El Zapotillo ¿inminente?

Temacapulín se siente tranquilo, es el silencio de la hostilidad ante el reclamo. Los lugareños miran extraño, pero no dudan en saludar a cualquier persona al entrar en el pueblo. En la plaza, corazón del poblado perteneciente al municipio de Cañadas de Obregón, un muro sintetiza el ambiente con una consigna: “no se lucha por lo que no se ama”.

“Ya caímos dos veces en eso (mesas de diálogo), una vez con Conagua, y es lo peor que podemos hacer. No lo vamos a aceptar (…) lo más fuerte es seguir la estrategia legal”
María Abigail Agredano SánchezComité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo
“¿En qué se basaron para el proyecto de construcción de la presa El Zapotillo? Los estudios de la UdeG demuestran que esta es una región en que no llueve mucho. Mi pregunta es ¿cómo van a hacer para llenar una presa de esas dimensiones si no hay agua superficial?”
Hermes Ramírez SánchezDirector del Instituto de Astronomía y Meteorología de la UdeG
Desde el año 2008, las comunidades cercanas al proyecto El Zapotillo, en los pueblos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, mostraron su oposición ante el riesgo de inundación de su territorio

Temacapulín se siente tranquilo, es el silencio de la hostilidad ante el reclamo. Los lugareños miran extraño, pero no dudan en saludar a cualquier persona al entrar en el pueblo. En la plaza, corazón del poblado perteneciente al municipio de Cañadas de Obregón, un muro sintetiza el ambiente con una consigna: “no se lucha por lo que no se ama”.

Algunos pobladores creen que aunque el futuro pareciera inminente, hay una mala decisión por parte del gobernador al no haber generado alternativas también para ellos y que no implique la dispersión o reubicación de quienes llevan décadas viviendo en este pueblo.

La tranquilidad de sus calles pareciera el reflejo de su sentir ante la noticia de que la presa El Zapotillo seguirá su curso y a una altura de 105 metros, aunque apenas unos días antes sus gritos de rechazo retumbaron en el patio del Palacio de Gobierno, cuando se hacía el anuncio.

Mientras el gobernador –tras la presentación de los resultados de un estudio elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas para el Servicio de Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés)– reiteró su compromiso para continuar con el proyecto, miembros de la comunidad presentes en el evento comenzaron a elevar la voz en rechazo.

Tecnicismos y confusión

A decir del Gobierno estatal, para la UNOPS el escenario más viable es el que plantea la construcción de la presa con una cortina a 105 metros para aprovechar un caudal de 7.5 metros cúbicos por segundo, representando el 87 por ciento de los 8.6 metros cúbicos por segundo establecidos en el acuerdo previo entre las partes.

Expertos como el académico de la Universidad de Guadalajara, Arturo Gleason Espíndola, señalaron que el estudio no cumple con las expectativas del contrato con el gobierno y existen errores metodológicos que confunden a la población con tecnicismos.

“Desde la presentación hay un error metodológico grave. Se plantea como proyecto sustentable de la cuenca del Río Verde, no es ni proyecto porque es estudio. Es una serie de confusiones en la presentación, que creo que era la intención“, dijo Gleason Espíndola en entrevista con la radio universitaria.

Por su parte Juan Guillermo Márquez, coordinador del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua en Jalisco, dijo en entrevista con la misma estación que tendrían que revisar el estudio de UNOPS porque no existe un soporte que sustente los números que fueron presentados, de acuerdo a las normas ambientales.

Reconoció que se aplicó otra metodología para estudiar la realidad de la zona, pero encaminada a dar un resultado como el que presentó el gobernador Aristóteles Sandoval, con lo cual se contempla la presentación de una queja ante las Naciones Unidas para auditar las acciones de UNOPS en este proyecto.

Mientras que para Hermes Ramírez Sánchez, director del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, las precipitaciones pluviales disminuirán en la zona de Los Altos, donde se encuentra la presa, es decir, se prevé un futuro vulnerable por la escasez de líquido.

“¿En qué se basaron para el proyecto de construcción de la presa El Zapotillo? Los estudios de la UdeG demuestran que esta es una región en que no llueve mucho. Mi pregunta es ¿cómo van a hacer para llenar una presa de esas dimensiones si no hay agua superficial?”, cuestionó el también académico.

La decisión

Para el Gobierno estatal, el escenario más viable para El Zapotillo es el que plantea la Oficina de las Naciones Unidas para el Servicio de Proyectos (UNOPS):

>> 105

Metros la altura de la cortina recomendada por la UNOPS

>> 7.5

Metros cúbicos por segundo el caudal que se aprovecharía con esa altura

>> 87

Por ciento de los 8.6 metros cúbicos por segundo establecidos en el acuerdo previo

Sin confiar en políticos

María Abigail Agredano Sánchez, integrante del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, manifestó su rechazo a mesas de diálogo, pero también a confiar en el montaje que ha creado la oposición de Movimiento Ciudadano.

“Ya caímos dos veces en eso (mesas de diálogo), una vez con Conagua, y es lo peor que podemos hacer. No lo vamos a aceptar, desde luego, porque no nos dan una opción, se burlan de nosotros.

“Alfaro es un político y no sabemos qué pase mañana, no podemos confiar totalmente en ellos porque tienen interés en la política. Lo más fuerte es seguir la estrategia legal, tenemos parada la presa desde hace tres años (…) no vamos a robarnos nada, sólo que nos respeten lo que somos y lo que nos ha costado”, expresó Agredano Sánchez a medios locales.

Aunque desde el viernes pasado el gobernador anunció una ruta jurídica para defender la continuación de construcción de la presa. Con una vía que vaya contra los juicios de suspensión que hay a favor de las comunidades.

“Con la Federación y el Gobierno de Guanajuato vamos a reformular los convenios de distribución, aclarando que los porcentajes de 76 por ciento para Jalisco y 24 para Guanajuato no significan una cuota fija, sino que estarán determinados por la disponibilidad real del agua”, expresó Aristóteles Sandoval.

La generación de un nuevo convenio invalidaría el fallo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación hizo en 2013, pues esta sólo invalida el convenio que se firmó en octubre de 2007 y que contemplaba elevar la cortina de la presa de 80 a 105 metros. Por lo cual sólo se contempla que las partes respeten lo pactado en 2005, es decir, no se establece la suspensión de obras de la presa en su totalidad.

Desde el año 2008, las comunidades opositoras al proyecto El Zapotillo en los pueblos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo mostraron su total oposición. Luego de haberse firmado un nuevo convenio con una cortina de 105 metros de altura, que hacía inminente la inundación de su territorio.

Con una presa a esa altura el embalse de agua producida por la presa tendrían una ocupación de poco más de cuatro mil 816 hectáreas, cantidad suficiente para que los tres poblados estén bajo el agua.

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