Joven de Tijuana denuncia a ginecólogo por agresión sexual

"Cállate y relájate, ¿por qué no te abres y te relajas”, le gritó un ginecólogo a Violeta Jiménez de 27 años, cuando ella se encontraba en una cita para realizarse un papanicolau en un consultorio médico de Tijuana, Baja California.

"Cuando vio mi ropa interior, grande y cómoda de esa que te pones para ir a ver al doctor ('a la Bridget Jones') comentó '¿Usas calzonsotes para que vean los albañiles que sí traes?'"
Violeta JiménezVíctima de agresiones sexuales por parte de personal médico.

“Cállate y relájate, ¿por qué no te abres y te relajas”, le gritó un ginecólogo a Violeta Jiménez de 27 años, cuando ella se encontraba en una cita para realizarse un papanicolau en un consultorio médico de Tijuana, Baja California.

La joven narró a través de una entrada en Medium, un sitio para compartir contenido, que acudió el 5 de junio con un doctor que le recomendaron para pedir una segunda opinión médica, aparte de la de su ginecóloga de confianza. Sin embargo, cuenta que desde el principio lo que parecía una situación profesional entre paciente-doctor, se tornó en una pesadilla sobre agresión y violencia sexual.

Al llegar al lugar de la cita, contó Violeta, todo comenzó mientras el doctor atendía a otra paciente con la puerta de su consultorio abierta, ella le preguntó algo a lo que presuntamente él respondió “¡Estás Pendeja!”.

“Me asuste pero aún así entré a la consulta porque me dijeron que era el mejor”, relató la joven que al final de su texto pidió que no la juzgaran por no salir antes del lugar.

Asimismo, justificó que compartió lo sucedido ya que, aunque podría considerarse como hostigamiento, no es un delito.

La paciente dijo que le mencionó al médico quién era su ginecóloga de cabecera y él la denostó exclamando: “a esa doctora le tengo que hacer un ultrasonido para ver si tiene ovarios o huevos”

“Cuando hablamos de mi diagnóstico y quise despejar mis dudas sobre el mismo, respondió ‘cállate, estás muy confundida’. Lo hice (…) pero me atreví a asentir con la cabeza y hacer un sonido de ‘mmmhmmm’ a lo que él reaccionó violentamente gritando enojado ‘¡Cállate! No me interrumpas, ¿crees que sabes todo? ¿Vienes bien chingona a callarme? ¡Cállate!’”, mencionó Violeta en su texto.

La víctima añadió que se sintió paralizada después de eso y fue cuando el doctor se le insinuó al decirle: “Si tú y yo tuviéramos relaciones sexuales sin condón….”, además que comenzó a tocar sus manos. Al pasar a la consulta, el doctor la tomó de la mano, un acto que ella tildó como “invasivo” y aunque ella lo soltó, él volvió a tomarla de los dedos.

“Ya en la sala de ultrasonido, cuando vio mi ropa interior, grande y cómoda de esa que te pones para ir a ver al doctor (‘a la Bridget Jones’) comentó ‘¿Usas calzonsotes para que vean los albañiles que sí traes?’ Me quede callada y pude sentir cómo me iba alejando de la situación, como viéndola detrás de un vidrio, como una película, abstraída. Para ese momento de la consulta estaba como ida y sin poder reaccionar a sus agresiones”.

La víctima se refirió a este momento como una “situación incómoda, de mucha indefensión física y emocionalmente”. La parte final, fue cuando ella le pidió una tarjeta con la información del doctor para solicitar sus resultados; él tomó una receta y en ella escribió “FEA”.

“Pasé las siguientes doce horas sin entender nada, culpándome por no reaccionar y no defenderme. (…) Luego de una noche sin dormir fui engarzando todas las variedades de maltrato y violencia que viví en la interacción con ese doctor”, confesó Violeta.

Finalmente invitó a más mujeres a compartir sus testimonios en caso de haber sido violentadas por un profesional de salud.

“Saber que lo que viví no es suficientemente grave para ameritar una sanción es muy duro y me llena de coraje”, aseveró Violeta Jiménez.  

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