un supuesto acuerdo para que la televisora apuntalará su camino a la presidencia del país.

La nota molestó al candidato y al equipo de campaña. Luego vino una demanda en Estados Unidos por parte de Frontera Television Network por incumplimiento de contrato.

José Luis Ponce de Aquino, el propietario de la empresa, aseguró que fue contratado por 56 millones de dólares para que su empresa promocionara al candidato en el país del norte.

El equipo jurídico aseguró que se trataba de una extorsión e interpuso una demanda en la Procuraduría General de la República. Ninguno de todos estos escándalos lo bajó de las preferencias en las encuestas.

Al menos eso demostraban cada que anunciaban las diferentes empresas dedicadas a las encuestas los resultados de sus ejercicios aplicados.

Así, entre el negro pasado de su partido y la polémica generada por sus propios actos, Enrique Peña Nieto llega a la elección que más interés ha despertado entre jóvenes y adultos.

Llega con un enorme costal de compromisos a cuestas, promesas de campaña de las que estarán pendientes simpatizantes y adversarios.

No logró sacudirse ni el pasado ni la polémica, en realidad los hizo crecer y por eso llega con esos dos fieles compañeros.

5 PROS Y 5 CONTRAS DE SU CAMPAÑA

PROS

> Pidió que cada priista cuestionado haga frente de manera personal a sus posibles violaciones a la Ley.

> Aseguró que romperá con el autoritarismo y todas las prácticas de corrupción que distinguieron al PRI en el pasado.

> En su decálogo aseguró que respetará la libertad de expresión y promoverá la transparencia.

> Propuso que el retiro del ejército de las calles haciendo labores de seguridad pública será paulatino.

> Anunció la creación de una Gendarmería Nacional con el modelo de la Policía Nacional de Colombia.

CONTRAS

> Su propuesta de “Vas a ganar más” nunca la explicó a detalle para conocer cómo puede hacer que los ciudadanos tengan mejor salario.

> No quiso asistir al debate organizado por el movimiento YoSoy132 para contrastar ideas en un formato de debate más libre que los organizados por el IFE.

> No pudo deslindarse ni mostrar pruebas contundentes para comprobar que no hubo un apoyo de parte de Televisa a fin de apuntalar su campaña presidencial.

> Permitió en las listas de candidatos plurinomimales a priistas con un pasado cuestionado.

> Durante toda la campaña se le etiquetó como un candidato inculto.

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