Ser Testigo de Jehová en México ¿un peligro?

En México todo ser humano cuenta con la libertad de profesar la religión que desee, señala el artículo 24 de la Constitución Política. 

Pero en los Testigos de Jehová, esta libertad de culto no es respetada, al menos en Rusia, país en donde la Fiscalía General solicitó al Tribunal Supremo prohibir todo acto relacionado con los hermanos de esta religión.

“En el país no somos ningún peligro alguno para las instituciones del país ni para ningún otra persona"
Gamaliel CamarilloVocero la Congregación Cristiana de los Testigos de Jehová, A.R.

En México todo ser humano cuenta con la libertad de profesar la religión que desee, señala el artículo 24 de la Constitución Política. 

Pero en los Testigos de Jehová, esta libertad de culto no es respetada, al menos en Rusia, país en donde la Fiscalía General solicitó al Tribunal Supremo prohibir todo acto relacionado con los hermanos de esta religión.

Como si se tratara de los tiempos de la Alemania Nazi, las autoridades rusas han denigrado a los integrantes de esta comunidad asegurando que se trata de personas ilegales y extremistas por lo que se ordenó la incautación de todas sus propiedades.

Gamaliel Camarillo, vocero la Congregación Cristiana de los Testigos de Jehová, A.R., dijo a Reporte Índigo que como comunidad que representan no son ningún peligro para las autoridades y menos para el gobierno mexicano. 

“En el país no somos ningún peligro alguno para las instituciones del país ni para ningún otra persona. Somos cristianos que llevamos un mensaje pacífico de casa en casa y que queremos fomentar la paz”, afirma.

Esta religión que cuenta con más de 8 millones de seguidores en el mundo y 175 mil en Rusia es perseguida por el gobierno con un solo objetiva: desaparecerla. 

En el caso de México, Gamaliel Camarillo comenta que no temen ser perseguidos, pero la decisión del gobierno de Putin “es una incorrecta aplicación de la ley sobre el extremismo”.

“Se trata de una ley que se nos está aplicando como un juicio religioso por parte del gobierno y una persecución contra los Testigos de Jehová. En más de los 240 países en donde tenemos presencia, solo en Rusia se han tomado medidas así para calificarnos de este modo”, comenta. 

Para el caso del gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto, dijo que han encontrado “demasiado entendimiento en una época moderna” y descartó que ser un Testigo de Jehová sea pertenecer a una secta pues son personas que “ayudan a nuestros vecinos y hermanos de fe en labores de socorro y extrema necesidad”.

El doctor Derek Davis, exdirector del Instituto J. M. Dawson de Estudios Iglesia-Estado de la Universidad de Baylor, considera que “el tipo de extremismo que debería combatirse es el que atenta contra la vida de la gente. Combatir cualquier otra cosa es de por sí una forma de extremismo”.

El 15 de marzo de 2017, el Ministerio de Justicia ruso presentó una solicitud ante el Tribunal Supremo de la Federación de Rusia para declarar extremista y disolver el Centro Administrativo de los Testigos de Jehová de Rusia. 

Con esto, 400 entidades religiosas locales que están registradas en el país serán disueltas y, como consecuencia, se prohibirán los servicios religiosos de las más de 2 mil 300 congregaciones.

La decisión del gobierno ruso llevará a que testigos de Jehová de todo el país sean acusados y procesados judicialmente solo por realizar sus actividades religiosas. 

Foto: Congregación Cristiana de los testigos de Jehová, A.R.

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